Capítulo uno: Vida humana

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Capítulo uno: Vida humana


En vida humana se encontraban dos individuos especiales, quienes por cierto eran pareja; Lucifer Morning Star, un joven de veinticuatro años, estatura pequeña, rubio de ojos azules, y con una mirada asesina si lo provocas, un empresario poderoso ultra millonario que empezó un negocio con un patito de hule llamado "Lord Ducky". Y un joven llamado Alastor H. de veintitrés años, castaño y de estatura alta se dedicaba a hacer bromas oscuras, sátiras y críticas de política y cualquier polémica en la radio.

Estos dos individuos se conocieron en la universidad mientras estaban estudiando, Lucifer estudiaba administración mientras que Alastor estudiaba comunicación. Mientras estudiaban ambos disfrutaban de la compañía del otro, aunque estudiaban carreras diferentes tuvieron la suerte de conocerse en una clase de deporte muy particular...

- Flashback -



Lucifer M.S. estaba corriendo en la pista del patio mientras tenía todo un grupo de admiradores, de chicas y chicos gritando y apoyándolo, aunque solo estuviera en entrenamiento y no estaba corriendo en algún maratón...

Se podría decir que Lucifer era el chico apuesto y más querido en la universidad, el más invitado a las fiestas, el más deseado por las chicas y el más admirado por los chicos, sin embargo, tanta fama lo agobiaba, le gustaba mucho estar en forma y era bueno en todos los deportes, pero era agobiante la testarudez de sus fanáticos que no dejaban de perseguirlo. Era bueno en el arte, le gustaba escribir y crear, cantar y tocar instrumentos, su favorito, el violín y por último era extremadamente inteligente, siempre en el cuadro de honor.

Alastor H. era un chico tímido, no le gustaban los deportes, estaba metido en su propio mundo y para su desgracia era molestado por compañeros abusivos. Le gustaba la música y tocar el piano, leer y escuchar la radio y hacer chistes de mal gusto lo que le ocasiona tener problemas con sus compañeros y maestros.

Mientras Lucifer corría en la pista con una multitud de personas apoyándolo de las gradas, Alastor el chico tímido se encontraba en una esquina de las gradas con un libro de cocina, mientras todos estaban alabando y gritando porras a Lucifer, Alastor estaba leyendo completamente tranquilo en su soledad.

Cuando Lucifer termino de correr subió a las gradas por petición del entrenador, al principio se le dificulto por la gente que estaba a su alrededor pero logró tener un pequeño espacio para él, todo iba bien hasta que dirigió su mirada arriba de las gradas, un techo en el que se encontraban dos estudiantes con ladrillos en su mano, no entendió el porqué hasta que vio un chico castaño debajo de ellos que estaba leyendo, mientras que los dos chicos estaban sonriendo y tenían una mirada escalofriante.

¡Cuidado! -gritó Lucifer corriendo y cubriendo al chico castaño con su cuerpo


Alastor se sorprendió cuando el chico rubio se alzó hacia él y lo cubrió abrazandolo por completo, habían gritos de enojo y de horror, había llantos y regaños, Alastor aun no entendía nada hasta que el rubio se separó de él y pudo verlo, había dos ladrillos en el suelo pero era la cara de chico de tez blanca lo que lo había dejado impactado, tenía una herida abierta en su cabeza y chorreaba sangre desde su frente hasta su barbilla.

¿Estás bien? -preguntó Lucifer al separarse del chico castaño

Yo... si, estoy bien, pero tú -decía Alastor mientras acercaba una mano al chico rubio- ¿estas bien? -preguntó Alastor rompiendo inmediatamente un pedazo de su abrigo rojo y usandolo como pañuelo para cubrir la herida de Lucifer.


En el momento que sus miradas se cruzaron, ambos se sonrojaron y además sintieron algo muy especial en su pecho, como si ya se hubieran visto antes. Lucifer pudo captar un aura rojiza alrededor del castaño, mientras que Alastor captó como los ojos azules del rubio cambiaron a rojo carmesí, aunque ambos momentos fueron captadas tan solo de un momento a otro. Al instante que cruzaron su mirada y sintieron algo especial dirigieron su mirada hacia otro lado, Alastor aun con un pedazo de ropa sobre la herida de Lucifer pero mirando el suelo y Lucifer redirigió su mirada al libro del chico.

¿Jambalaya? La comida española es maravillosa -dijo Lucifer

Alastor lo mira con asombro y sonrojo- También... es africana -dijo Alastor

Me encantaría probarla -dijo Lucifer

La cara de Alastor casi se volvió tan roja como la ropa que llevaba puesto, pues de alguna manera eso sonaba con un doble sentido.

Yo... -decía Alastor

¡LUCI! -gritaron algunas chicas y jalaron a Lucifer con todo el grupo de admiradoras.


Lucifer estaba siendo atormentado por las chicas y chicos que estaban locos por él, lo abrazaban, lloraban en él, gritaban y maldecían a los dos chicos del techo que en el momento que golpearon a Lucifer salieron despavoridos. El entrenador pudo lograr empujar a los chamacos que asfixiaba al chico rubio y sacar al chico herido de la escena, en el momento que Lucifer era jalado por el entrenador, posiblemente a la enfermería, Lucifer sin soltar la prenda del castaño dirige su mirada a Alastor y le guiñe el ojo de manera seductora, haciendo que Alastor le temblara su corazón. 

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