Capítulo ocho: Mal sueño

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Capítulo ocho: Mal sueño


Ya era muy tarde, eran las tres de la mañana, el padre de Lucifer apenas se había ido a acostar, pues estaba trabajando en un proyecto para su negocio mientras que Lucifer ya estaba posiblemente en su quinto sueño, sin embargo estaba sufriendo una pesadilla.

"Alto" -se escuchó una voz

"Detente, por favor" -se escuchó otra voz

"No lo hagas por favor" -se escuchó otra voz

"No, no, no, no, no, por favor, ya no" -se escuchó la voz de una chica muy preocupada

Lucifer sentía mucho dolor, era un sueño, supuestamente no tendría que sentir nada físico, pero le dolía su interior, empezó a tener dificultad respiratoria.

¡Mierda! ¡Detengan esto! -dijo una voz de un hombre con desesperación

¡Tenemos que...! -dijo una voz de otro sujeto

Pa.... -decía la chica preocupada

¡No, tu no! -dijo una voz .... ....

Lucifer no lo entendía, todo estaba oscuro, solo oía voces en su mente, pero podía sentir la angustia, el miedo, el dolor... sentía que estaba en una batalla que no podía ganar, que no iba a ganar... estaba flotando mientras oía las voces de esas personas, que no conocía, pero que de alguna manera sintió que debía de conocerlas...

Por favor... no.. p... des...ta.... a... -la voz de la chica preocupada empezaba a cortarse


Lucifer estaba extrañado, no le gustaba oír esa voz de esa manera, tan dolida, le rompió el corazón, alzo su brazo a la oscuridad y de repente empieza a caer. Cae en la misma oscuridad hasta que entra a un agugero de luz, pensó por un momento que iba a estar a salvo, pero al entrar al portal de luz se encontró con llamas infernales, iba cayendo, había plumas, sangre rojiza y dorada, había escombros cayendo en varias direcciones, toda la oscuridad empezaba a tornarse rojo, su visión empezaba a nublarse con la sangre que salían de sus ojos, al casi caer al final del fuego una mano enorme de fuego y sangre empezaba a alzarse entre las llamas hacia Lucifer, parecía que iba a atraparlo, aplastarlo con sus garras, hasta que...

¡AAAHHHGGGHH! -gritó Lucifer despertando de su pesadilla.

Lucifer estaba recargado en la cabecera de su cama, estaba sudando, tenía dificultad respiratoria y sufría de un gran dolor de cabeza.

¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué pasa?! -preguntó el padre de Lucifer entrando al cuarto de su hijo, con un garrote de fierro en mano.

Lucifer no le podía contestar, parecía que tenía un ataque, no podía respirar bien, estaba temblando y parecía que tenía mucho miedo.

¿Luz? -preguntó el padre soltando su supuesta arma y se acerca a su hijo, al quererlo tocar Lucifer se aleja y empieza a acelerar su ataque de panico, tratando de tomar aire, pero con imposibilidad de hacerlo.


Rápidamente el adulto se dirige al teléfono que tenía en el cuarto de su hijo y empieza a marcar el número de emergencias, en el momento que le contestan, este avisa que su hijo está teniendo un ataque y que se le dificulta respirar. Antes de ofrecerles la dirección, la mano de Lucifer toma el brazo de su padre, el hombre mayor mira a su hijo con ojos sorprendidos, Lucifer tenía los ojos cerrados, posiblemente por el leve dolor que aún le quedaba, negó con la cabeza indicando a su padre que estaría bien, su padre le avisa a emergencias que ya todo estaba bien y se despide.

Lucifer... -dijo su padre

Solo... Necesito pastillas -dijo Lucifer abriendo un cajón cerca de su cama sacando un bote de pastillas para el dolor de cabeza, agarra dos y se las toma con ayuda de un vaso de agua que tenía cerca.

Tu... ¿estas bien? -preguntó su padre

Perdón por... despertarte -Lucifer ya estaba componiendo

No, acababa de acostarme pero... Lucifer... te dio un ataque -dijo su padre preocupado

Si... fue... un mal sueño, estoy bien -dijo Lucifer posando una de sus manos en su frente

¿Te duele la cabeza? -preguntó su padre

Tranquilo, estoy bien, no perderas a tu estrella deportiva, estaré listo para esa estupida junta -dijo burlonamente Lucifer

Eso no me importa, me importas tu idiota -dijo su padre

Lucifer al oír eso sintió dolor en su pecho, como si hace mucho tiempo necesitaba escucharlo de una figura paterna, no entendía porqué, pues su padre adoptivo siempre le había mostrado que le quería, pero es como si necesitaba escucharlo de alguien más.

Ahh.. si.. bien, yo... me volveré a dormir, deberías hacerlo tú también -dijo Lucifer acomodando en su cama

¿Seguro estás bien? -preguntó su padre

Si -dijo Lucifer ya acostado


Su padre sonríe y le agita su cabello, haciendo que Lucifer tratase de quitárselo de encima, con una sonrisa traviesa el padre se despide de su hijo y vuelve a su habitación.

Cuando la puerta de su habitación se cierra Lucifer cierra muy fuerte sus ojos y una lágrima sale de ellos, realmente esa pesadilla lo había angustiado, pero lo que más le dolía era la voz de una chica que sonaba angustiada, preocupada, y para peor de Lucifer, se sentía dolida. No reconoció ninguna voz de su sueño, pero sentía que debía de hacerlo, en especial de esa chica, muy en especial de esa chica, que por su voz, se notaba que era una adulta pero Lucifer le notaba más joven de lo que podía pretender ser, como si aun la quisiera ver como una niña pequeña... pues muy dentro de él, quería protegerla. 

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