Capítulo diecisiete: Tal vez...

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Capítulo diecisiete: Tal vez...


Los únicos que quedaban en pie, era claramente Lucifer quien entregaba poco a poco su propia alma, Miguel quien con mucho esfuerzo trataba de llegar a su hermano antes de que fuera demasiado tarde, sus alas aleteaban con mucha fuerza, pero la ventisca era demasiado fuerte, Azrael estaba en el suelo, sus alas ni siquiera podían extenderse por la fuerza de la ventizca, Adam sosteniendo y protegiendo a Lute con sus alas y Alastor tenía a Charlie en sus brazos protegiéndola de varios escombros que empezaban a rodearlos, pues la ventisca azotaba en varias direcciones, haciendo que tanto el polvo, rocas, armas, escombros de varios edificios y el mismísimo fuego estuvieran de un lado a otro a gran velocidad, apenas con sus tentáculos de sombra podría alejar los objetos de ellos mismos. Todo era caos.


¡Esto no termina aquí! -grita Lilith alzando su mano, controlando varias lanzas doradas hacia la princesa del infierno

Alastor apenas podía ver, con todo el caos que estaba delante suyo, pero vio como varias armas angelicales iban tras ellos. Trata de expandir sus sombras, pero algo cancela su poder. Sin soltar a Charlie la abraza cerrando sus ojos y espera el golpe esperanzado que le dieran a él y no a su princesa. Un rayo de luz sorprende a Miguel. El golpe nunca llegó. Alastor abre sus ojos y voltea a ver hacia donde venían las lanzas y frente suyo, estaba Lucifer con sus brazos y alas extendidas, protegiendo a las dos personas que más amaba en toda su vida. Había entre una o dos lanzas doradas en cada una de las alas, dos lanzas doradas en su pecho y tres plateadas alrededor de sus brazos y piernas.

No... tu, no.... -dijo Alastor con lágrimas en sus ojos

Lucifer primero cae de rodillas y después se tumba en el suelo en posición fetal. Alastor con mucho cuidado deja a Charlie a un lado y con dolor se arrastra a Lucifer, pero el dolor de la lanza exorcista también lo hace caer por completo.

Lu... ... -decía Alastor con mucho dolor.

Lucifer tenía una mirada opaca, el color empezaba a desaparecer, alza su brazo temblando hacia Alastor y con sus garras rompe el collar de su pecador.

Al fin... eres... aghhh -Lucifer escupe sangre dorada- libre...

No... no, no, no, no... aghh... Luci... -decía Alastor tratando de alcanzar a Lucifer con uno de sus brazos

Dile a Charlie... que la amo... -decía Lucifer con mucha debilidad

Lo siento... lo siento Lu... lo siento... yo... -decía Alastor

Te amo Alastor -dijo Lucifer sonriendo con amor

Alastor lo mira sorprendido

No importa... lo que haya...aagghh pasado... te amo Al -la voz de Lucifer empezaba a sonar menos- yo... ojala... pudieramos... -el color de los ojos del rey empezaba a desvanecer- tener una vida juntos... - su voz sonaba menos, menos que un susurro- enamorarme de ti... otra vez... en otra vida...

No... no me dejes en esta... -dijo Alastor con lágrimas en sus ojos, como pudo, con su último esfuerzo se arrastra y logra juntar su mano con la de su rey y posicionarse un poco sobre sus rodillas para tratar de sostener el rostro de su amado con su otra mano - No me dejes... por favor... aghh -Alastor lloraba- Llevame contigo... no... no me dejes -Alastor lloraba con mucha debilidad- Ghhh -se quejo, al sentir un pequeño golpe en su pecho, al parecer la última energía de Lucifer se escapó de él golpeando directamente al corazón de Alastor, haciéndolo caer inconsciente sobre el pecho de su amor.


...


¡Luci! -gritó Miguel llegando con su hermano menor

¡Luci! ¡Miguel! -Azrael llega con su hermano mayor, quien estaba hincado.

Miguel saca el cuerpo del pecador que estaba sobre su hermano y empieza a inspeccionar el cuerpo de Lucifer

No... no, porfavor no... -decía Miguel expulsando un poco de su poder angelical hacia su hermano inconsciente.

Mierda... ¡Raphael! -grita Azrael

Los demás hermanos empiezan a reaccionar, comenzaban a levantarse, algunos se sacudían el polvo y otros se masajeaban su cabeza, pues aún tenían dolor.

¡Raphael! -grito Azrael otra vez

¿Qué? ¿Qué está pasando? -preguntó Gabriel

Lucifer... -dijo Zaskiel mirando a sus hermanos quien estaban con el menor

No... -dijo Uriel

Rápidamente Raphael y los demás volaron hacia su hermano pequeño.

No... no...Lucifer despierta... ¡mierda!...-decía Miguel con lágrimas en sus ojos, había logrado desaparecer todas las lanzas del cuerpo de su hermano pero Lucifer no respondía a su llamado, Miguel no encontraba algo que salvar de él.

Raph, por favor- rogó Azrael cayendo de rodillas, había perdido toda su fuerza al ver a su hermano en ese estado

Raphael se acerca y empieza a examinar a su hermano, al ver lo que Miguel estaba viendo, empezaba a proporcionarle energía tal como su hermano mayor, poco a poco todos empezaron a proporcionarle energía a Lucifer... pero nada... nada lograba hacerle reaccionar.

No... no puede ser... no... él no ... él... apenas nosotros... él... -decía Miguel con una de sus manos sobre su rostro, tratando de ocultar su llanto y apaciguar el dolor que empezaba a sentir.

Adam y Lute empiezan a acercarse a ellos. También querían aportar gran parte de su poder para ayudar, pero si los supremos ángeles, creados por dios no podían hacer algo, ellos menos iban a lograr algo.

No... tiene que haber algo -dijo Uriel cayendo sobre sus rodillas

¿Qué? ¿Qué es eso? -preguntó Lute señalando a Alastor

¿Ah? -Adam sorprendido mira el pecho de Alastor, una luz brillante empieza a emanar de él- ¿Pero qué? -se preguntó acercándose a Alastor

Eso es... -decía Zadkiel

No... no puede ser... ¿cómo es posible? él... -decía Jophiel

Azrael se acerca a Alastor y lo carga en sus brazos- No importa el como. ¡Vamos! -ordenó Azrael

Miguel se sacude, tratando de quitarse sus lágrimas de encima, carga a Lucifer y se levanta, ambos hermanos se dirigen volando hacia la manzana del hotel, lo que supuestamente sería la habitación de Lucifer.


Después de un rato, Charlie y sus amigos ya estaban junto a ellos. Los ángeles le explicaron que de alguna manera el pecador había salvado una parte del alma de su hermano, y esa mismísima parte, estaba protegiendo el alma del pecador. Ambos estaban inconscientes en la cama del rey, ambos con sus manos unidas, ambos atrapados en un sueño eterno... ambos estaban juntos.




- Fin del Flashback (del infierno) - 

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