Capítulo cinco: Recetas caseras

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Capítulo cinco: Recetas caseras


Al día siguiente decidieron tener lo que al parecer era la segunda cita, ambos se encontraban en el apartamento lujoso de Lucifer, al chico castaño le impresionó lo grande y amplio que era el hogar del rubio, pero logró ocultar su gran sorpresa.

Lucifer y Alastor estaban en la cocina, Lucifer estaba leyendo el libro de cocina de Alastor mientras que el chico castaño estaba batiendo algunos ingredientes. Lucifer mira al chico, estaba sonriendo mientras hacía algo que le gustaba, de alguna manera eso le hacía feliz, no sabía porque tenía este sentimiento con este chico en especial, cuando Lucifer era aplastado por sus fans podía notar como Alastor era el único chico que no le prestaba atención, no lo aplastaba ni agobiaba como todos los demás, como dijo, a él no le importaba admirar como todos esos amigos falsos, debía de admitir, que siempre lo veía, se podría decir que Lucifer acosaba a Alastor con la mirada, siempre solo, siempre leyendo, siempre con la mirada baja, siempre serio o triste, Lucifer estaba feliz por al fin ver la sonrisa del castaño, pero sí que realmente no sabía porque tenía tanto interés en él, no sabía si porque de alguna manera Alastor había quebrado parte de su narcisismo por ser el único chico de la escuela que no le admiraba y le seguía como cachorro perdido, o era más simple como el destino de estar juntos porque si... opto por la segunda, era el destino encontrarse porque si.

Lucifer cierra el libro y lo deja a un lado, busca algo cerca del refrigerador y saca un mini banquito plegable, lo posiciona cerca de una mesa, se sube en el banco, saca una tabla para cortar y empieza a cortar la proteína; carne y verduras. Alastor suelta una pequeña risa.

¿Qué? Asi es mas cómodo -dijo Lucifer

¿Como eres bueno en todos los deportes? -preguntó Alastor

Ohhhh, ¿por qué eso suena como si te estuvieras burlando de mi estatura? -preguntó Lucifer jugando

No, no, no... -decía Alastor un poco nervioso

Tranquilo, sé a lo que te refieres, pues para que sepas, chico que nunca he visto haciendo alguna actividad física... en un deporte es más importante la práctica que tus mismas atribuciones físicas, es cierto, no lo negare, a veces pensaba y deseaba ser más alto... peroooo, con mucha práctica he descubierto que puedo ser muy ágil y así vencer a aquellos que tienen ciertos dotes físicos -dijo Lucifer

Por eso... ¿se te permite presumir esos trofeos en la repisa? -dijo Alastor sonrriendo a ver una repisa en la sala de estar llena de trofeos y medallas

Tsk... es a mi maldito padre al que le gustan esas cosas, a mi no me importa si gano o no, solo me gusta sentir la adrenalina y bueno... acabar con mis rivales es un bonus extra -dijo Lucifer sonriendo


Alastor se acerca a Lucifer y empiezan a mezclar ingredientes juntos, cuando todo ya está listo empiezan a calentar la comida.

¿Este es tu platillo favorito? -preguntó Lucifer

¿Ah? -preguntó Alastor volteando a ver a Lucifer, pues estaba distraído con el platillo

La jambalaya ¿es tu platillo favorito? -preguntó Lucifer

Si, mi mama siempre la preparaba cuando estaba triste y bueno, de alguna manera siempre me subía los ánimos comerla -dijo Alastor sonriendo levemente

Mmm, ¿y por eso te gusta cocinar? -preguntó Lucifer

Si, cocinar me hace sentir que soy yo quien puede... controlar mis propias emociones, como si en el caso estuviera triste, yo puedo volver a sonreír de nuevo -dijo Alastor

Si ese es el caso, si tu felicidad depende de tu estómago -Lucifer suelta una risa -entonces me encargare de hacerte los mejores platillos

¡JA! ¿Tu? -dijo una voz gruesa


Ambos chicos voltearon hacia la voz y se encontraron con el padre de Lucifer

¡Papa! ¿Te puedes largar? -preguntó Lucifer molesto

Ah... buenas tardes señor -dijo Alastor

Chico, es bueno que sepas cocinar y así si fueran pareja no morirán de hambre -dijo el mayor

¿Estas insinuando que no se cocinar? -preguntó molesto Lucifer

No lo insinúo... ¡Lo sé! Chico, este solo sabe hacer panqueques, y con suerte, la mayoría se le queman -dijo sonriendo malvadamente el adulto mayor

¿No tienes cosas que hacer? -preguntó Lucifer indignado

Si, si, si, me voy, no te olvides de la junta para el proximo mes, asi que preparate -dijo el adulto empezando a retirar

¿Cómo me voy a olvidar de eso? -preguntó Lucifer enojado

Si, lo sé, solo quería recordártelo... para que no te distraigas tanto con... otras cosas -dijo el padre despidiéndose de Alastor

¿Junta? -preguntó Alastor

Una estupida junta deportiva... -dijo Lucifer

Suenas como si no te gustaran los deportes -dijo Alastor

Como dije, no es de mi fascinación, creo que solo es un hobbie, lo que me gusta es... -Lucifer de repente se callo

¿Qué es? -preguntó Alastor

Nunca... le he dicho a nadie lo que quiero hacer de mi vida, al final, como este idiota que acaba de irse siempre se rie y dice que mejor me vaya a lo seguro, como dedicarme a los deportes... y bueno... -decía Lucifer

Cualquier cosa que te haga feliz, no tendría que avergonzarte, en especial alguien como tu, es decir, todo te sale bien -dijo Alastor

Lucifer sonrie- Desde pequeño me ha gustado hacer patos, quiero convertirlo en una marca famosa, ya sea de ropa, perfumes, incluso de un maldito parque de diversión, quiero que este desgraciado- Lucifer saca un patito de hule blanco con sombrero negro, de tamaño miniatura, que lo usaba como llavero- se haga famoso y muy popular -dijo Lucifer

Creo... me parece una idea maravillosa -dijo Alastor

Lucifer abre los ojos, Alastor era la primera persona en esta vida que confiaba en sus sueños.

Por cierto... ¿hueles algo raro? -preguntó Alastor

¡Mierda! La jambalaya -dijo Lucifer apagando el fuego

¿Era cierto lo que dijo tu padre? ¿Lo quemas todo? -preguntó Alastor un poco divertido

Tu estabas aquí presente, la culpa se divide en dos tonto -dijo Lucifer mirando a Alastor con molestia, pero divertido

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