Encontrémonos Siempre

Capítulo treinta y seis: A tu lado por siempre

Capítulo treinta y seis: A tu lado por siempre

Alastor camina hacia Lucifer, era extraño estaba en el espacio flotando, pero sobre sus pies por cada paso se formaban varias ondas, como si estuviera caminando sobre el agua, cuando llega con el rubio el rey lo toma en sus brazos. Ambos se abrazan, Alastor no quiere soltarlo.

Por favor... no se que está pasando aquí... pero por favor, vámonos ya -dijo Alastor

Al yo... -decía Lucifer

¡Ya me canse de esto! -grito enojado Miguel con espada y escudo en mano.

El universo que antes estaba estrellado solo era una masa oscura de nada. La tierra empezaba a distorsionarse y a destrozarse, como si se estuviera partiendo en miles de pedazos. En el espacio aparecían todo tipo de objetos de la tierra, árboles, pinos, escombros, muebles, armas, vehículos, todo se estaba distorsionando de una manera terrorífica.

¡Miguel! -gritó Charlie

Miguel peleaba con todo lo que se veía a su alrededor. Lucifer lo entendió, no iba a lograrlo, pero él podía hacer algo para salvarlos a todos. Lucifer voltea a ver a Alastor, lo abraza más fuerte, se separa un poco y le da un beso en los labios, Alastor no se aleja en ningún momento.

Te amo Alastor -dijo Lucifer soltandolo y dirigueindose a Charlie quien no dejaba de mirar a su tío Miguel.

Lucifer abraza a Charlie, dura un poco más que el abrazo del humano- Te amo Charlie, lo eres todo para mi -dijo Lucifer

¿Papá? -preguntó Charlie correspondiendo el abrazo

¿Qué piensas hacer? -preguntó confundido Adam

Lucifer se separa de su hija y le da un beso en la frente, mira a Adam y lo toma de los hombros.

Ni te atrevas a abrazarme o besarme fenómeno -dijo Adam guardando la distancia

Cuidalos, amigo -dijo Lucifer, alza una mano y crea un portal

Lucifer vuela hacia donde está Miguel

¡Papá! -grita Charlie pero de un momento a otro una ventisca aparece y el portal trata de absorber a Charlie y Adam. Ambos se resisten.

Lucifer llega con Miguel.

Lu... ¡No puedo con esto! -dijo Miguel luchando con las sombras

Lo se, pero yo sí -dijo Lucifer

Miguel voltea a ver a su hermano pequeño, una poder dorado emerge desde su centro

No -dijo Miguel

Lo siento -dijo Lucifer abrazando a Miguel- Pero es mi decisión

Luz... -decía Miguel, pero fue interrumpido por un empujón tan fuerte que lo mandó junto con los demás.

Lucifer sonríe, estira tanto sus alas como brazos y una luz dorada empieza a bordear todo su cuerpo.

¡Soy Lucifer! Soy... ¡Libertad! ¡Diversión! ¡Rebeldía! ¡Perseverancia! ¡Rendición! ¡Intuición! y ¡Amabilidad! Soy cada uno de ¡USTEDES! Soy una ¡Identidad! Luchando por un ¡Mañana! ¡PARA VIVIR Y DISFRUTAR! ¡SOY EL ÁNGEL DEL CAOS! -gritó Lucifer siendo cubierto totalmente por la luz dorada, misma luz que lo atraviesa por completo- ¡AAAGGGHHHHHH!

¡LUCIFER! -gritó Miguel, pero el portal empezaba a absorber su cuerpo

La rafaga de luz empezaba a tomar forma de un tronco de luz, al final de él se formaban varias ramas con hojas doradas y brillantes. El mismísimo cuerpo de Lucifer era un portal, tomando todo el mal del mundo y convirtiéndolo en algo bello.