@bakubunny
A Suguru le encanta lo tímido que te vuelves cuando le mueles la polla. Le divierte cómo pasas de desearlo tanto que te subes a su regazo y lo atraes por la cara, todo sonrisas tímidas y manos errantes, a estremecerte y lloriquear, cubierta de piel de gallina, con una cara tan cálida que no puedes ver. su mirada una vez que finalmente esté dentro de ti.
él está profundamente en tu coño. Cada pequeño movimiento envía chispas a través de tu cuerpo. Estás tan lleno, perfectamente estirado sobre una polla tan grande que juraste que nunca podrías soportarla. tu clítoris hinchado roza su hueso púbico cuanto más fuerte lo clavas con cada movimiento, cada movimiento de tus caderas es acariciado por sus grandes manos. te quejas y temblas, las caderas se desaceleran cuando te sientes demasiado bien. es casi demasiado. Te escondes en su hombro. el tono suave de su risa podría resultar burlón si pudieras pensar con la suficiente claridad como para encontrarlo como tal.
"¿Qué pasa, niña bonita? ¿Demasiado para manejarlo por tu cuenta? dice suguru. te frota la espalda mientras te aferras a él.
"N-no", respondes débilmente. "Simplemente se siente bien".
Con los brazos aún alrededor de su cuello, lentamente comienzas a mover las caderas nuevamente. Tu boca se abre en un gemido, su nombre cae de tus labios en éxtasis. Suguru agarra suavemente un puñado de cabello en la base de tu cuello y tira lo suficiente para hacerte gemir, la cabeza cae hacia atrás ante su tacto mientras palpita dentro de ti.
"Siéntate", dijo. "Quiero verte cuando me montes". Tiró un poco más fuerte de tu cuero cabelludo, obligándote a retroceder antes de soltarte.
Ocultaste la forma en que tus ojos se pusieron en blanco por el cambio de ángulo detrás de tus manos, de alguna manera empujando su longitud aún más profundamente en el punto sensible que te hizo gemir.
"Pero s-suguru..."
Suguru sonrió. Sus manos cayeron y agarraron tus caderas nuevamente. se sentía impaciente; Quería follarte estúpidamente con su polla así, para escuchar tus repentinos gritos de necesidad. en cambio, guió tus caderas para comenzar de nuevo con manos fuertes, empujándote hacia abajo sobre su longitud. El sonido pegajoso de tu coño babeando donde ustedes dos estaban conectados solo hizo que tus mejillas se calentaran aún más cuando amortiguaste un gemido. Un gemido bajo llenó su pecho cuando apretaste con fuerza alrededor de su polla.
"Eres tan lindo cuando eres tímido". te quitó las manos de la cara.
Inmediatamente notó la pizca de miedo cuando tus ojos no se encontraron con los suyos. Agarró tu rostro con una mano y con la otra seguía guiando tus ansiosas caderas.
"Sugu..." protestaste. La tensión en tu vientre estaba a punto de estallar mientras él te miraba fijamente.
"¿qué ocurre?" preguntó suavemente, la simpatía en su voz casi fingida. "¿Estás cerca, mi amor?"
Asentiste y jadeaste cuando otra ola de placer abrumador recorrió tu cuerpo.
"No puedo, es demasiado grande, no puedo correrme". las lágrimas picaron tus ojos.
él sonrió. "shh... está bien. Puedes hacerlo, estoy aquí. te entendí. Vamos bebé, ven por mí. déjalo ser."
Suguru observó con un gemido y una mirada juguetona cómo tus ojos se pusieron en blanco y te desmoronaste en su regazo, estremeciéndote y gimiendo tan dulcemente mientras tus piernas temblaban. Su agarre en tu cara te obligó a mirarlo a los ojos mientras cada oleada de placer golpeaba tu cuerpo.
"Eso es todo", susurró. "Esa es mi chica."
Apenas habías bajado de tu orgasmo cuando su mano cayó hasta tu trasero y sus caderas se empujaron hacia las tuyas, estableciendo el ritmo duro que había estado anhelando. Tu rostro se contrajo de placer mientras gritabas y te aferrabas a él por más.
"¡Sugurú! ¡Mierda!"
su sonrisa sólo creció. Parecía que, después de todo, conseguiría joderte como un estúpido.
