@glearyyyne
(21+ DNI) cuando satoru te distrae mientras estás en una llamada con tus amigos. (¡Basado en uno de mis audios favoritos!)
“¿Estoy siendo demasiado ruidoso? ¿Demasiado alto para silenciarlo? Oh, joder. Oh, joder,” susurró Satoru intensamente.
Satoru eligió este momento para follarte mientras estabas en una llamada con tus amigos. Fue frustrante, especialmente porque fue difícil apartar la cara de Satoru cuando logró quitarte los pantalones cortos y comenzó a dejar besos en la parte interna del muslo, peligrosamente cerca de tu coño.
"C-cállate", murmuraste, seguido de un gemido ya que Satoru te tenía acostado boca abajo, su posición favorita.
“Oh, joder. Oh, pero tu cara está tan cerca del teléfono. Eres tú quien deja salir esos gemidos. Dejando salir esos lindos… pequeños y jodidos gemidos”, te dijo Satoru, gimiendo mientras te daba profundas embestidas.
Te tapaste la boca, tratando de amortiguar los ruidos que hacías.
“Oh, joder. Me sorprende que nadie te haya denunciado todavía. Preguntar si estás intentando decir algo. Tal vez piensen que tu micrófono sigue cortando. Y no lo saben…” Satoru hizo una pausa, acercándose a tu oído.
“Que tienes la mano en la boca, tratando de evitar que salga cualquier ruido. Tratando de evitar que se escapen los gemidos de zorra. Sí”, susurró, notando cómo tus paredes se apretaron alrededor de su polla.
“Oh, joder. No quieres que lo sepan, ¿verdad? ¿No quieres que sepan... que te están jodiendo... mientras hablas con ellos? Bromeó Satoru mientras sacudías la cabeza, todavía tratando de reprimir tus gemidos.
"¿Cómo podrías enfrentarlos... si supieran lo puta que eres... a puerta cerrada?" añadió Satoru.
“¿Si supieran de qué clase de puta son amigos? ¿Una puta a la que le encanta que la follen en público? ¿Ser degradado mientras están de guardia con sus amigos? Satoru continuó bromeando.
"Satoru, deja de bromear", soltaste, incapaz de soportar más el placer, y Satoru se dio cuenta.
“Oh, estás dejando salir esos malditos gemidos ahora, ¿eh? Ahora, ¿con ese maldito micrófono silenciado? Toma, déjame activarlo. Veamos qué tan bien te va ahora”, sonrió Satoru, tomando su teléfono y reactivando la llamada.
Rápidamente enterraste tu rostro en la almohada, tratando de reprimir tus gemidos.
“Sí, esa cara en esa almohada. Oh, joder”, susurró Satoru. Podías sentir su risa como una ligera brisa en tu oído, poniéndote la piel de gallina.
“Ah, joder, sí. Oh, deja ese teléfono un poco más lejos”, dijo Satoru, alejando el teléfono.
“Oh, te estás esforzando mucho. Estás intentando con todas tus fuerzas no hacer ningún ruido. Sí, déjales hablar de lo que quieran hablar. Sí, déjalos hablar”, continuó Satoru. Querías callarlo, pero sus implacables embestidas te estaban volviendo loca.
“Como si te importara un carajo cuando esta polla está muy dentro de ti. Oh, estoy bombeando dentro y fuera de ti. Sí”, dijo Satoru, reduciendo el ritmo antes de dar un empujón fuerte y profundo.
“S-Satoru, ah-” gemiste su nombre.
"Oh, mierda. Oh, escucho tu nombre. Oh, será mejor que veas lo que quieren. Habla con ellos mientras te follo por detrás. Sí”, te animó Satoru.
"¿Eh? ¿Hola? Sí, estoy-” te mordiste el labio para detener otro gemido mientras Satoru empujaba con más fuerza, haciendo que te apretaras alrededor de él.
"Estoy aquí, sí, solo estaba haciendo algo pero estoy escuchando, joder", soltaste accidentalmente, tratando de mirar a Satoru pero solo recibiendo una sonrisa a cambio.
"¿Estás bien? ¿Paso algo?" preguntó uno de tus amigos, llamando tu atención.
“¡N-nada! Pero estaré en silencio por ahora ya que Satoru se queja por mi atención”, dijiste rápidamente, sin importarte cómo algunos de tus amigos se rieron de tu explicación mientras presionabas rápidamente el botón de silencio.
Finalmente, dejaste escapar un gemido, hundiendo tu rostro en la almohada nuevamente, pero Satoru no quedó satisfecho.
“Oh, joder. Qué bien, cariño. Oh, sí, quiero saber de ti ahora”, habló Satoru.
"Satoru... por favor, no puedo", soltaste.
Eras un desastre debajo de él, sin importarte tu apariencia, solo lo cerca que estabas del borde.
“Oh, silencié ese maldito teléfono porque quiero escucharte. Sí, saca tu cara de esa almohada. Déjame escuchar a mi puta”, ordenó Satoru, su mano serpenteando hacia tu cuello para hacerte mirarlo.
"Escucha cómo suenas cuando esa polla se folla ese coño. Sí, entrando y saliendo. Sí, eres así. Quiero follarte así. Te retendré en eso”, añadió Satoru.
"Será mejor que se joda ese coño. Sí. Sí, tómalo. Cógelo de mi. Sí. Qué buena chica. Qué buena chica”, elogió haciéndote sentir como si estuvieras en el cielo.
"Ngh-'toru", gemiste y te quejaste.
“Aquí, déjame verte boca arriba. Oh, joder. Oh, joder. Oh sí. Déjame levantarte la camisa. Voy a sentir esas putas tetas mientras te pongo este teléfono en el estómago”, dijo, poniéndote boca arriba suavemente y colocando una almohada extra debajo de tu cabeza para que no tuvieras que hacer nada.
“Si quiero, puedo activar el silencio en cualquier momento y dejar que nos escuchen follar cuando quiera. Cuando quiera, cariño. ¿No te encanta eso? Bromeó Satoru.
Te quejaste, "No... pero-" era difícil de admitir, pero Satoru podía leerte como un libro, haciéndolo reír.
“No, mi bebé no quiere que la atrapen, pero una pequeña parte de ella sí. Lo sé. Oh, oh, joder", gimió, entrando en ti de nuevo.
Antes de que te dieras cuenta, habías abandonado la llamada con tus amigos, ya que Satoru no había terminado de follarte".
