@glearyyyne
(21+ DNI) Cuando Satoru te castiga, pero es demasiado bondadoso para ti.
"Satoru, por favor", suplicaste.
"Cállate, princesa", respondió Satoru con severidad, dejándote lloriqueando con lágrimas cayendo de tus ojos mientras intentabas correrte con tus dedos.
Satoru acababa de castigarte haciéndote darte placer sin su ayuda.
Sabías que no deberías haber hecho esa broma, pero ya era demasiado tarde.
"Dije que lo siento, 'toru", suplicaste.
Mientras estabas solo en la cama, Satoru estaba sentado en el sofá frente a ti. Abrió las piernas y comenzó a masturbarse mientras te veía luchar por alcanzar el orgasmo.
"¿No me dijiste que podías correrte con tus dedos en ese entonces?" -Preguntó Satoru. Gemiste molesto. "¡Eso fue hace mucho tiempo cuando no habíamos tenido relaciones sexuales!" Razonaste en voz alta, todavía tratando de señalarte.
"¿Qué te dije acerca de levantar la voz?" El tono intimidante de Satoru te hizo querer enterrarte vivo.
Permaneciste en silencio, dejando escapar gemidos y quejidos mientras empujabas tus dedos más profundamente, tratando de alcanzar el lugar que solo Satoru podía golpear.
Solías contentarte con tocarte a ti mismo antes de que tú y Satoru comenzaran a salir. Pero después de experimentar el placer que él podía brindarte, se sintió como el paraíso en comparación con lo que podrías hacer por tu cuenta.
Cerraste los ojos, gimiendo de frustración mientras intentabas empujar más profundamente a pesar de que lastimaba tus paredes. Todo lo que querías era correrte y disculparte con él.
No te diste cuenta de que Satoru había dejado de masturbarse. Estabas tan cerca de correrte cuando lo escuchaste suspirar. Abriste los ojos y te quedaste paralizado, tu mano se detuvo por miedo a que pudiera estar enojado.
Se acercó al borde de la cama y rápidamente apartó tu mano, que estaba cubierta de fluidos.
"Lo haré", dijo suavemente, sorprendiéndote. Se lame suavemente los dos dedos antes de empujarlos dentro de ti. Gemiste cuando él llegó fácilmente a ese punto sin ningún problema.
"Lo-lo siento, 'toru", intentaste disculparte, pero él te hizo callar.
"No lo estés, solo concéntrate en correrte", dijo Satoru.
No dijiste nada más, gimiendo en voz alta cuando finalmente tenías sus largos dedos dentro de ti.
Satoru ajustó su posición, dejándote recostarte sobre su pecho mientras él se concentraba en hacerte correrte.
"Muy bien", arrastraste las palabras, arqueando la espalda cada vez que Satoru alcanzaba ese punto óptimo. "Lo sé", dijo con orgullo, sabiendo que sólo él podía hacerte sentir así.
Usó su otra mano para pellizcar y torcer tu pezón, haciéndote retorcerte al sentir que se acercaba tu clímax.
"Ya voy", murmuraste, pero lo suficientemente alto como para que Satoru lo escuchara. Tarareó, acelerando el paso, haciéndote gemir fuerte y echar la cabeza hacia atrás mientras te corrías.
"M-mierda", soltaste después de correrte.
Satoru te dio suaves besos en tu hombro mientras respirabas pesadamente, calmándote después del intenso clímax.
"Lo siento, Satoru", le dijiste de nuevo, sólo para estar seguro.
"Está bien, cariño. De todos modos, soy demasiado bondadoso para ti", dijo riendo. Te reíste pero notaste lo duro que todavía estaba.
Te levantaste de la cama y te arrodillaste frente a él mientras sostenías su dura polla.
"Déjame devolverte el ", dijiste.
Satoru sonrió, usando su mano para acariciar tu mejilla.
"Claro", respondió.
