Capítulo 24

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.Día 22 de Julio del Año 2010.

.Ciudad de Kuoh - Club del Ocultismo - 9:45 am.

"¿Ya te vas?".

Inquiere una voz femenina, impregnada de un tono juguetón y sorprendido, como si la partida prematura fuera un acto inesperado y ligeramente cómico.

—Oh, no, tú otra vez no. —exclama Blake con una mezcla de resignación y fastidio, dirigiéndose a la sacerdotisa del rayo que, con pasos apresurados, se aproxima al evolucionado del Redlight— No deberías estar aquí.

—Es Rías quien me ha encomendado la tarea de vigilarte, ya sabes, una especie de "mantén un ojo en él". —replica la demonio con una sonrisa astuta y un brillo travieso en los ojos— Una directriz de la presidenta es, sin duda, una directriz que no se puede ignorar. Y, ¿quién puede predecir si ese Desmond Tyler decide reaparecer y despedazarte? —plantea la pregunta con una ceja arqueada, dejando la duda flotando en el aire, mientras Blake opta por guardar silencio— Piensa en mí como tu demonio guardián personal.

—No necesito un demonio guardián, y mucho menos uno que sea un estorbo. —afirma Blake con firmeza, dejando escapar un suspiro cargado de frustración— No sobrevivirías en el lugar al que me dirijo. Es un terreno demasiado hostil y peligroso, no van a durar ni cinco minutos.

—Qué considerado de tu parte preocuparte por mi bienestar. —responde Akeno, parpadeando con coquetería y una sonrisa pícara— Entonces, ¿nos ponemos en marcha?

Blake frunce el ceño, cierra los puños con fuerza, pero, a pesar de su evidente irritación, opta por seguir adelante. Gira la cabeza ligeramente hacia Akeno y le habla con un tono grave y solemne:

—No te quedes atrás. Si no puedes mantener el ritmo, no me detendré a esperarte. —advierte el evolucionado, dejando claro que, si ella no es capaz de seguirle, quedará fuera de la misión— No tengo intención de soportar un sermón de ocho horas por parte de la insufrible Rías, así que si te encuentras al borde de la muerte, regresa a la cabaña. No está a discusión.

—¿Acaso me subestimas? Normal, todos lo hacen. —asegura la demonio, su tono es juguetón y claramente se está divirtiendo con la situación— Dime... ¿cuál es la meta de esta excursión? —pregunta Akeno, avanzando con una sonrisa tenue pero genuina. Sus ojos destellan con curiosidad— ¿Vas a emprender alguna de tus misiones solitarias otra vez?

—Mi objetivo es dar caza a una científica que forma parte de los "Los Siete". —responde Blake con seriedad, su voz es firme y su mirada, inquebrantable— Ella posee la clave para acercarme a Desmond Tyler y, con él, a las respuestas que tanto he buscado.

—Para ti, "cazar" es sinónimo de asesinar, devorar y apropiarte de sus recuerdos, ¿me equivoco? —Akeno lo interroga, su mirada es desafiante y su postura, desafiante, como si estuviera retando la perspectiva de Blake—

—Eres perspicaz. —responde Blake con un tono que denota un reconocimiento frío y calculador—

—¿Y no has considerado, aunque sea por un momento, que existen alternativas que no requieren derramamiento de sangre? Entiendo la necesidad de enfrentarse a Demonios Renegados y Ángeles; en esos casos, es una lucha por la supervivencia. Pero, ¿eliminar a una científica que no te ha causado daño alguno? Y si resulta que está embarazada, ¿procederías a matarla de todas formas?

—Sí. —responde Blake sin titubear—

—Parece que el concepto de misericordia te es completamente ajeno. —Akeno suspira con un dejo de decepción—

Un Prototipo en DxD (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora