The Meat Demon (El Demonio de la Carne)

CHAPTER 2

¿Realmente había aceptado algo así? Vamos Youngsoo, eres un idiota. Había pasado mucho tiempo pensando en ello que no pudo dormir lo suficiente. Diría que se la pasó jugando algún videojuego. Un poco absurdo, pero totalmente posible.

Viernes...el Caporegime lo había citado a la 1 am, así que hoy debía dormir temprano. Después del entrenamiento dedicó tiempo en el jardín, así se relajaba un poco.

¬Hola, chico. ¿Vienes a cenar?

Le dice la Consejera, entrando a su habitación. Él escribía en su computadora.

¬Mejor paso, gracias. No tengo mucha hambre todavía.

¬De acuerdo.                                                                               Youngsoo frunce los labios.

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Alrededor de las 8 pm decide bajar para ver qué hacen otros miembros en la sala. Lo primero que ve es a Lades cómodamente sentado cruzando sus piernas en un sillón individual, que estaba mirando grabaciones de antiguas generaciones de otras familias, y además a Máximo, Sarah y Topacio acompañándolo sentados en el suelo frente al televisor.

¬Hey, ¿qué están viendo? Se sienta entre las chicas.

¬Al parecer el Capo está viendo el entrenamiento de otras familias, se ven muy antiguas.

Le dice Sarah en un susurro.

¬Él ya estaba aquí cuando nosotros llegamos, así que no quisimos decir nada.

¬Aah...creo que todos como él son muy rudos, ¿no lo creen? Es decir, todas las personas en este puesto parecen no tener expresión alguna.

¬Lo sé, es aterrador.

¬¿De verdad creen eso?

Dice Máximo en tono de burla, pues sabía que tal descripción es parte de la faceta en su trabajo.

¬Desde luego que sí, bro. Prácticamente acabamos de conocerlo y es muy serio, demonios.

¬Ok, pero ¿por qué estamos susurrando?

¬No estarán hablando de mí, ¿o sí, compañeros?

Los más jóvenes se miran sorprendidos entre sí, a lo que Máx se permite reír abiertamente por sus expresiones.

¬No, no.

¬Es decir, sí... pero nada malo, ¿sabe?

¬¡Sarah!                                                                        Exclaman Hao y Topacio.

Lades sonríe.

¬Vamos, a dormir todos. No quiero ver a ninguno de ustedes cansados mañana en el entrenamiento.

De inmediato los jóvenes se levantan y se apresuran a dejar la sala.

Youngsoo ni siquiera recuerda por ese momento lo que está por hacer en algunas horas, mas Félix le sigue con la mirada hasta que se pierde con los demás al doblar el pasillo.

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No se da cuenta en qué momento se ha quedado dormido. Se levanta de golpe pensando que se le ha pasado la hora.

¬Ah, qué alivio. Eran poco más de las 11:30 pm.

Cae en cuenta de sus palabras y automáticamente frunce su rostro.