sm [Taekook]

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Jungkook estaba tras las trincheras intentando controlar su respiración mientras esperaba a que alguien lo sacara de allí.

Aquella granada había caído lo suficientemente cerca como para que varios compañeros de su escuadrón resultasen heridos, incluso él mismo.

Reposó la mano sobre su costado aún sangrando y cerró los ojos cuando el pitido en sus oídos se hizo más fuerte.

Apenas dos semanas de enfrentamiento lo tenían destrozado. Por suerte parecía que todo acabaría más rápido de lo esperado y las noticias internacionales no daban ni un minuto de tregua para anunciar el fin de aquella batalla que parecía acabar con la retirada del bando enemigo.

Por ahora su única misión era mantenerse con vida mientras sus compañeros ahuyentaban al bando enemigo de las fronteras de la ciudad y no entorpecerlos hasta que pudiesen sacarlo de allí.

Tuvo que esperar dos horas más de sufrimiento que le llevaron a la rápida conclusión de que sus heridas no eran tan graves como había pensado en un inicio, de lo contrario ya habría muerto desangrado.

Aún estaba consciente cuando lo trasladaron en una camilla improvisada hacia la base más cercana que había establecido su escuadrón, donde había dos médicos y tres auxiliares que atendían a numerosos hombres.

Al menos las bajas habían sido escasas los últimos días y los heridos que llegaban no parecían mostrar lesiones muy graves más allá de huesos rotos o heridas que apenas con una sutura y un vendaje se remediaban.

—Aguante oficial Jeon, en seguida le atenderá el doctor Kim —anuncia uno de los chicos bajo su mando que cargaba su camilla por la parte delantera.

—Puedo aguantar Choi, primero atended a los heridos graves y comunícale al señor Wang que no habrá retirada, apenas el bando enemigo retroceda avanzad con los acorazados y estableced la barrera aún más al frente —era imposible no admirar como incluso en aquella circunstancia seguía teniendo en mente toda la batalla y preocupándose por los suyos —vamos a poner fin a esta mierda de una vez.

—Sí, señor.

Apretó sus ojos cuando una punzada lo azotó otra vez y al abrirlos se cruzaron con el doctor Kim, que estaba administrándole en vía algún anestésico a uno de sus hombres.

Ambos soldados trasladaron el cuerpo del oficial a una camilla más decente y saludaron con un leve gesto al doctor antes de retirarse para ofrecer ayuda a más compañeros heridos.

El rubio al momento dejó atrás todo lo que estaba haciendo y se acercó para examinarlo con cuidado, ambos manteniéndose en silencio. Poco después de identificar las heridas más visibles, usó unas tijeras para romper la camiseta y desvelar la herida de su costado.

—No tiene buena pinta, ¿verdad doctor? —alza una ceja en tono de burla que pronto cambió a una expresión de dolor.

—Idiota sin cuidado —bufa revisando que no hubiese nadie a su alrededor más que los pacientes sedados para soportar el dolor —si te pasa algo me muero Jungkook, así que déjate de bromas.

—En serio no puedes vivir sin mi —el pelinegro soltó una risita mientras lo miraba limpiarle las heridas intentando contener las quejas.

—No puedo, así que ten más cuidado, ¿si?

Jungkook lo miró con una leve sonrisa y con sus ojos algo más cerrados.

—Tenía que cubrir a los chicos bajo mi cargo, tengo que ser un buen camarada —habló en un suspiro ya con sus ojos cerrados —me duele mucho Taehyung, ¿podrías hacer que pare?

—No me queda mucha anestesia y hasta que traigan más te habrás muerto desangrado —mientras hablaba, estaba preparado hilo y aguja para coserlo —te toca aguantar.

—Joder —agarró el trapo que Taehyung le estaba ofreciendo para morderlo y así soportar un poco el dolor o al menos no acabar gritando.

Agradeció infinitamente que Taehyung fuese espléndido en su ámbito y solo hubiese extendido la tortura de ser suturado sin anestesia apenas unos minutos. Por un momento pensó que iba a desmayarse del dolor, pero consiguió resistir por aquel chico que, una vez más, estaba salvándole la vida.

—Ya está, ya ha pasado lo peor —anuncia cubriendo la zona cosida con una gasa.

—No sé qué haría sin ti.

—Tendrías a otro médico  —sencillamente se encoge de hombros y se dedica a curar la herida de su pierna, que simplemente necesitaba limpieza y cobertura.

—Sabes que no me refiero solo a eso.

—¿El oficial Jeon diciéndome palabras bonitas? ¿Te has lesionado la cabeza también? —pregunta alzando una ceja y asegurando que la venda alrededor de su pierna estuviese ajustada.

—Supongo que estar al borde de la muerte es suficiente aliciente para recordarte que te quiero —susurra haciendo que Taehyung se quedase pillado unos segundos. Pocas veces había verbalizado aquellas palabras, pero normalmente Jungkook lo demostraba de sobra con acciones.

—No digas eso, no tienes nada tan grave y la guerra parece estar cerca de su fin, así que vas a vivir —niega dejando su pierna y acercándose a su rostro para limpiarlo con un paño mojado en agua limpia y así quitar todo el polvo y poder poner un par de tiritas —y también te quiero.

—Nunca pensé que la guerra me traería algo bueno, ¿sabes?

Taehyung decidió finalmente callarlo juntando sus labios.

—No es muy divertido esconderlo pero, también me alegra haberte conocido —el rubio suelta una risita y vuelve a besarlo, aunque se separa al escuchar soldados aproximándose, probablemente trayendo a un herido —ahora debe descansar oficial Jeon, tómese esto —esta vez le dio una pastilla para el dolor con un vaso de agua —y trate de dormir un poco, sobre todo no haga movimientos bruscos, podría abrir los puntos.

—Como mande, doctor Kim —ambos chicos compartieron una mirada cómplice antes de que el rubio fuese a atender al nuevo paciente.

Aunque ambos estaban sumamente felices de haberse encontrado allí, solo deseaban que aquel conflicto acabase de una vez por todas para poder seguir con sus vidas tal y como en un principio, salvo por la novedad de que ahora se tendrían mutuamente.

One shots «KookV/Vkook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora