My time ¡kooktae!

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Todo lo que quedó de la tarde Jungkook y Taehyung lo pasaron juntos en la cocina donde el alfa se había encargado de prepararle a su omega unas galletas con chispas de chocolate, que resultaron ser bastante deliciosas.

Taehyung nunca había sido muy amante de las cosas dulces pero las galletas preparadas por el pelinegro eran tan deliciosas que solo le habían abierto el apetito para más.

También estuvieron charlando, hablando de cosas ocasionales y contando anécdotas divertidas de sus vidas. Por un instante Taehyung pudo olvidar por completo la manera bastante poco tradicional en la que había conocido a Jungkook, además de lograr ignorar por completo el hecho de que no tenía mucha elección si quisiera o no estar con el último mencionado.

A parte de eso también por la tarde estuvieron leyendo algunos libros en la habitación que oficialmente le pertenecía al castaño, que antes era del alfa. Habían visitado de nuevo la biblioteca y Jungkook le dejó coger algunos libros. Aún que al entrar a la amplia habitación, con olor tan agradable para el castaño, que era un gran amante del olor que desprendían los libros, el pelinegro se había comportando un poco, demasiado raro.

Parecía nervioso y continuamente perseguía con la mirada cada movimiento dado por el más pequeño. También varias veces le había negado poder coger algunos libros con la excusa barata de "es que son muy viejos no creo que sean de tu agrado". A eso sumándole que parecía ansioso para que los dos salgan de la habitación lo más rápido posible y le había dicho que mejor que no lean ahí si no en su habitación, para mejor comodidad, otra excusa que a ojos del omega eran bastante estupida.

Pero al final todo, el anochecer lo pasaron leyendo los dos acostados en la amplia cama con sábana de seda. Después cenaron tranquilamente en la cocina una deliciosa cena bastante bien preparada. Y para finalizar el día Taehyung había caído de nuevo en un sueño profundo junto con Jungkook que se había quedado dormido en la silla que ahora ocupaba un espacio al lado de la cama.

Según el alfa, para evitar evadir el espacio personal del omega, por ahora sería mejor que duerman separados.

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A la mañana siguiente el ruido de la puerta abriéndose fue lo que causó que el omega con leve olor a sandía despertara de su pacífico y tan tranquilo sueño. Con pesar y aún visible pereza se levantó de la cama acomodándose ahora ya sentado sobre el suave colchón.

Mientras tanto por la puerta había entrado Emma que llevaba en sus manos una bandeja de color negro llena de diferentes platos de comida junto con agua. Se acercó a la cama y posicionó la bandeja en los muslos del omega acomodándola lo mejor posible para que no se caiga.

- Aquí tiene mi Señor su desayuno. - la mujer le sonrió de manera amable para seguido hacer una reverencia. - También su majestad dejó para usted esto de aquí.

La mujer se sacó del bolsillo un papelito plegado cuidadosamente en cuatro. Se lo extendió a Taehyung dejando que ese lo agarre con suavidad y cuidado. La mujer sin quitar su sonrisa volvió a hacer otra reverencia para luego girarse y salir de la habitación tranquila.

El castaño pestañeó varias veces al ver lo rápido que la criada había entrado dejado la bandeja junto con la pequeña notita y se había ido. Se convenció casi enseguida que seguramente era por que tenía muchas cosas por hacer y simplemente decidió con cuidado abrir el papelito y leerlo.

Cuando por fin lo hizo una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios y no pudo evitar sonrojarse su lobo despertando casi enseguida y poniéndose a aullar. En la nota con una letra bastante bonita el alfa había escrito: