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Jimin no deseaba irse. No quería dejar solo a su mejor amigo en garras del alfa puro. Temía por la seguridad de la persona con la que tantos años ya llevaban de amistad.

Pero era consciente que tarde o temprano debería de abandonar el lugar porque su sitio no era ahí, o por lo menos no por ahora.

Por la mañana del día siguiente Yoongi le despertó a él y al omega castaño. El primer dicho dándole besitos en los cachetes a su beta y uno que otro en sus esponjosos labios.

Les dejó que se tomen su tiempo para arreglarse y ponerse en condiciones y les dijo que Jungkook estaba en la cocina esperando a hablar con ellos.

Por supuesto la primera reacción fue de asombro y cierto miedo por parte de los dos amigos, pero el rubio les dejó muy en claro que ya había hablado con el pelinegro y que no estaba enfadado ni mucho menos.

Cuando por fin el rubio abandonó la habitación y les dejó solos Taehyung no esperó ni un segundo más para enterrar su rostro en el pecho del beta, suaves sollozos saliendo de entre sus labios.

A Jimin se le rompía al corazón al escucharlo tan mal.

- Chim ¿enserio te tienes que ir? - el castaño levantó la mirada para encontrar la del peligris sus ojos llenos de esperanza.

- Por ahora sí tigrecito, pero te prometo que pronto volveré. - se apresuró en susurrarle a la oreja.

Jimin tenía la esperanza de poder cumplir su promesa. Aún que en cierto punto sabía que era poco probable.

Luego de eso el peligris le ayudó al omega a elegir un vestido ligero de su armario y le alago por lo bien que le quedaban las prendas. Yoongi le había explicado hace mucho que en su cultura los omegas vestían ropa socialmente vista como femenina así que en ningún momento puso eso en cuestión para el castaño.

Una vez que los dos ya estaban listos y arreglados, sin importar que el beta no había tenido la oportunidad de cambiarse de ropa, salieron del baño y Taehyung fue el que guió a su amigo hacia la cocina.

Cruzaron el amplio y moderno salón y se adentraron a la cocina en pocos minutos. Dentro estaba sentado tranquilamente el alfa puro y al delante suyo estaba Yoongi.

Los dos estaban desayunando en silencio hasta que al escuchar la puerta levantaron sus cabezas y enseguida toda su atención se fue a sus respectivas parejas.

Un poco incómodo Taehyung se separó de Jimin para poder ir y sentarse al lado de Jungkook. Tenía claro que el beta prefería estar al lado de su pareja en ese momento así que respeto eso sin rechistar.

- Buenos días. - el tono dulce y suave del pelinegro llenó toda la habitación.

- Buenos días. - tímidamente Taehyung le respondió bajando su mirada a sus manos que estaban entrelazadas en su regazo.

Jimin y Yoongi se mantuvieron en un silencio algunos minutos más observando la pareja que parecía incapaz de comunicarse.

- Jungkook, ¿Tú no le quierias decir algo a Taehyung? - Yoongi fue el primero en abrir la boca y animar a su mejor amigo.

El pelinegro enseguida asintió y miró al omega castaño a la cara sin importarle que ese aún tenía sus ojos mirando hacia abajo.

- Yo me preguntaba si querías hoy dar un paseo por la manada, podemos ir a ver los jardines y que te presente a alguna que otra persona. - con el nerviosismo notándose a montones en su voz Jungkook dijo. - ¿Te parece?

Por unos instantes Taehyung se quedó en silencio y tan solo levantó sus ojitos para mirar a Jimin. Ese por su parte enseguida le hizo una señal en aprobación animándole a aceptar la propuesta hecha.

My time ¡kooktae!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora