63

788 120 12
                                    

Dos semanas después

Taehyung descansaba tranquilamente en el amplio sofá que se encontraba en medio del salón mientras sus ojos estaban clavados en la televisión que estaba encendida y proyectando algún programa de comedia mediocre.

Su pancita era bastante voluminosa y más por la pose en la que se encontraba haciéndola destacar muchísimo más. Lo bueno de su tamaño era que podía usarla como una pequeña mesita y no tener que levantarse cada vez que deseaba comer algo.

Que era lo que justo estaba sucediendo en este momento. Un pequeño cuenco lleno de uvas verdes yacía sobre su redondo y voluminoso estómago mientras que pasando los minutos iba agarrando y metiéndoselas a la boca.

Sus pies, por otro lado, descansaban encima de una pequeña almohada que había sido puesta por los criados en la mesita delante del mueble. Todo echo con el único fin de que el castaño esté cómodo y feliz.

- Cariño ¿cuántas veces te tengo que decir que no uses tu pancita de mesita? Puedes poner las uvas al lado tuyo amor. - el alfa entró en la habitación con un paso rápido acercándose a su amado esposo mientras lo regañaba con suavidad.

Taehyung solo pudo hacer un puchero bastante notorio como respuesta a las palabras sueltas por su marido y meterse la fruta, que había estado agarrando hace algunos segundos entre su dedo índice y pulgar, en la boca.

Un gesto que provocó bastante gracia en el mayor y que acabó por dejar un suave besito en la frente de su amado omega mientras una de sus manos se acercaba el cuenco en su panza y lo alejaba del lugar con cuidado.

- ¡Hey! - Taehyung enseguida arrugó el entrecejo en claro descontento con lo que estaba sucediendo e intentó detener la mano "traidora" de su marido que estaba alejando su merienda de él. - Devuélveme eso.

Jungkook solo negó suavemente dejando otro besito lindo y cariñoso en la frente del castaño para distraerlo de nuevo mientras dejaba el recipiente con las frutas al lado suyo descansando encima del sofá.

- Luego el bebé empieza a meter muchas pataditas y te quejas así que mejor deja de usar al cachorro como mesita para tus comidas y usa los muebles. - lo siguió regañando con un tono dulzón y bastante empalagoso mientras sus dos manos ya se encontraban encima del estómago contrario y lo acariciaban.

El lobo de su omega ronroneo sin poder evitarlo al sentir el tacto impropio "traicionando" así a su humano que estaba más que disgustado con las acciones de su marido.

- ¡Pero yo quiero comer! - se quejó mientras movía sus manos histéricamente alrededor suyo, incluso hubiera empezado a patalear para finalizar por completo su rabieta pero sus pies hinchados dolían en demasía como para levantarlos de la cómoda almohada en la que estaban.

- Y puedes comer todo lo que quieras amor de mi vida pero bebé no es una mesita para los cuencos ¿de acuerdos? - el alfa lo miró con sus ojos llenos de reproche y cierto descuerdo mientras el omega solo volvía a hacer un puchero, muy lindo a su parecer. - La última vez, que te acuerdo fue ayer, hiciste lo mismo y toda la noche después no pudiste dormir por culpa de las pataditas que te dejaba nuestro cachorrito, así que para evitar que estemos los dos toda la madrugada despiertos, de nuevo, sería mejor que no hagas eso.

Taehyung cruzó sus brazos en muestra de enfado posicionándolos encima de su pecho y apoyando sus codos en la barriguita de ocho meses. Sin lugar a dudas era una vista demasiado tierna para cualquier persona que llegara a verla.

- Pero... - pensó detenidamente como contradecir a su esposo, su mente quedando en blanco y su lobo levantándole una ceja sabiendo bien que su alfa siempre tenía la razón en cosas como esta. - No es justo.

My time ¡kooktae!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora