My time ¡kooktae!

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- ¿T-todo ese tiempo vosotros sabías que y-yo soy omega? - aún agarrando la mano de Jungkook por miedo a perder su único apoyo dijo, su tono saliendo más fuerte de la cuenta.

La pareja de casados se quedó en silencio ante la pregunta intercambiando miradas en el proceso. Los dos parecían indecisos sobre lo que querían decir.

La mujer tan solo se pudo morder el labio y acercarse más a su marido que a su vez apretó la suave tela que cubría la cintura de su esposa.

- Será mejor que hablen. - el tono áspero y fuerte de Jungkook llenó el ambiente silencioso.

Los adultos se sobresaltaron por las repentinas palabras y tan solo pudieron mirar el suelo aún con evidente inseguridad sobre algo.

- Sí, sabíamos que eras omega des del principio. Ya lo dijimos antes, cuando naciste nos lo dijeron. - por fin hablo Yujun su mirada entrelazándose con la del castaño.

El omega solo pudo seguir soltando más lágrimas dolores al escuchar lo dicho. Apretó entre sus dedos, aún más fuerte, el dorso de la mano del alfa puro y sus fuertes feromonas, que la pareja era incapaz de sentir, llenaron de tristeza todo el espacio.

- ¿P-por que no me lo dijisteis? - seguido de lo dicho varios sollozos se escaparon de entre los labios del más pequeño.

La mujer levantó la mirada y frunció el ceño extrañada de las palabras que soltaba el omega. Le parecía más que obvia la respuesta de su pregunta y solo pudo girar los ojos en demuestra de su claro fastidio.

Tanto su marido como ella estaban hasta más no poder del castañito y lo único que querían en ese momento era que se vaya de una vez de su casa y que no vuelva nunca más.

Solo que eso no lo podían decir en voz alta, por supuesto.

- ¿Por qué deberíamos habértelo dicho? - Deji simplemente respondió la pregunta con otra, siseando cada palabra que salía de su boca.

Jungkook enseguida miró la mujer con sus iris rojos a punto de saltar y matarla de una vez por todas. ¿Quién se creía esa patética beta para no responderle a su omega?

Su lobo no estaba mejor que él, su animal estaba gruñendo y enseñando los colmillos de manera violenta, soltando feromonas amenazantes para advertir a la gente cerca de él que estaba a nada de matar a esos dos par, a su parecer, de estupidos.

- Responde su pregunta. - su tono ahora era mucho más amenazante y demandante. Se notaba que al alfa le faltaba poco para salirse de sus casillas.

Por otro lado Taehyung simplemente se había girado sobre sus talones para poder mirar a Jungkook a los ojos. Por un momento había dejado de lado al matrimonio.

Una vez que el pelinegro se dio cuenta de ello le devolvió la mirada, sus ojos cambiando a su color natural enseguida. Los dos parecían estar en un estilo de burbuja que pertenecía tan solo a ellos dos y a nadie más.

El lobo del omega estaba ansioso por volver a sentir a su alfa cerca de él y se sentía desfallecer si tan solo pasaba un minuto más lejos de su destinado.

Taehyung por otra parte estaba devastado. Todo lo sucedido hasta hace tan solo tres horas lo había rematado. La poca voluntad de volver a tener una vida tranquila y feliz había desaparecido, se había desvanecido por completo.