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A la mañana siguiente todo parecía volver a su respectiva normalidad. Nada fuera de lo común se dejaba ver a los alrededores de la manada y tampoco dentro de ella. Todas las personas seguían al curso de su vida como si nada hubiera sucedido.

Jungkook, que pasó toda la noche sin separarse de Taehyung durmiendo en un lado de la cama, abrió los ojos con pesadez y descubrió que el omega ya estaba despierto y leyendo un libro.

La espalda del castaño estaba pegada a la cabecera de la cama y sus codos, que estaban apoyados en su regazo, daban la fuerza principal para que pueda sostener el libro entre sus manos.

El pelinegro no le prestó mucha atención a la lectura que podía tener el castaño y sin perder más tiempo se levantó, sentándose en su lugar. Luego de eso con cuidado agarró el libro de entre los delgados dedos contrarios y con cuidado marco la página a la que estaba abierto, para luego dejarlo en la mesita de noche.

Taehyung lo miró curioso sus ojitos avellanas llenos de tranquilidad y paz. Parecía no estar dispuesto a pensar y tampoco hablar sobre todo lo que había sucedido al día anterior.

Solo que Jungkook tenía otros planes y sabía que quería o no al omega tendría que escucharlo y hablar con él sobre el tema que tanto estuvo atormentando sus días.

Ahora que el castaño sabía la verdad nada lo detenía por simplemente hacer alguna tontería, incluso si el alfa intentara detenerlo había una gran posibilidad de que no llegue a tiempo o algo por el estilo.

Los dos se miraron a los ojos unos largos cinco minutos a lo que el omega había dejado sus manos descansar en su regazo y el alfa tomaba el coraje suficiente para tocar el tema que deseaba hablar.

- Verás Taehyung - la voz áspera y un poco desgastada de Jungkook llenó todo el incómodo silencio entre los dos. El omega enseguida le prestó la atención solicitada. - No se muy bien por dónde empezar pero, me gustaría preguntarte ¿cómo te sientes al respeto, después de saber toda la verdad?

Sin poder evitarlo el omega frunció el ceño un poco extrañado por la cuestión que el pelinegro le estaba planteando. Sí, bien era cierto que se encontraba devastado y sin palabras para describir su tristeza, pero aún así había una parte en él que simplemente lo aceptaba.

Eso, a su parecer, se debía a que durante toda su vida siempre le habían mentido. En su opinión personal la mentira era la peor enfermedad de cualquier relación, y supongo que eso lo acababa llevaba al borde del cansancio mental y físico.

El hecho de no saber que era verdad y que mentira.

La simple desconfianza que crecía cada vez más en él y le hacía sobrepensar hasta lo más mínimo que sucedía a su alrededor.

Supongo que eso fue lo que lo llevó al borde de la quiebra mental y ahora que por primera vez en su vida alguien se había dignado a decirle la verdad, una parte de él simplemente se encontraba en paz.

Triste, por supuesto, pero en paz.

- No lo sé. - levantó los hombros, su expresión cambiando a una despreocupada. - Me siento triste por todo lo que sucedió con mis, no sé ni cómo llamarlos. Pero también estoy tranquilo, porque por primera vez alguien fue sincero conmigo.

El omega llevó su mirada, un poco más apagada que antes, a su regazo donde estaba jugando con sus dedos.

- Lo siento mucho. - murmuró por lo bajo Jungkook.

Taehyung volvió a fruncir el ceño un poco extrañado por la repentina disculpa de parte del alfa.

- ¿Por qué te disculpas?

My time ¡kooktae!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora