My time ¡kooktae!

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Desde que nombraron a Taehyung omega madre la progenitora de Jungkook era repudiada por todos. Cada día al salir de su casa recibía tratos cada vez peores.

La gente la miraba por encima del hombro y muchas veces le negaban la venta y compra de alimentos y prendas. Los alfas le gruñían y solían enseñarle los colmillos con rabia, los omegas en cambio se reían de ella y de lo miserable que se veía.

Hace ya bastantes meses desde su última reunión con su hijo en la que ella afirmaba con certeza que Taehyung no era un omega. Desde entonces Jungkook le negó cualquier ayuda económica.

Eso significaba que la mujer no tenía la posibilidad de comprarse casi nada. Lo único que le quedaba era gastar los pocos ahorros que fue recogiendo durante su vida.

Su marido, que se murió días después de la llegada de Taehyung a la manada, le había dejado en herencia una pequeña casa en el centro de sus tierras y algunas joyas que podría revender a lo largo de los años.

Solo que eso no le fue de mucha ayuda, al intentar venderlas nadie quiso comprarlas e incluso algunos se negaban siquiera a hablar con ella.

Era consciente que no podía pedir a su hijo ayuda porque ese iba a negarse rotundamente a dársela, así que solo le quedaba apañarse sola, como cuando aún no estaba casada.

Los primeros meses le iba bien, nada fuera de lo común y normal, pero cuando tuvo que nombrar al castaño omega madre, las pocas ayudas que tenía se le acabaron.

Así que desesperada por lograr de nuevo tener el control no le quedó de otra que estar persiguiendo y escuchando las conversaciones que Taehyung tenía con diferentes personas de la manada, algunas amistades y sobre todo con Jungkook.

Esperaba poder encontrar algo con lo que volver a bajar la estabilidad mental del omega madre actual y no tardó mucho en encontrarlo. Al escuchar su pequeña charla con Jimin en la cafetería principal, en la que había ido por pura casualidad, supo que era hora de actuar.

Gracias a las pocas influencias que le quedaban en el consejo supo que la pareja casada se iría de luna de miel en los próximos días así que a ella no se le ocurrió una mejor idea que dar un golpe justo donde más le dolería al castaño.

Durante los meses en los que Taehyung y Jungkook aún no se habían casado y el omega estuvo retenido contra su voluntad, gracias a que aún era la omega madre, supo por la severa depresión que pasó el actual esposo de su hijo.

También se enteró que el pelinegro en fechas actuales daría todo para que su omega no tenga que volver a pasar por eso. Así que era justo en lo que ella pensó en hacer.

Así que agarrando el valor suficiente y una gran bocanada de aire la mujer salió de su casa a paso apresurado. Todos los que estaban afuera a la temprana hora de la mañana que era la miraron con los ojos entrecerrados y rabia llenando su mirada.

Sin duda era demasiado odiada.

No tardó mucho en llegar donde los cultivos de la manada y algunos pasos a continuación se encontraba en la casa de la persona encargada de hacer las pociones anticonceptivas.

Levantó el puño y tocó la puerta de madera con los nudillos. Por dentro de la vivienda se empezaron a escuchar gritos y algunos pasos que cada vez se hacían más fuertes.

Hasta que de pronto la puerta fue abierta con un movimiento rápido y bastante violento. Delante de la mujer se presentó un hombre alto con hombros anchos y el pelo morado.

- Buenos días real médico Kim. - la mujer hizo una rápida reverencia bajando la cabeza. - ¿Por casualidad esta aquí su esposo?

El alfa gruñó con fuerza y le cerró la puerta a la cara. La omega se quedó con los ojos abiertos ante tal atrevimiento pero pronto volvió a su expresión seria y sin emociones.