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Horas más tarde alfa y omega se encontraban en la cocina de la gran casa compartiendo comida de manera tranquila, junto con una charla que seguían des del despacho del más grande.

Los dos estaban muy tranquilos, sus aromas inundando la amplia habitación. Varios criados pasan por su lado pero ellos estaban en su burbuja de amor, tranquilos sin que nadie les interrumpa.

- Jungkookie ¿enserio sabes cocinar de todo? - el tono vacilante del omega entraba como una melodía en las orejas del alfa, que solo pudo sonreír como un bobo enamorado. - No me lo creo.

Taehyung se rio de manera burlona y hizo reaccionar a Jungkook, que tan solo le picó las costillas con un dedo, provocando que el omega chillé.

- ¡No! Me haces cosquillas. - con rapidez el más pequeño abofeteó el dorso de la mano contraria. - Lo digo por que no tienes pinta de una persona que cocina. Además, tu casa está llena de criados, no tengo por qué creerte.

Jungkook frunció el ceño, enfadándose de broma con el omega. Taehyung solo pudo girar su ojos con fingido fastidio al ver la cara del alfa.

- Ya te digo yo que cocino mucho mejor que mis cocineros. - orgulloso el pelinegro dijo. - Esta noche yo hago la cena y te demuestro mis habilidades culinarias. Te vas a chupar los dedos. - cruzó sus brazos decidido.

Taehyung solo pudo volver a reírse al escuchar la proclamación de su alfa. Su risa siendo una melodía para Jungkook y llenando toda la habitación. Le daban mucha gracia las caras que ponía el otro cada vez que no le creía alguna cosa que decía.

- Ya lo veré por la noche. - murmuró aún entre carcajadas, que inevitablemente salían de su boca al volver a ver el ceño contrario fruncido.

- ¿Te cuento algo? - unos minutos después cuando por fin pudo calmar su escandalosa risa, dijo.

Jungkook enseguida cambió su semblante a uno suave y mucho más tranquilo y tan solo asintió en respuesta.

- Yo soy muy, per que muy, patoso. - el omega se acercó a la oreja del pelinegro y le susurró evitando que los criados que pasaban por ahí lo escucharan. - Incluso en mi casa mis padres me tenían prohibido entrar a la cocina.

Ahora era turno de Jungkook de partirse de la risa. En sus pensamientos se imaginaba a Taehyung quemando la cocina de su casa y con una carita triste pidiendo disculpas, por una parte le daba mucho pena, pero en las circunstancias actuales le parecía demasiado gracioso.

- Hey - el más pequeño volvió a pegar al alfa solo que esa vez en su pecho, llamando también su atención de esa manera. - ¡No te rías de mi!

- ¡No es justo! Tú antes te reíste de mí y yo no dije nada. - se quejó el alfa con una cara enfadada.

- Ya, pero yo sí puedo reírme de ti. - le enseñó la lengua Taehyung divertido, alejándose un poco del cuerpo del mayor. 

- ¿Entonces tu puedes reírte de mí, pero yo de ti no? - una indignación evidentemente fingida era la que sonó en la voz del alfa. Taehyung solo pudo reír al escucharlo y asentir frenéticamente. - ¡Pero esto es injusto!

El omega solo volvió a reírse en voz alta de la ahora verdadera indignación en el rostro del alfa. Rápidamente se levantó de la silla en la que estaba sentado y se alejó con algunos pasos acercándose a la salida de la cocina.

- No lo es - empezó diciendo acercándose cada vez más a la puerta. -, su majestad tendrá toda su manada a sus órdenes pero no tiene los huevos de enfrentarse a mí.

Y con eso dicho Taehyung se echó a correr fuera de la cocina, su risa inundando todo el salón seguido del largo pasillo lleno de puertas.

Detrás suya enseguida había salido Jungkook con una cara enojada y su mandíbula apretada. Estaba persiguiendo el omega guiándose por su sonora risa que ahora ya estaba por toda la casa.

My time ¡kooktae!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora