—¡Jack! —llamó ella, tomada de la mano de Rosaline, pero la chica se la llevó de un tirón. ¿Habría escuchado?
Se buscaron con la mirada. Emily era tan bajita, que lo único que podía hacer era mirar al otro lado de la pista entre el mar de gente, preguntándose cuál de todos esos pies con sandalias serían los suyos. Otra de sus brillantes ideas que ahora le jugaba en contra.
Después del vals en la primera canción, el DJ cambió a un rock de los ochenta. Así, las parejas se separaron, la abuela de Jack quiso sentarse, y él pudo moverse. Ya que Emily con su uno cincuenta de estatura se perdía en la multitud, Jack tuvo que seguir la cabeza de Rosaline para llegar a ella.
Le tomó una canción más llegar a donde Rosaline saltaba y daba patadas al aire a modo de baile.
—¿Emily? —habló él.
—Bonjou, Jack —le saludó Rosaline. Y lo tomó para bailar la siguiente canción.
Pero allí no estaba Emily.
—¿Emily? —preguntó él, esta vez dirigido a Rosaline.
La chica se encogió de hombros y señaló hacia la multitud en la pista. ¿Por qué demonios todo el mundo se había parado a bailar?, ¿por qué tenían todos que ser tan altos?
Aunque, un segundo...
—Rosaline, ¿dijiste bonjou?
—Bonjou —repitió la chica, asintiendo—. Parles-tu français, Jack?
El chico asintió.
—¡Dios, Rosaline! Emily habla muy bien el francés, de haberlo sabido antes... Bueno, ya no tiene caso —dijo Jack, al percatarse de que la chica no le entendía, él apenas sabía dos o tres frases en ese idioma.
Jack creía conocer mucho sobre el mundo, pero no tenía idea de que en Haití hablaban francés; para saber eso habría necesitado el wifi. Emily tampoco tenía idea. A Rosaline no le gustaba mucho el francés, ni se le pasó por la cabeza intentarlo.
Aunque eso no era lo que le importaba ahora a Jack. Dejó a la chica bailando con una de las damas.
Emily se había movido con facilidad entre los asistentes y había llegado hasta la esquina donde antes estaba Jack, solo para encontrarse a la abuela con alguien más. No veía nada, sería imposible encontrarlo.
Entonces se fijó mejor, la abuela estaba bailando con Noah.
—¡Emily! —él la estrechó para darle un abrazo, ella correspondió, pero para cuando menos se dio cuenta, ya la había llevado a bailar de nuevo.
—Felicidades, Noah. —Aprovechó para felicitarle.
—Creíste que no lo lograría, ¿eh? —bromeó él.
—Sabía que sí, pero es que las niñas de secundaria no estaban hechas para apreciar lo dulce que eres.
—Dios, era un desastre, ¿verdad? —Le sonrió él. Ambos se permitieron recordarse siendo unos niños—. Nunca entendí por qué saliste conmigo, Emily, pero que bueno que eso no impidió que organizaras la boda. No sé qué habríamos hecho sin ti. Esto es un sueño hecho realidad. Nunca me cansaré de agradecerte.
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Una boda a la deriva
Romance❝Emily tiene que planear la boda de su ex junto a su peor enemigo en una isla desierta❞ Sinopsis completa en el interior. 🏆Ganadores en la ronda 2 del ONC 2024🏆