15. Llevarse algo bueno

346 29 5
                                    

A Emily le gustaba saber cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Emily le gustaba saber cosas. Por eso, cuando los de la compañía repararon la torre de wifi, ella se dedicó a torturarse mirando las fotos de Jack con su futura esposa. La chica era preciosa. Rubia, delgada, alta, ojos claros, amante de la naturaleza. En pocas palabras: el opuesto de ella.

Por lo que Emily alcanzó a espiar en las redes de los dos, debía estar juntos hace unos dos o tres años. Tal vez si no fuera tan reacia a usar las redes, se hubiera enterado de todo eso y no hubiese quedado como tonta ahora.

Las cosas empezaron a cobrar sentido cuando se encontró con una foto de ellos subidos en un avión, con ella en el asiento del medio y él en la ventana. El pie de foto era «La única persona en el universo a la que le gusta ir en el asiento de en medio. Te amo».

Se fueron reunieron las pistas en el cerebro de Emily, una tras otra. Por eso sus boletos eran un asiento a lado del otro, se suponía que el de en medio lo usaría su prometida. Por eso la boda se estaba planeando de último minuto. Por eso Jack quería que todo fuera perfecto, porque al final también era suyo. Por eso los de Caribbean Escape habían dicho algo de intentar contactar a otra persona, además de Mavis y Noah. Aquella había sido la mentira que Jack le dijo en el juego, la verdad de porque estaba ayudándole; una de todas las mentiras que le había dicho.

Por eso estaban en una isla. ¿Cómo pudo ser tan ciega? Claramente, esta era una boda para Jack, nadie más querría casarse aquí. Todo eso del amor a primera vista imaginando una boda tenía que ser otra de sus mentiras.

Su cerebro la recompensaba cada vez que ataba las pistas, porque le gustaba entender; pero su corazón le pinchaba con cada pieza que se unía al rompecabezas. Como si armara un vitral roto.

Dejó de torturarse, se colocó los audífonos que Rosaline le dio, se metió bajo la sábana y durmió.

Dejó de torturarse, se colocó los audífonos que Rosaline le dio, se metió bajo la sábana y durmió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa mañana iban a celebrar una boda, que, contra toda probabilidad, Emily había logrado armar. Aunque con mucha ayuda, no solo de Jack. Debería sentirse renovada, inspirada. Quería sentirse orgullosa de haber sido capaz de planear una boda en conjunto, a pesar de creer que lograba mejor las cosas sola.

Sin embargo, no se sentía orgullosa de su trabajo, solo derrotada.

Aunque Stella no le cayera muy bien, a Emily le carcomía el gusanillo de la moral, que le pedía advertirle a la chica que se iba a casar con un imbécil. La cosa era que, hoy en día, no se sabe qué acuerdos abiertos o poli amorosos tienen las parejas.

Una boda a la derivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora