Nadie.
Desperté al medio día con un horrible dolor de cabeza, y realmente hubiera preferido seguir durmiendo pero debo afrontar las consecuencias de mis acciones.
Y hablando de eso... ¡¿Qué rayos fue lo que hice anoche?!
Yo- yo- besé a Damaris... ¡No puede ser!
Ok, ok, cálmate, Adelaida. Tienes que disculparte con ella, eso es seguro, no puedes dejarlo así.
Aunque aún tenemos una charla pendiente, debo considerar que mis acciones no estuvieron nada bien.
Caray...
Me levanté de la cama dispuesta a ir a disculparme y hablar de lo sucedido, sin embargo, solo pude encontrar su ausencia.
Por lo mismo, supuse que estaba trabajando, y recordé que en una horas comienza mi turno y por lo mismo debo apurarme si no quiero llegar tarde.
O bueno, aún es bastante temprano pero sería bueno llegar antes... Digo, tal vez ella esté allí y pueda hablar con ella...
🌈🌲
—¡Por favor, Erick! —rogué a mi supervisor. Logré mi plan de llegar temprano aaa pesar de la resaca que tengo, pero ahora me encuentro pidiéndole un favor a mi supervisor para que me ayude a encontrar a Damaris —Aún no comienza mi turno.
—Pero comenzará pronto —señaló—. Dónde está ella ahora está bastante lejos de aquí, si te dejo ir; puede que no estés aquí a tiempo y no puedo permitirte que sigas faltando y llegando tarde.
—Erick, yo lo entiendo, y créeme que no es mi intención hacerte quedar mal o fallarte, pero te juro que realmente necesito hablar con ella y ni siquiera sé cuáles son sus horarios. Tan solo algo así necesito preguntarle para coincidir y tener una mejor conversación. Juro que no llegaré tarde —expliqué sin ser detallada, y es que no creo que alguna persona en su sano juicio se tome bien que ande besando a otras personas cuando hace poco perdí a mi pareja.
Ni siquiera yo en mi sano juicio lo habría hecho, pero ayer estaba bajo los efectos del alcohol. Sé que no es justificación para lo que hice pero tampoco se me debe juzgar.
Mi jefe suspiró y me miró dudoso. Yo estaba casi sudando, de por sí me costó trabajo apurarme y llegar hasta acá con ésta resaca y ahora debo correr otra vez para asegurar que mi pellejo y el de Erick no se vea comprometido.
Pero es algo que debo hacer.
—Es por eso que ya no te hablo, ¿sabes? —vaciló, sorprendiéndome a la vez—. Siempre necesitas hacer algo que va contra las reglas y actúas impulsivamente sin importarte las consecuencias. No te importa como afectan a los demás, aveces ni siquiera a ti. No es bueno ni para mi vida ni para mi trabajo mantener alguna relación fuera de lo profesional contigo —admitió, y yo no pude protestar porque aunque me dolían sus palabras eran ciertas—. Búscala en el área de pediatría. Allí te pueden dar más información, y que sea la última vez, Adelaida. De lo contrario me veré obligado a reportarte —advirtió y sin darme tiempo de decir algo, se fue.
Con una amargo sabor de boca, fui a buscar a Damaris. Pues aunque una parte de mí insistía en que debería quedarme, sabía que ésto era la correcto. O al menos eso pienso, últimamente ya no sé con certeza lo que es correcto y lo que no...
🌈🌲
Llegué al área de pediatría con mucho esfuerzo, ya que estaba del otro lado del hospital, pregunté a la primera persona que vi pasar, la cual fue una enfermera que se sorprendió de verme.
—¿Puedo ayudarla en algo? —preguntó extrañada, como si realmente supiera que no tengo nada que hacer aquí.
—Sí, disculpe, ¿sabe dónde puedo encontrar a la doctora Damaris Vargas?
—Se encuentra en el consultorio once y para su fortuna acaba de comenzar su hora del almuerzo, más le vale apurarse a llegar hasta allá si quiere alcnzarla —respondió mirando algunos papeles que cargaba.
Sin perder tiempo le agradecí y corrí hasta donde mencionó. Caramba, odio hacer demasiado esfuerzo físico.
Una vez ya en su puerta, estaba por tocar con algo de duda pero antes de hacerlo, ella abrió la puerta.
La miré directamente a los ojos, y pude ver brillo en ellos, su mirada reflejaba sorpresa y tenía la boca un poco entre abierta, sus labios de un color rosado pálido y algo resecos.
Y al ver sus labios los recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente y las sensaciones que sentí ayer por poco las volví a sentir. Ninguna de las dos decía nada y solo nos veíamos como si fuera la primera vez que lo hacemos.
Finalmente, tuve que hablar aunque aún me costaba regular mi respiración porque pronto comenzaría mi turno.
—Necesito hablar contigo —fue lo único que pronuncié agachando la mirada por vergüenza.
Ella sabía sobre qué tenía que hablar, no era necesario decirlo. Y sinceramente tampoco me siento con las fuerzas o valentía de hacerlo.
—Si mis cálculos no fallan, ambas estaremos disponibles mañana a las siete de la noche —habló luego de un suspiro de su parte—. Pero necesito saber si estarás allí para cuando regrese al departamento o tendré que ir a buscarte a alguna parte de la ciudad —reprochó. Y aunque lo tengo bien merecido, dolió un poco.
—Estaré en el departamento mañana a las siete de la noche —aseguré—. No me moveré a ninguna parte hasta que te vea.
—Bien —respondió algo seca y con su rostro mostrando total seriedad, era extraño no ver esa sonrisa traviesa que hace unos días quería desaparecer con golpes.
Pero no la culpo. Lo que hice ayer no fue solo una falta de respeto hacia ella, sino también a su hermana. A mi novia. O la que alguna vez lo fue.
Sin más me fuí con prisa pero algo desanimada en dirección a mi puesto de trabajo, pues se lo prometí a Erick y tampoco estoy en una buena posición como para recibir un reporte de parte de mi supervisor.
Algo me dice que este será un día largo y agotador, pues aún si no hay demasiada gente que atender todos lo días, las emociones que traigo ahora son bastante pesadas...
Sentir y el solo hecho de existir también son bastante agotadores...
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____________________________Bien, hasta yo admito que este capítulo es un poco aburrido pero también refleja sentimientos algo profundos y no sólo por parte de Adelaida, también incluso de parte de Erick y nuestra amada Damaris...
¿Qué creen que tenga que decirle Damaris a Adelaida?
¿O cómo creen que ella se sienta?
Es todo por ahora, prometo hacer el esfuerzo de no demorar con el siguiente capítulo...
Cambio y fuera...
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86 días siendo nadie.
RomanceAdelaida quería hacer un verdadero acto de amor por su novia Verónica. Pero no contaba con que la misma ya no estaría más en su vida. Adelaida se queda con el corazón roto y las consecuencias de su acto de amor por 86 días. ¿Qué hará 86 días siend...