HACE 2 AÑOS
El olor a marihuana inundaba mis fosas nasales, aunque empecé a fumarla con solo 13 años, estaba intentando dejarlo, de vez en cuando fumaria algún phillie, pero por ahora me tenía que conformar con los vapes.
Desesperada y con los nervios a flor de piel fui rápidamente a buscar a Beny, estaba en el barrio de la Florida, en L' Hospitalet de Llobregat, desde pequeña todos los veranos venía a esta ciudad con mi padre y su mujer, veraneábamos siempre por Barcelona y gracias a esto pude conocer al que es ahora mi mejor amigo.
A unos metros de distancia pude diferenciarlo entre la multitud, estaba todo nuestro bando y grupo de amigos juntos, pero a mi solo me interesaba hablar con él, al caminar hacia su dirección noté como temblaban mis piernas y el sudor corría por mi frente, mis ojos estaban rojos y empañados, solo necesitaba el consuelo del que era mi mejor amigo.
-Mayra - susurró y se apartó del grupo para poder dirigirse directamente hacia mi, sin que nadie preguntase nada.
-Moha - le susurré ahora yo con un tono triste y noté como poco a poco se me iba rompiendo la voz. - ¿podemos hablar? Lejos de todo esto - aclaré.
-Está bien - asintió sin ápice de humor ni sonrisa al notarme tensa y seria.
Caminamos hasta su vehículo, sentí que cada paso se me hacía más pesado y que mis lágrimas saltarían en cualquier momento sin avisar. Una vez dentro Beny fue el que empezó la conversación.
-¿Qué te pasa May? - pronunció en un tono suave al notarme así de mal - Puedes contármelo, sabes que nunca te voy a juzgar y siempre intentaré entenderte - pensé que sería difícil que entendiese y que no juzgase aquello que le iba a decir.
-Mohamed... no - y mi cara pasó de semblante serio a triste, las lágrimas corrían por mi cara sin parar, sin dejarme decir ni una sola palabra.
-Mayra por favor, sabes que no me gusta verte así, eres una de las personas que más quiero, eres como de mi familia - suspiró - por favor dime que ha pasado.
Para él era sencillo decir eso, pero si en aquellos momentos que me estaba preguntando supiese lo que había pasado, estaba segura de que no me hubiese presionado para contárselo, que todo iba a su debido tiempo, pero por otra parte yo no podía aguantar todo esto sola, necesitaba a alguien que me apoyase emocionalmente.
-Moha - empecé - te acuerdas de que una vez hubo un tipo que - mis lágrimas no me dejaban continuar, pero por mi misma tenía que escupirlo de una vez - un tipo que quería abusar de mi.
-Sí, May - asintió a la misma vez que lo decía - le partimos la cara el koala y yo - lo dijo suave
-Pues, otra vez lo intentó - controlé mis nervios - y yo...
-Dime
-Beny, pues - me costaba continuar - pues, yo tenía un cuchillo en el bolso y lo usé. - noté como mis lágrimas volvían a escaparse de mis ojos.
-¿Cómo que lo usaste?
-¡Lo maté Moha, lo maté! - le contesté nerviosa - y me deshice del cuerpo - mi mejor amigo parecía confundido y algo nervioso - Mohamed, mírame - y dirigió su mirada hacia mí - soy un monstruo.
-No digas eso por favor Mayra
-Sí que lo digo, porque es verdad - dije aún llorando
-No lo eres, no te voy ha juzgar por lo que hiciste porque fue por defensa propia - pensó un momento - lo importante es que no se entere nadie, por favor May, que no se entere nadie, puedes acabar muy mal.
Sabía que tenía razón y por eso no se lo conté a nadie más, ni a más amigas cercanas, ni a familia ni a nadie, solo lo sabíamos Beny y yo.
A los pocos días la policía emitió una orden de desaparición de un ciudadano, pude ver como salía en la televisión, como mis familiares daban su opinión sobre el caso sin saber que fui yo la culpable de todo, que era una criminal, una asesina y una persona buscada por la policía. Desde aquel día siempre lo pasé mal, sentía que la culpa me comía y sentía que había cometido un gran error, que dios nunca me lo perdonaría.
Al final la policía dejó de investigar el caso, por falta de pruebas, me quedé mucho más tranquila, pero no demasiado, sabía que esta fecha en el calendario nunca se me olvidaría.
Porque todos tenemos un monstruo en nuestro interior.
AHORA
-Mayra - Chimi abrió la puerta del baño de mujeres y me encontró ahí llorando - ¿Qué tu hace ahí?
Yo en cambio, no podía parar de llorar y sentí como mi amigo me estrechaba en un fuerte abrazo, unos segundos más tarde me cargó para sacarme de aquel lugar y llevarme al reservado.
-Luar - llamó Ángel a Raúl - ven mamabicho
Y eso mismo hizo, al parecer estaba hablado de algo con Hades todavía, quizás un feat que tenían por sacar o no se, cuando me vio se le cambió la expresión rápidamente.
-¿Qué pasó? - preguntó preocupado al verme en ese estado
-Cabron, estaba así en el baño de mujeres - ambos se dirigieron una mirada asustada
-May, baby - me llamó Raúl mirándome a los ojos y agarrando mi cara con sus manos para que yo hiciese lo mismo - No estés mal, porfavor - sentí su voz frágil, como a punto de estallar en llanto al verme a mi haciéndolo.
-Será mejor que nos vayamos - propuso Ángel
-Sí - estuvo de acuerdo Luar
El camino a casa estuvo tenso, ninguno sabíamos que decir, en parte porque yo no podía ni hablar del nudo que tenía en la garganta y ellos no querían decir na por si la cagaban.
Llegamos a casa de Ángel, mi casa dónde había pasado todo el verano, Chimi aparcó su Mercedes y mientras Armando me llevó hasta dentro de la casa, dándome cortos besos que me transmitían confianza y seguridad.
Al llegar y sentarnos en el living ambos me miraban con una cara preocupada por saber porqué estaba así, y como no quería hacerlos esperar ni que se sintieran más culpables de haberme dejado un buen rato en aquel baño sola, decidí contarles la verdad, decidí contrales todo, aunque sabía que podía tener consecuencias negativas.
ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐋𝐌𝐀𝐒 𝐆𝐄𝐌𝐄𝐋𝐀𝐒 (𝐋𝐮𝐚𝐫 𝐋𝐚 𝐋)
Lãng mạnMayra, una española estrella internacional llega a PR con intención de pasar los meses de verano de vacaciones en casa de su mejor amigo después de un largo año de trabajos y proyectos, como en la aparición de una reciente película estrenada o sus d...