×Yoko×
- Wednesday - traté de llamar su atención, siendo completamente ignorada por mi amiga quien parecía distraída, recogiendo unos documentos del podio luego de terminar su labor, como fiel compañera volví a llamarla, sin respuesta nuevamente, así que me acerqué a ella, tocando su hombro y sobresaltandola un poco - ¿Enid se encuentra bien?.
Una vez tenía su atención, y escuchó aquella pregunta, la sacerdotisa no respondió al instante, ordenando meticulosamente sus pergaminos antes de responder, luciendo pensativa y distante.
- Mejor, supongo, la fiebre ha desaparecido y esta mañana salió de la cama - De manera inconsciente, llevó su mano hasta su cuello, cerca de su oreja, suspirando suavemente antes de girarse en dirección a las escaleras y caminar hacia ellas - Enid me pidió que buscara algo en la tienda de su amiga, pero estoy por preparar la ofrenda de esta semana, si estás desocupada, ¿Podrías ir por mi?.
La observé brevemente antes de llevar mi mano hasta mi frente y murmurar algo, aceptando a la petición de Wednesday para que esta regresara a su trabajo.
Cómo asistente y persona más cercana a la sacerdotisa, tenía cierto poder, y con cierto me refiero a mucho, dentro de la iglesia, las personas me respetan de la misma manera en la que respetan a Addams, pero no tenía la misma simpatía de parte de los habitantes del pueblo, supongo que soy más recatada y distante, menos colaboradora, pues, a diferencia de Wednesday, motivo a que resuelvan sus asuntos por su cuenta, y no delegar trabajo a la iglesia, era mi política, mi manera de ver las cosas.
Y aunque Wednesday consideraba que mi manera era la correcta, ya no podía cambiar su forma de servir al pueblo.
Mis pies se detuvieron en frente de aquella tienda, mirando la entrada por unos segundos antes de decidirme a entrar.
He estado aquí antes, al menos un par de veces al mes para comprar mis cajas de cigarrillos, mismos que suelen durar tanto pues Wedns no me permite fumar en la iglesia.
Las escasas personas en los pasillos de la tienda me miran una vez dentro, algunas me saludan de manera amable, y otras pasan de mi existencia, completamente acostumbrada a ser la oveja negra que habita en la iglesia.
- Disculpe - Me acerqué a la cajera, mirando a través de mis lentes oscuros a la morena que yacía ocupando aquel puesto, esta al verme sonrió ligeramente y se inclinó sobre el mostrador, con su mirada pícara sobre mi.
- Qué se te ofrece belleza, ¿Buscas algo en particular? - Su tono se voz fué seductor, tal parece ser que las amigas de Enid tienen personalidades similares a ella.
- Enid envío por algo, no tengo detalles de que sea, pero imagino que tú sí - Ella cambió su actitud de forma rápida, pareciendo fastidiada, pidiéndome que esperara un momento mientras iba a buscar lo solicitado en la parte trasera de la tienda.
Mientras esperaba, mis ojos deambularon por los pasillos del local, cada vez más vacíos, hojeé unas revistas encima del mostrador para perder el tiempo, y mi concentración en lo que leía se fué a pique cuando unas delicadas manos acariciaron desde la base de mi cintura hasta posarse en mi abdomen, apretando con firmesa mientras aquel perfume y un cálido aliento me rozaron el cuello.
- Hola bebé, ¿me extrañaste? - La voz femenina, con tono juguetón y delicado, me había hecho dejar la revista en segundo plano, o quizás, simplemente olvidarme de ella.
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Padre, He pecado ∆ Wenclair
FanficBajo una decisión unánime y egoísta, el pueblo unirá en sagrado matrimonio al pequeño demonio destructor de la paz, y a la sacerdotisa más respetada de la iglesia, la cual, no oculta el secreto de su condición a las personas. Esperando que al menos...