Padre, He pecado ∆ Wenclair

XII Confesión: Heridas abiertas.

×Enid×

He visto muchas etapas de Wednesday, la mayoría, durante el sexo, otras cuando se distrae o simplemente pasa de mi como algo innecesario, pero esta definitivamente supera todo lo anterior.

El rechazo que Wednesday tiene hacia mi, me asusta, la manera en la que ahora me mira, su lenguaje corporal, tan evasivo, como si yo fuera la mierda más repugnante de la vida, y eso me hace sentir así.

La curiosidad por saber lo que le había ocurrido, me intrigaba en gran medida, y a la vez no quería saberlo, no quería sentir lastima por ella, al menos, no por algo que la llevó a reaccionar de esa manera, como si una espina, clavada en alguna parte de su corazón y su mente, se hubiese enterrado más.

- ¿Aún sigue sin hablarte? - Preguntó Divina mientras acariciaba mi cabeza sentada en el mostrador, Bianca terminaba de cerrar la tienda y yo temía tener que regresar a un lugar que se sentía tan frío.

Es confuso, pero ahora incluso extraño tener sexo con ella, podía quejarme todo el tiempo, rechazarla de todas las formas posibles y sin embargo, era lo mas cálido que había sentido en toda mi vida, en algún punto se volvió familiar para mi la sensación de sus toques, y aborrezco esta tristeza que siento al pensar que ya no habrá nada de eso...porque el monstruo está triste.

- No, ni siquiera quiere mirarme, evita cualquier cosa que tenga que ver conmigo...

¿En qué momento me acostumbré tanto?

¿Es porque ahora definitivamente no está?

¿Es porque ahora duerme en una habitación diferente?

¿Por qué no siento su brazo rodear mi cintura como la maniática posesiva que es, incluso estando dormida?

¿Por qué no me mira como si fuera la mujer más caliente que ha estado frente a sus ojos?

¿Porque no la veo perder el control y simplemente hacerme suya cuando le apetezca?

¿Que tanto de tí...y lo que eras conmigo, extraño ahora?

...maldito fenómeno... imbécil...

Yoko se ha negado a darme información, y la entiendo, su excusa sigue siendo que es un tema delicado para Wednesday y no hablará de ello sin su permiso, y dejé de insistir con eso.

Pero habían cosas que me irritaban, cosas que me hicieron entender que solo era un pedazo de carne que calentaba su verga durante la noche, que no tenía ningún tipo de sentimientos por mí a parte del deseo, y era que ella solo quería hablar con Yoko, yo era completamente ignorada.

- ¿Estás de regreso? - Me preguntó la chica en la que estaba pensando, justo al volver a la iglesia.

Yoko debe de haber vivido la mitad de su vida con Wednesday para que sean tan cercanas, mínimo debe de conocerla de antes que aquellos recuerdos que atormenta la mente de la estúpida e imbécil de mi esposa ocurrieran.

Ella sabía más, la conocía más...yo no era tan importante como lo es Yoko.

- Si, se estaba haciendo tarde... - Respondí restándole importancia - ¿Que haces despierta tan tarde?.