Galaxys

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A medida que transcurría el quinto año, había aprendido mucho en aritmancia. No era muy buena en matemáticas, pero estaba intentando. Uno supondría que, estudiar magia no tendría nada que ver con números. Pero que equivocada estaba.

Me resultó bastante útil para crear hechizos. Y eso era exactamente lo que había estado haciendo todo el año. Había ecuaciones que con el cambio de números o el orden de los mismos, podrías cambiar un hechizo por completo.

Mi investigación se basó en crear un hechizo de protección, pero que se pueda implantar en una persona. Esto vino gracias a la clase de runas antiguas. Llevándome a recordar aquella serie de runas y una pelirroja.

Estaba planificando unificar ambas técnicas para lograr el hechizo perfecto de protección, algo que pueda repeler hasta un Avada Kedavra. Era algo ambicioso, pero tenía que perfeccionarlo y terminarlo hasta antes de salir de Hogwarts. Más que eso, antes de que James enfoque toda su atención a Lily.

Lo que significaba, antes de la mitad del séptimo año. Eso reducía el tiempo a un año y medio. Pero estaba logrando un avance, uno muy bueno. Tenía la fe de que para antes del cumpleaños de Sirius del próximo año. Podría lograrlo.

"Te ves linda cuando te concentras" alguien susurro a mi oído sobresaltando mi cuerpo por completo.

"No lo creo" sonreí al reconocer la voz de James.

"Yo creo que sí" beso mi mejilla "¿En que trabajas?"

"Eso es un secreto querido James" cerré mi cuaderno y lo mire, estábamos demasiado cerca. Me robo un pequeño beso.

"¿Algún día me lo dirás?"

"Tal vez" sonreí antes de guardar mis cosas y pararme "vamos, me estoy muriendo de hambre" susurré, tirando de su mochila para que se pare.

Había estado toda la mañana del sábado en la biblioteca, trabajando en el proyecto. Tanto que no me había dado cuenta que ya era hora del almuerzo. Lo cual era algo común. Por eso los chicos solían venir a verme para llevarme a comer.

En el camino me había sumido en mis pensamientos. Recordando todo acerca de la historia de los chicos. Recordando sus caras muertas en las películas, solo que ahora las veía con las reales. Algunas veces, estos 'recuerdos' me ahogaban, el dolor de pensar en eso era abrumadora.

"¿Moon?" Gire a verlo "¿Que sucede?"

"¿Porque?"

"Porque te llamé dos veces y no contestaste"

"Tal vez solo estoy cansada" trate de sonreír, pero supongo que salió solo una mueca.

"¿Segura?"  Asentí "entonces comes y vas a dormir, parece que no lo has hecho"

"No..." Y era cierto, por eso había madrugado a la biblioteca, porque había tenido una pesadilla muy vivida sobre su muerte. Había despertado llorando.

"Me lo imaginaba" me beso la frente antes de entrar al gran comedor "puedes dormir en mi cama si quieres" sonreí ante la propuesta.

"Si, lo haré" cada vez que dormía sola, las pesadillas aparecían. Suponía que  mi cerebro era hiperconciente de su ausencia. Recreando la realidad en mi subconsciente.

Apenas llegué los chico empezaron una charla casi a gritos sobre la siguiente fiesta, que no recuerdo bien de que trataba. Estaba comiendo en modo automático. Estar a su alrededor era lo más relajante que había experimentado jamás.

"Cariño, tienes que masticar antes de quedarte dormida o moriras" abrí los ojos volviendo a masticar mi tomate. Asintiendo aún media dormida.

"Aún me sorprende el como puede comer mientras duerme"

"A mi también colagusano, a mi también" sentí mi cabeza pesada una vez más.

"Es adorable" sentí una caricia en mi mejilla "termina de masticar Moon"

"Mhm" trague, abriendo ligeramente los ojos, mirándolos "me voy" me pare y camine en dirección de los dormitorios, chocando algunas veces contra las paredes. 

Cuando llegue a la habitación. Me saque la falda y la tire sabrá Merlín donde. No importaba si los chicos venían, después de todo siempre usaba short debajo de las faldas. Quite mis zapatos y me deje caer en la cama de James.

Levante las cobijas, no sé si sea la única, pero no puedo dormir si no me cubre algo, aún si me estoy muriendo de calor. Apenas mi cabeza tocó la almohada, me vi sumergida en la infinidad del sueño.

Podía ver una casa, dos pisos con paredes blanca su filos café debido a la madera. Sus ventanas tenían bordes en forma de cruz. Estaba oscuro y el frío calaba mis huesos. Junto a mi, una sombra negra paso con elegancia, caminando hacia la puerta. Tres personas le siguieron. Hablaban de destruir la profecía. De no dejarla cumplirse. Todo me parecía extrañamente familiar. Intente dar un paso, pero mi cuerpo no respondió.

Unos segundos después de ver las sombras pasar, vi a James adulto, abrir la puerta, una luz verde me cegó por completo. El sonido de su cuerpo cayendo me hizo estremecer. La sombra avanzó y con ella los tres hombres que la seguían, uno de ellos pateó la cabeza de mi amigo.

Intente con gran fervor correr a su encuentro, llegar a su cuerpo. Podía sentir como temblaba debido a las lágrimas y mi garganta picaba por lo altos que eran mis sollozos. Más sin embargo, no pude moverme ni un solo centímetro.

Una gran explosión en el segundo piso me detuvo de forcejear. Toda la pared salió volando y con ella, la sombra negra. Se podía escuchar el llanto de un bebé, estaba asustado por el estruendo. Intente una vez más moverme. Quería ir a consolar a Harry.

"¡Moon!" La atmósfera cambio, estaba de regreso en Hogwarts, con los chicos "¿Estás bien?" La dulce voz de James me hizo sollozar. No podía sacar de mi mente aquel horrible sonido, su cuerpo cayendo en seco.

No respondí, en su lugar me lancé a sus brazos, presionando su cuerpo contra el mío con gran fuerza. Necesitaba sentirlo cerca de mi. Esa sensación de ahogo al ver toda esa escena atoro mi garganta, impidiendo que el aire entre.

"Moon, respira..." Susurro en mi oído, asentí, tratando de seguir sus órdenes. Pegue mi nariz a su cuello, aspirando el aroma a hierba y fresas. Una combinación que solo James Potter poseía.

Mi corazón sintió un gran alivio al tenerlo entre mis brazos. Mis manos se movían por su espalda y su cabeza. Acariciando, intentando convencer a mi mente que el estaba ahí, que era real y vivía. Cerré una vez más mis ojos, el cansancio llevando mi cuerpo. Pero no lo solté, no quería. Anhelaba sentir su cuerpo, sentir su presencia tan llena de vida.

"¿Estas mejor?" Asentí, adormilada una vez más "vuelve a dormir" me empujó levemente hasta terminar recostada una vez más en su cama.

"No te vayas" tomé su muñeca, cuando vi que estaba apunto de levantarse de la cama.

"No iré a ningún lado" acarició mi mejilla.

"Duerme a mi lado" le hice un espacio junto a la cama, el me miró nervioso "por favor" mis ojos estaban apunto de lagrimear.

"Bien" se sacó los zapatos y se metió debajo de las cobijas.

"Gracias" de inmediato me adherí a su cuerpo, cual garrapata. No lo quería lejos de mi.

El giro y me sonrió, dando un beso tierno en mis labios, siguiendo por mi nariz hasta mi frente en donde dejó otro beso lento.

"Dulces sueños preciosa"

"Dulces sueños James"

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Welcome back!

Disfruten, porque se viene cositas...

Con amor,

Rose 🌹

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora