Solo quiero decir que, después de quedar endeudada de por vida con el banco. Por fin podría visitar mi casa en Mouthe. Estaba emocionada y ansiosa. Las niñas estaban cantando algo que no entendía en la parte de atrás del auto. Habían sido dos años bastante largos. Estuve preocupada todo este tiempo porque no estaba segura si Arinna tenia el gen de licantropia. Luego de un año sin ningún síntoma, me alivio saber que no lo tenia. Pasamos el siguiente año mas tranquilas. Gracias a que sus abuelos eran profesores. Mis niñas podían hablar casi tan bien como un niño de 8 aun y cuando tenían 2 años y 8 meses. Definitivamente eran acuario. Aunque debían nacer el 9 terminaron naciendo el 1 de febrero. Realmente no se la diferencia, no me especialice en astrología, pero para expertos creo que es algo bueno, eso espero.
Les presento a los ahorros de mi vida. Lo que les dejare a mis hijas. Mi patrimonio. Pero sobre todo, nuestro escondite.
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Estábamos a 30 minutos del pueblo. El río estaba cerca y sobre todo. Habia hablado con el ministerio de movilidad mágica, diciendo mi ubicación, para que no vinieran a buscarme si la alarma de magia se activaba. También informe que vendrían a quedarse otros 3 magos. Fue un tanto tedioso conseguir el permiso, pero lo había logrado. Ahora solo me faltaba amueblarlo. En estos años, estuve comprando cosas aquí y allá. El camión de mudanzas vendría pasado mañana y yo partiría a Londres en 3 días. Mis padres se quedaran con las niñas hasta que vuelva. Les informe que iría por los chicos. No entre en detalles y ellos estaban ansiando hablar con James sobre su responsabilidad de padre. Lo sentía por el cuando despierte.
"Bien, mama, papa. En la nevera hay 3 botellas de leche junto a sus papillas, fruta y vitaminas, en la habitación de las bebes, están los pañales, la ropa y sus juguetes. El numero del doctor del pueblo esta escrito en un papel en la refrigeradora. ¿Que?" Camine de un lado al otro "También, no dejen entrar a nadie que no sea yo. No he invitado a nadie y..."
"Saturno, querida. Lo sabemos, también somos padres" conforto mi madre, mi padre soltó una carcajada.
"Si, perdón, es la primera vez que me alejo tanto de ellas."
"Solo serán dos días querida. Estaremos bien"
"Bien, si" mire por ultima vez a mis padres que sostenían a mis hijas "Stella pórtate bien, no molestes mucho a la abuela. Arinna, trata de comer algo mas que manzanas."
"Si" "No" dijeron al mismo tiempo.
"Bueno, lo intente" suspire "me voy niñas, las amo. Compórtense" bese sus cabecitas y salí antes de que me miren con expresiones tristes o lloren. Regresaría de inmediato si eso pasaba.
Levante mi varita en dirección de la casa, poniendo un encantamiento protector. Confiando en que nada pase en estos dos días que no estaría. Mi corazon latía con fuerza a medida que mi auto salia de la entrada, rumbo al pueblo, directo a la estación de trenes que me llevaría a París y de ahí a Londres.
