En mi mente. La conversación con Remus no terminaba de esta forma. Pero tampoco me quejaba. Estaba disfrutando mucho como para pensar en otra cosa que no sea el dentro de mi.
"¡Remus!" Debido al eco del baño, estaba segura que mis gemidos se podían escuchar hasta la cocina. No me importaba en lo absoluto.
Mis piernas enredadas en sus caderas. Sus manos sosteniendo mi trasero para no caerme y mi espalda recargada contra la pared de la ducha. Las embestidas eran rápidas, duras y profundas. Esto gracias a la gravedad. Dios bendiga la gravedad.
Su boca succionaba mi cuello de la misma forma que James, solo que del lado izquierdo. Por alguna razón, ellos siempre hacían eso. Escogían un lado para cada uno y ahí me besaban.
"Dios... Estas tan apretada..." Sus jadeos electrizando mi cuerpo.
"Remus" gemí. Saben, hace unos minutos. No creía sentir tanto amor por alguien. Había apostado mi corazón en ese cuarto y me dije, que tal vez no volvería a sentir eso. Estaba muy equivocada. Lo más probable era que había olvidado cuanto amo a Remus. Y aquí, viéndolo hacerme suya. Mi corazón no podría estar más feliz. Sus ojos me admiraban en cada embestida, sus labios transmitiendo su amor hacia a mi. No podía sentirme más amada en este día.
"Te amo Saturno Moon" jadeo contra mi boca, sonreí abrazándome más a el.
"Yo también te amo Remus Lupin" le di un beso esquimal y luego mi cabeza cayó hacia atrás debido al inminente orgasmo que se avecinaba.
"Dios..."
"Remus, creo que yo..."
"Yo también" me sonrió y Merlín sabe que esa era la mejor vista en este mundo.
De un momento a otro. Remus aumentó su agarre en mi trasero y con eso el ritmo de las embestidas. Volviéndose erráticas y salvajes. No esperaba menos de un hombre lobo.
"¡Oh! !Remus!" Me deje llevar por el orgasmo a medida que llegaba a la cima. Mis uñas había arañado la espalda ancha del hombre entre mis brazos.
"¡Saturno!" Gruñó contra mi boca antes de golpear con fuerza en mi interior. Sus manos presionando mis nalgas con fuerza. Estaba segura que mañana estarían moradas. Pero por ahora. Ya no importaba.
Con cuidado, Remus salió de mi y me dejó en el suelo. Respiraba mis agitados, una sonrisa adornando nuestros rostros.
"¿Me dejaras bañarme ahora?" El soltó una risita.
"Si, iré a bañarme también" lo vi caminar hacia la salida del baño, aún desnudo. Y santas madres de los traseros. Eso era uno muy bueno. Atrape mi labio inferior entre los dientes antes de sacudir la cabeza y abrir la llave de agua.
Estoy segura de que se preguntan ¿Como terminaste en eso?
Bueno, verán. Yo estaba enrollada en una toalla para meterme a bañar, cuando apareció Remus. Me vio de arriba a bajo y luego se sonrojo. Hasta ahí muy bien, adorable.
"Yo..." Carraspeo "volveré"
"No, está bien, entra. Siento que después no habrá tiempo para hablar, así que pasa."
"Si" lo vi caminar nervioso hasta sentarse en el filo de la cama, me senté a su lado.
"¿Que querías preguntar?"
"Bueno..." Miro a la pared, evitando verme. Se veía tan adorable que no pude evitar sonreír.
"¿Porque no respondí tus cartas?" El asintió, lo conocía, estaba muy nervioso como para pensar "No estaba segura si regresaría. No podía tenerte en espera de que volvería. Tú mereces ser feliz Remus. Tienes a Sirius y son felices. Salir de la ecuación no haría ninguna diferencia. Yo no era esencial en tu entorno" el abrió la boca para protestar, lleve un dedo a sus labios "déjame terminar" asintió "mira, me fui un año. Tu seguiste con Sirius, la escuela continuo, las bromas aún se hacían y tu rutina no se rompió en mi ausencia. Se que debo decirte esto por carta. Pero te conozco Remus, te habrías aferrado a mi, dejando de lado a Sirius y a James. Estoy segura que hubieras querido viajar a Francia cada fin de semana o al menos cada mes. Y dejarías de lado tu vida."
"Porque te amo"
"Y yo te amo a ti Remus, pero no eras nada serio. Tu estas en una relación formal con Sirius y eres feliz ¿No?" El asintió "entonces no hay manera en que yo te quite eso" acaricie su mejilla.
"¿Y que hay de tu felicidad?" Sonreí, bueno, al menos lo intente.
"Yo seré feliz también. Tal vez no ahora, pero lo seré. Y seré feliz sabiendo que ustedes están felices" el acerco su frente a la mía.
"Se feliz con nosotros, vuelve"
"No puedo Remus, mi familia no tiene magia y ellos buscan a ese tipo de personas. Lo más seguro para nosotros es vivir allá."
"Lo entiendo"
"Bien" sonreí pero no me aleje, quería disfrutar un poco más de su cercanía. Sus ojos recorrían mi rostro. Capturando cada detalle en su memoria. Acarició mi mejilla, cerré los ojos.
Remus tomo mi rostro entre sus manos y me dio un beso. Uno profundo, necesitado. Dejándome sin aliento. Mi corazón dando brincos en mi pecho y la corriente que tanto extrañaba recorrió mi cuerpo. Si, esto es exactamente lo que los labios de Remus provocaban en mi. Me aferre a su cuello como si mi vida dependiera de eso.
"Remus" murmuré entre besos "debo irme a bañar. Ya mismo empieza la fiesta" pude escuchar un pequeño gruñido.
"Entonces vamos a bañarnos" mis ojos se abrieron en sorpresa y mis mejillas se encendieron. No esperaba este lado atrevido. Pero me gustó.
"Remus..." Mordí mi labio. Eso pareció excitarlo pues un segundo después estaba en su regazo, las piernas a cada lado de su cadera y sus manos en mi trasero.
"Te necesito Moon" me beso. Esta más de forma más profunda, su lengua jugando con la mía.
"Hazme tuya Remus" no espero otra confirmación más, antes de llevarse conmigo entre sus brazos y dirigirnos a la ducha.
Y fue así como terminamos en esa situación. Ahora, viéndome al espejo. Mi cuello tenía varias marcas en el. Tanto en la derecha como en la izquierda. De hecho, también lo tenía en mis senos. Me sonroje de solo recordar lo que hice.
Madre de Dios. Había tenido sexo con dos chicos diferentes en menos de 3 horas. Lo que dijo Lily se volvió realidad. Me volví una perra que se revuelca con otros chicos. Bueno... Tampoco para tanto. Esos dos chicos son mis mejores amigos y fueron casi mis novios. No eran cualquiera.
Bien, volviendo al tema. Me di cuenta que no había usado protección. Me quedé paralizada ante la realización de ese hecho. Pero no había nada que una pastilla del día después no solucione. Sin preocuparse. Ahora debía disfrutar del tiempo que me quedaba con ellos. Mañana me iría y no volvería hasta 1981. Donde comenzaría la verdadera travesía.
Por el momento. Me veo en la obligación de esconder estas marcas con ropa. Antes de bajar a la fiesta.
Autora:
La verdad no sé qué decirles.
Con amor,
Rose 🌹
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Saturno
أدب الهواةSe como llegue aqui, solo me falta sobrevivir sin entrometerme. O bueno, lo intentare. Bueno, esta bien, claro que no lo voy a intentar.