Asteroids

12 2 0
                                    

No había podido evitar que me visitaran. Tampoco quería que no lo hicieran. Era egoísta y ellos muy insistentes. Haciendo que el drama, innecesario por cierto. En la estación de trenes. Quedó olvidado y así pasaron 3 semanas.

Los chicos vinieron a visitarme un mes. Visitamos varios lugares famosos en París. La parte mágica de la ciudad también. Fue como si no me hubiera ido y solo era un viaje con amigos.

De igual forma tomé más fotos de ellos en diferentes lugares. Los recuerdos que creamos en París y Francia en general. Fueron asombrosos. Algo que jamás olvidaría.

Cuando los chicos tuvieron que regresar. La despedida se nos hizo más fácil. Fue más corta y menos lágrimas se derramaron. De hecho hubo bromas de por medio y demás.

El golpe de realidad me llegó en mi primer día rumbo a la escuela. La falda tan fina y elegante me daba la obligación de verme refinada. Las chicas tan hermosas me recordaban que debía ser así también. Lo que llevo a mi cuidado personal fuera casi tan bueno como el de ellas.

El francés fue lo que más batalle. Era un idioma tan complicado y ni hablar del acento del pueblo que tenían algunos maestros. No por ser horrible o algo parecido. Para nada. Se trata de su entonación y su forma de pronunciar algunas palabras.

Mi promedio de los dos primeros meses estaba por los suelos. No se comparaba en nada a las notas que tenía en Hogwarts. Suponía que era por no tener que repetir el mismo tema de diferente forma. Ahora solo hacia los deberes míos, ya no de alguien más. La única solución que encontré, fue repasar los libros una y otra vez hasta que entendiera. Me costó un poco, el tiempo que me ahorraba terminar mis tareas. Lo aproveche para estudiar mi hechizo, perfeccionarlo y poder renovar el que tenía James.

Según mis cálculos, el hechizo que le hice, duraría diez años. Lo que me dejaba conforme. Pero no era perfecto, así que debía hacerlo más poderoso y menos invasivo. Con eso en mente, más las clases, más amigas que hice y más cartas que tenía que enviar.

El tiempo pasó volando y con el. La frecuencia con la que le respondía a James o a Remus. Al único que escribía diaria y respondía de la misma forma era a Sirius. Y aunque las primeras semanas que había dejado de escribirles a mis dos no novios. Se la pasaron mandándole a preguntar por su respuesta con Sirius. Para Diciembre había terminado.

Supongo que se cansaron de esperar y solo se resignaron a escuchar de mi a través de Sirius.

Eso estaba incluido en el plan, debía alejarme de ellos. Claro que no de Remus. No era justo que solo ignore a uno y a otro no,  eso haría que peleen. En el cronograma a seguir, las peleas no venían incluidas.

Dejar de responder a dos cartas y solo una. Me llevo a tener tiempo para gastar en ideas, planes, decisiones. Aun no estaba segura de cómo me infiltrare en la casa de los Potter una vez terminado todo. Eso lo pensaré a medida que se desarrolle mi hechizo.

Mientras tanto, estudiaba para mis exámenes finales. No fui a casa para navidad, temiendo que ellos fueran. Sirius estuvo molesto por eso. Pero le había dicho que se lo compensaría cuando vaya a su graduación. Al parecer, la graduación aquí se lleva acabo en Mayo y el de Hogwarts en Junio. La emoción de llegar a verlos una vez mas era eclipsada por mi estrés de graduarme en este lugar. No sabia que rayos les diría o si ellos querrían hablar conmigo. Pero eso no importaba, mi corazon anhelaba verlos. 

La ceremonia fue tan elegante como se esperaba, llena de vino, queso y uvas. La toga y el birrete eran de un morado pálido muy lindo y el birrete en lugar de ser cuadrado como los normales, era una boina. Totalmente elegante y preciosa. Mis padres no paraban de llorar por verme de esa forma. Con mis amigas nos tomamos fotos y por ultimo, compartimos una copa de vino en señal de amistad. 

Me sentía realizada y al mismo tiempo, vacía. Si las cosas no fueran tan complicadas, tal vez hubiera estado con mis amigos dejando polvo pica pica en los birretes de los de Slytherin como ultimo acto de rebeldía. Mcgonagall nos regañaría hasta el final. Tendríamos una enorme fiesta en casa de los Potter, mis labios estarían hinchados por tanto besar a mis dos hombres guapos y tal vez, repito, solo tal vez. Hubiéramos tenido nuestra primera vez. Tan cursi y romántico como siempre soñé. 

Sin embargo, aquí estaba yo. En Francia con mis padres, teniendo una pequeña celebración de tres. Ya no se podría cambiar nada. Lo hecho, hecho estaba. Mis padres trataron de animarme tanto como pudieran. Pero... ¿A donde se supone que van los corazones rotos?

Van a encontrarse con sus ex amores. Ver como son completamente felices y entonces recordar que jamas debiste volver. Solo que yo no iba para lamentarme, iba a ver la graduación de mi mejor amigo. 

Autora:

Bueno, se viene un capitulo bastante duro. Preparen sus lagrimas, sus pañuelos y pueden dejar sus insultos en los comentarios. 

Con amor, 

Rose


SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora