Saturno

Comets

Mis esfuerzos por crear el hechizo se intensificaron a medida que las pesadillas se volvían mas vividas. Eso me costo meses de terrores nocturnos e insomnio. Pero lo había conseguido. Bueno, creo que lo hice. Aun necesito ponerlo a prueba. Tendría que conseguir cucarachas, arañas o cualquier plaga en la que pueda experimentar. Lo se, suena tétrico, pero era eso o que mi sueño se cumpla. 

La etapa de pruebas me llevo medio año. Entre escapadas nocturnas a la sala de menesteres, consultar con libros oscuros y varios mechones de cabello. Lo conseguí, la prueba estaba en esta hermosa hormiga que agrande. Seguía viva después de casi 2 Avada Kedavra. Salvo el hecho de que estaba tiesa. Petrificada mas bien y esa era la parte mas importante. Bien, ahora solo faltaba ponerla en el cuerpo de mis amigos. 

Aunque como muchos esperaban. No, no me pude aferrar mucho a Peter. Nos llevábamos bien, solo que no eramos tan buenos amigos como para que mi conciencia lo proteja. Claro que intente acercarme de la misma forma que con Sirius, pero nada dio frutos. Supongo que no logre abrir ese caparazón tímido.  Ademas, no podía alterar la linea original, no estaba segura de lo que sucederá si cambiaba mucho. Eso me llevo a la conclusión de tener que alejarme de los chicos. El sexto año la pasaría tan pegada a ellos, que se cansaran de mi. Era mi forma de aferrarme a ellos. 

"Moon" gire a ver a Sirius "¿Me estabas escuchando?" 

"Lo siento" sonreí avergonzada "¿Que decías?" 

"Quería saber si quieres una hamburguesa antes de entrar de lleno a las compras" por un segundo se me olvido que estaba con Sirius en el Callejón Diagon justo a dos semanas de entrar a sexto año. Como sera de conocimiento común, mi amigo perruno escapo con éxito hace casi dos meses de las garras de su horrible familia. Vivía con los Potter quienes estaban mas que encantados de tenerlo. 

Volviendo al momento actual, Sirius y yo acordamos salir de compras. Necesitaba ropa nueva, ademas de que aprovechamos la soledad para chismear sobre hombres, mujeres y profesores. Era mi mejor amigo después de todo. 

"Canuto, ni siquiera deberías preguntar. Sabes que primero debemos ingerir una cantidad insana de papas fritas antes de un recorrido de modas" el me sonrió.

"Vamos" 

¿Han visto en las películas de los noventa, cuando la protagonista entra a tiendas y sale con muchas bolsas? bueno yo era la que cargaba las bolsas y Sirius la protagonista. Ya me dolían los brazos. Como estúpida andaba cargando cuando podía hacerlas pequeñas y llevarlas. Pero Sirius dijo que perdería el glamour de ser millonario. No crean que yo no compre nada, porque la otra mitad de todo esto era mio. Cortesía de los Potter por que al parecer les agradaba. Euphemia solía decir que siempre quiso una hija. Cliché, claro. Lo entenderás cuando te cuente que me conocieron cuando llevaba un overol rosa y una camiseta morada pastel. Totalmente adorable. A mi madre le encantaba vestirme así, no podía huir de eso. 

"Debemos parar por un momento" pedí sentándome en las sillas de la heladería que se encontraban afuera, dejando las bolsas sobre la mesa "y ademas" saque mi varita apuntando en dirección de mi pesada carga. Un segundo después, estaban de tamaño bolsillo. Sonreí guardándolas. 

"Pero se pierde la magia" hizo un puchero, sentado a mi lado.

"Y mi fuerza también Black" 

El helado es lo mejor que el humano a creado en el mundo gastronómico, luego le sigue el chocolate. Mi favorito era la mezcla de menta y chocolate, mientras que para Sirius iba por lo clásico. Vainilla y chocolate. He pasado tanto tiempo con estos chicos que me se sus gustos y sus disgustos, lo que aman y lo que odian. Los conocía de tal forma que cerrado los ojos podría reconocerlos. Se habían clavado tan al fondo de mi piel, que no podía distinguir cuando comenzaba yo y cuando comenzaban ellos. Algo bizarro y un poco intenso. Pero era como lo sentía. Era la forma en la que ellos tenían de hacer que los quieras.