Stars

39 5 2
                                    

Después de aquel encuentro con Remus. De alguna manera nos habíamos vuelto demasiado cercanos. Pasábamos la mayor parte del tiempo juntos. Eso incluía a los demás merodeadores. Lo que me llevo a ser parte de ellos.

Llevándonos a este momento. El cuarto año. Todos los chicos se habían desarrollado bien. Si eso era decir algo. Se volvieron más apuestos. Cosas de la pubertad sucediendo. Remus se convirtió en el más alto del grupo, seguido de James y por un centímetros, Sirius. Peter era tan solo unos centímetros más alto que yo. Pero su contextura lo hacía ver más grande.

Esto dio como resultado que las chicas llenas de hormonas me odiarán por pasar tanto tiempo con ellos. En especial con James y Sirius. Que eran los populares de todo Hogwarts. Superando por mucho a los de años superiores.

Y estaba de acuerdo con ellas. Pues a mí también me gustaba James. Era lindo, amable. Todo lo que podríamos desear de un chico. Era amable y juguetón. Divertido y caballeroso. Todas podemos verlo. Todas excepto Lily, que odiaba a James. Mientras esté último no paraba de estar enamorada de ella.

"Vamos Moon, no puedes decir que esa canción no es tan buena"

"No digo que no lo sea, Sirius" rode los ojos mientras me dejaba caer en el césped debajo de un hermoso y frondoso árbol en el bosque prohibido "solo digo que, Killer Queen es mucho mejor que Love of my life"

"Eso es porque no crees en el amor" contraatacó James.

"En efecto Cornamenta" sentí como todos se dejaban caer a mi alrededor "no todos podemos ser unos locos enamorados como tú"

"Tiene razón" argumento Remus a mi lado, sonreí en el proceso.

"Aún así, es absurdo que no creas en el amor. Aquel bello sentimiento que nos lleva a ser felices y a realizar miles de absurdas cosas para hacer feliz a la otra persona."

"Y es por eso que prefiero no creer"

"Tiene un punto"

"Colagusano, se supone que debes estar de mi lado"

"Perdón"

"En fin, el amor es algo que deberías experimentar para poder hablarlo"

"Ahí te doy la razón mi cornudo amigo" sonreí "es por eso que ya no hablaremos del tema" me acomode mejor en mi lugar para poder dormir un poco.

El tenía razón, me negaba a sentir amor. Menos en este mundo y en esta época. Era peligroso y nada prosperaba. Yo sabía lo que pasaría y no estaba haciendo nada para evitarlo. Tampoco quería hacerlo. El amor era algo con lo que soñaba en mi otra vida. Sentirme enamorada... Sentir que le importaba a alguien tal y como era.

Lastimosamente tuve que vivirlo para saber que esas cosas solo son para pocas personas. Las personas que pertenecían al pequeño grupo que yo denominaba "la excepción." En este grupo, estaban aquellos que habían encontrado el amor y lo vivían de forma feliz, alegre, como los cuentos.

Por otro lado, estábamos el grupo al que yo denominaba "la regla" aquellos a los que no nos sucedía nada tan cursi y romántico que nos lleve a vivir un romance de película.

Me había costado sangre, sudor y muchas lágrimas para entender que pertenecía allí. Aún cuando pensaba que en algún momento podría ser la excepción. Sin embargo, la vida se encargó de hacerme entender que siempre sería la regla.

Ese pensamiento me ha perseguido hasta esta vida, donde todo a mi alrededor decía que me mantendría en la excepción hasta el final de mis días.

Pero estos chicos a los que consideraba mis mejores amigos. No paraban de insistir en que debía creer en el romance y la pasión. Lo cual era estúpido, solo que no podía luchar contra la terquedad adolescente.

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora