Cynosura

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Desde que Harry empezó con la oclumancia, se sentía mas cansado, pero mas feliz. Era como si su mente siempre lo tuviera en modo de alerta. Sirius era un buen maestro lo le exigía demasiado y era feliz de ver sus recuerdos. Sus pensamientos y las travesuras que tenia. Eso me preocupo por un momento. No quería un interrogatorio de como sabia tanto. Suponía que pensaba que era un momento demasiado profundo y doloroso para un niño. James y Remus se encargaron de enseñarle hechizos de defensa. Bueno, Remus mas que James, el en cambio se encargo de enseñarle hechizo de ataque. A mis espaldas. Esto lo supe porque los descubrí. No se porque pensó que me enojaría. También creí que no lo haría. Hasta que lo vi salir volando. Mi querido novio se gano una regañada monumental y mi hijo un nuevo uniforme de entrenamiento. Lleno de algodón y un casco para protegerlo. 

Fue así como los meses pasaron volando. Debido a mi interés en los hechizo, me vi obligada a seguir un curso intensivo de matemáticas en la universidad de mi padre. Quería poder liberar la mente de los padres de Neville. Lo que me llevo también a estudiar un poco del cerebro. Estuve tan ocupada y gracias a Missy, las tareas del hogar no eran mi preocupación. Mis hijas estaban bien y al parecer, eran las nuevas merodeadores. Cada semana recibíamos una carta de Minerva explicando el nuevo castigo de las niñas. Su padre y su tío estaban divertidos. Yo no pude reclamar, yo estuve en esas cartas antes también. 

Lo que nos llevo a pasar la Navidad con los Weasley. Harry y las niñas estaban encantados. Al principio todos estaban emocionados de ver al famoso niño que vivió, luego se fueron calmando las cosas a medida que Missy y Molly les entregaban galletas. Las dos habían conectado al instante. En cambio los merodeadores se la pasaron hablando con Arthur y los hijos mayores. Quedándome yo con la pequeña Ginny. Era adorable, muy inteligente y no dudaba en sonreír cuando escuchaba mis historias. Sería una nuera increíble. No podía evitar amarla.

Y así como la nieve cayó, la primavera y el verano se hicieron presentes. Y con ella, las niñas y un Harry emocionado por su carta. Lo que me extrañó fue recibir una carta de parte del director.

Querida señorita Moon,

Se que ahora es la representante del señor Potter y que tanto usted como el son responsables de su educación. Espero que hagan las elecciones correctas. Como usted bien sabrá, Hogwarts es un hogar para cada alumno que se decide a venir. Nos sentiríamos muy honrados en recibir al señor Harry Potter en nuestras instalaciones. Lo dejo en sus concientes manos señorita Moon.

Atentamente,

Albus Dumbledore.

Pd: parece ser que la señorita Lupin y la señorita Potter han decidido llevarse una pintura del colegio. Si no es mucha molestia, nos gustaría recibirla de vuelta.

Despegue mis ojos de la carta y mire a mis hijas, ellas evitaron a toda costa mi lugar. Hablando entre ellas o con Harry.

"Muy bien ¿Donde esta?"

"Mamá..."

"Stella ¿Donde lo escondieron?"

"Es nuestro amigo, no quisimos dejarlo"

"Además, el quería venir con nosotras."

"Dios mío..." Caminé a su habitación, encontrando el retrato de un barón que me veía con una sonrisa "buenos días sir Cadogan"

"Buenos días querida Moon" me hizo una reverencia "espero que Stella y Arinna no se vean muy perjudicadas por mi atrevimiento al querer salir del castillo."

"Estoy analizando el castigo Sir"

"No seas tan dura con ellas señorita Moon, yo se los pedí."

"Esta bien, puede quedarse. Hablare con Dumbledore" me acerqué "si me disculpa, lo llevaré a la sala, así no estará solo" le sonreí.

"Como siempre, tan amable señorita Moon" le sonreí.

Cuando entre a la sala los demás me vieron, de inmediato las niñas se escondieron detrás de sus padres. Solo suspiré y acomode la pintura en medio de la sala, tenía una buena vista de la puerta, de la cocina y comer. Estaría bien ahí.

"¿Que hace el Barón gruñón en la sala?"

"¡Sirius!" Le di un golpe en la nuca "más respeto el es un barón y es Sir Cadogan"

"Si, pero ¿Que hace aquí?"

"Preguntale a tus sobrinas" ellas volvieron a esconderse "iré a responder la carta de Dumbledore, ustedes arreglen eso" les señalé a los padres de las niñas "Sir Cadogan" hice una reverencia antes de irme al estudio.

Querido señor Director,

Le complacerá saber que su pintura está muy bien. No tiene ningún rasguño y se encuentra en buen estado. Sir Cadogan está muy contento de tener con quién hablar.

Ahora, con el tema de Harry. Le propongo un trato. Si usted deja que la pintura se quede en nuestra casa, yo aceptaré que mi hijo vaya a su escuela. Porque como sabra, no ha sido su única oferta académica.

Por otro lado, le pido disculpas por lo que hicieron mis hijas. Como sabrá, la juventud es una época caótica, llena de aventuras, travesuras y anécdotas.

Atentamente,

Saturno Moon, madre de dos Potter y una Lupin.

Pd: saludé a Minerva de mi parte y dígale que cuidare de la pintura. Que el castigo queda en sus manos.

Llame a la lechuza y mandé la carta. Suponía que Dumbledore aceptaría. No tenía más opciones.

Por el momentos, nos encaminamos a comprar los nuevos útiles. Además, de su nuevo uniforme, su varita y por supuesto. Hedwig. Necesitábamos a Hedwig.

Autora:

Es corto, lo sé. Pero disfrutable.

Con amor,

Rose 🌹

SaturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora