Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑

Acto 37

Félix paso el día entero en la casa de Hyunjin, ambos hablaron y profundizaron en como fueron aquellos días que estuvieron lejos. El menor propuso juegos de mesa para relajar el ambiente, y fue así como largas partidas de distintos juegos los entretenían mientras hablaban. De alguna manera, esto distrajo las inseguridades y miedos del mayor, hablando con mayor fluidez sobre sus sentimientos, haciendo que Félix estuviera contento con su elección.

—Lo primero que pensé cuando te fuiste —hablaba Hwang, mirando sus cartas del juego uno—, fue que no quería decir eso, jamás quise decirlo, esas palabras eran para mí —tomó una carta con el número tres de color amarillo, poniéndola sobre la carta que Félix había puesto, un tres en color verde.

—¿Por qué te dirías eso? —Félix dejó su carta como el número tres en color rojo.

—Yo fui quien se acercó a la actuación para conocer la vida de alguien que sentía emociones —tomó una carta del montón, buscando un rojo—, tenía miedo de no hacer nada y volverme loco, y fue de la manera en que creía que podría conocer el sentimiento humano y ser más como ellos, y creía que estaba logrando, pero te conocí, supe que aun me faltaba mucho, porque en mi reflejo, mi rostro no tenía vida, no había sonrisa, ni mucho menos brillo en los ojos —encontró una carta y la dejó sobre la anterior, aumentando el numero en sus manos.

—Y ahora, ¿por qué actúas?

—¿Qué?

—Antes actuabas para sentirte humano, pero ahora, ¿por qué actúas?

Hyunjin se quedó en silencio, mirando la seria, pero ligera mirada del menor, no tenía respuesta, no tenía idea de que responder.

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Llego cerca del lugar donde trabajaba su tío, ese día iba a solucionar todo, no quería volver a tener miedo, estaba dispuesto a sacrificar todo con el fin de la seguridad de los que amaba. Camino seguro, pero antes de cruzar la calle, alguien tomó su brazo y lo hizo voltear. El señor Kim estaba ahí, mirándolo.

—No vayas —le dijo.

—Tengo que ir —se soltó bruscamente—, es mi deber.

—No puedes —suspiro—, sabes que tu padre y mi esposa hicieron lo posible para que tuvieras eso.

—Pero no lo quiero —bajo la cabeza—, mi padre murió, su esposa murió, no quiero perder a mi hermana, y sólo quiero vivir junto a las personas que amo.

—Todo esto es mi culpa —añadió con rapidez—, yo fui quien tuvo la oportunidad de evitarlo todo, pero me acobarde, deje que las cosas siguieran el curso y perdí a mi esposa, deje a mi hijo sin una madre, y al final, a quien ayude, sólo dijo mi error a mi hijo y ahora me odia.

Hyunjin se quedó en silencio, miro al edificio y pensó en todo lo que estaba perdiendo para tener eso, un edificio que le estaba quitando todo.

—No quiero nada que me este quitando a mi familia —miro a su profesor—, haré las cosas que deba hacer para cuidar de mi familia, pero ese edificio, jamás será mio.

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El señor Hwang miraba atentamente la escena desde la distancia, parecía que sería el día en que todo debía solucionarse.

—Llama a tu padre —le dijo a uno de sus acompañantes—, lo necesito para evitar que Hyunjin me vea.

—Así lo haré —Seungmin tomó su celular y se alejó un poco.

—Chan, ¿tienes lo que pedí?

—Si, señor —se acercó el mencionado con un maletín.

—¿Esta todo?