Hyunlix | One Shots (Lixjin)

Soulmates

Autora: Sandra M.P.
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—Felix, vas borracho.

No, no hacía falta tener un par de luces para verlo.

—¿Y eso qué? —arrastraba las palabras con dificultad mientras una litrona hacia equilibrios en sus manos, preocupando al pelirrosa que pensaba que en cualquier momento se le escurriría y caería al suelo manchando la moqueta del salón de casa de sus padres.

—Que creo que es mejor que dejes de beber. —dijo, alargando el brazo para arrebatarle la litrona. El pelinegro la apartó rápidamente de sus garras y la pegó a su pecho, abrazándola como un osito de peluche mientras hacía un puchero.

—No. —se quejó, cambiando su voz grave a una mucho más dulce. Hyunjin suspiró. Felix borracho era como un niño: voluble, bipolar y difícil de manejar.

—Vamos, Hyunjinnie, déjalo, acaban de dejarle, creo que se lo puede permitir. —escuchó la voz de Changbin desde el sofá, ya que ellos se encontraban en la parte de la cocina, al ser salón-cocina. Felix estaba sentado en uno de los taburetes de la isla mientras que el pelirrosa estaba de pie a su lado.

—El alcohol no le va a ayudar.

—Me siento mejor ahora. —dijo Felix inocentemente.

—Veremos cómo estás mañana por la mañana. —se cruzó de brazos mirando la cara de su amigo que parecía estar peleándose contra sus ganas de dormir, pues sus párpados se cerraban durante un rato cada vez más largo. —Deberíamos dormir.

—Pareces una abuela. —se quejó el castaño, a lo que el pelirrosa alzó una ceja en su dirección.

—Es que parece que soy el único responsable aquí. 

—Tú solo quieres evitar que Felix vomite en la moqueta como la otra vez. —acusó.

—Y estoy en todo mi derecho. —se defendió, y su voz salió algo más aguda. —Le eché toda clase de productos químicos para que se fuera el olor y desistí con la mancha. Estuve dos semanas castigado y no pienso volver a pasar por lo mismo.

—Felix necesita tu apoyo, no que le hagas de mamá. —dijo, algo más serio. —Creo que ya va servido con lo que tiene en casa, ¿no crees? Deja que respire un poco.

El pelirrosa suspiró y miró a Felix, que se encontraba muy callado desde hacía un rato. Estaba con los ojos cerrados y la boca semiabierta.

Se había quedado dormido sentado en la silla.

—Lix. —murmuró, acariciando el cabello del más bajo, quien abrió los ojos con pesadez y al ver que el toque gentil se trataba del pelirrosa se inclinó apoyando la cabeza en el pecho del más alto mientras soltaba un suspiro y se acurrucaba ahí. —Vamos, ve a la habitación si quieres dormir. —murmuró, sin dejar de acariciar su cabello con suavidad.

—Hjmhm... 

—No sé qué significa eso. Va, arriba. —insistió, dejando la mano posada sobre la cabeza del otro.

Changbin miraba la escena enternecido y con una pequeña sonrisa en su rostro. Tenía sus dudas acerca de los sentimientos de Hyunjin por Felix, aunque las veces que había abordado el tema el pelirrosa se dedicaba a evitarlo a toda costa, insistiendo en que era su mejor amigo y que no ocurriría nada entre ellos.
Pero nunca negaba o afirmaba sus sentimientos.

El pelinegro se levantó con pesadez y en contra de su voluntad del taburete y empezó a caminar hacia las escaleras todavía abrazando la litrona.

—Eh. —Hyunjin lo agarró del brazo. —Eso se queda aquí. —advirtió.