Hyunlix | One Shots (Lixjin)

Guilty

Autora: Sandra M.P.
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[SMUT] [+18]

—No me siento muy a gusto con esto, Chan. —murmuró rascándose el brazo.

—Vamos, Hyunjin, ya hemos hablado de esto. —suspiró con cansancio, golpeteando el volante con los dedos.

—Pero es que, no lo entiendo. —dijo. —¿Por qué? —preguntó, dolido.

—Llevamos diez años juntos. —lo miró con intensidad. —¿Durante estos diez años, me vas a decir que nunca te has sentido atraído por nadie más?

—No. —negó rotundamente.

—No me mientas. —advirtió.

—No te miento. —se defendió. —Estando contigo nunca he sentido la necesidad de hacer algo así con alguien más que no fueras tú. —confesó.

—Así que nunca has pensado: wow, qué chico tan atractivo, follaría con él. —dijo.

—No. —negó.

—Con nadie.

—Con nadie.

—No te creo. —se encogió de hombros, a lo que el pelirrojo bufó frustrado. —No lo entiendo, estabas de acuerdo antes de venir aquí, ¿qué ha cambiado ahora?

—Que llevo dándole vueltas todo el camino.

—Pues no le des tantas vueltas.

—¿Llevamos diez años juntos y todavía no me conoces? —alzó una ceja, algo molesto. Bang Chan sabía que para él era imposible no darle demasiadas vueltas a las cosas, por muy insignificantes que fueran.

El otro suspiró cansado.

—¿Podemos hacer esto? —pidió. —Tan solo una vez.

—Parece que no soy suficiente para ti. —dijo finalmente en voz alta lo que llevaba pensando desde que Chan le propuso aquello.

—¿Y bien? ¿Qué te parece la idea? —parecía entusiasmado muy al contrario que el pelirrojo al que no le había hecho ni pizca de gracia.

—¿Que qué me parece que te folles a otro y yo haga lo mismo? —se rió sin gracia. —¿A qué viene esto?

—Vamos, Jinnie, no tiene nada de malo si estamos de acuerdo.

—Pero yo no estoy de acuerdo.

—Siempre has sido demasiado celoso. —lo picó.

—¿Cómo quieres que no lo sea? Me estás diciendo que te quieres tirar a otro. —empezó a alzar la voz.

—Es para probar cosas nuevas. —a diferencia del pelirrojo, quien se estaba poniendo cada vez más nervioso, el peliazul parecía completamente calmado, como si estuviera proponiéndole ir a jugar al bingo un domingo.

—Podríamos probar cosas nuevas JUNTOS. —recalcó.

—No nos salió muy bien la última vez. —murmuró el otro.

—Eso fue porque apretaste demasiado. —le recriminó.

—Ya, bueno. —hizo un gesto con la mano, como restándole importancia. —Vamos, creo que podría estar bien. —insistió, acercándose a él junto a la encimera de la cocina y rodeándolo con ambos brazos por la cintura desde atrás, pues se había dado la vuelta para continuar con lo que estaba haciendo intentando darle punto y final a aquella conversación. —Hace tiempo que hemos perdido esa chispa. —pidió, con aquella voz tan dulce que utilizaba para intentar convencerlo de hacer algo que no quería. —Creo que esta podría ser la solución.