Little Prince

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Autora: Sandra M.P.
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[SMUT] [+18]

—Hyunjin, esta me parece una pésima idea. De verdad, de todas las malas ideas que has tenido, con esta te coronas. —un irritado Changbin se mordía las uñas sin dejar de mirar una y otra vez hacia fuera desde el umbral de la puerta. —¡Date prisa! —exclamó en un susurro audible, nervioso. De ser amigo de Hyunjin, probablemente, aquella era la peor parte. A su amigo le encantaba hacerse el gracioso, pero el gracioso de mala manera. ¿Y lo peor de todo? Que a él le tocaba vigilar que nadie viniera para que pudiera seguir haciendo lo que mejor se le daba: gastar bromas sin pizca de gracia.

Y no la había tomado con otro peor que con Lee Felix, su profesor de Historia.
Y sí, Changbin sabía que era muy mala idea meterse con un profesor, pero el pelinegro simplemente no entraba en razón.

—Ya casi termino. —murmuró, pasándose la lengua por los labios en un gesto de concentración mientras terminaba de armar la trampa en el cajón.

Si pusiera la mitad del empeño que usaba en hacer trampas, en estudiar, probablemente sería un alumno ejemplar.

—¿Entiendes que te la estás jugando mucho, verdad? —murmuró. —¡Mierda, date prisa, está ahí! —exclamó, mirando hacia la víctima, quien caminaba despacio y con tranquilidad hacia su aula.

—¿Felix?

—¡Sí, Felix! ¡Y somos los únicos en todo el pasillo! Mierda, Hyunjin, esta sí que es una buena cagada.

—Joder, no me esperaba que viniera tan pronto. —cerró el cajón con cuidado para no hacer saltar la trampa.

—Ni de coña, desactiva todo eso porque no pienso ganarme una amonestación por tu culpa. —señaló el cajón una y otra vez, temblando a causa de la adrenalina, a punto de ser pillados haciendo algo demasiado malo.

—¿Qué? —exclamó. —He tardado veinte minutos en montar todo eso.

—Sabrá que hemos sido nosotros. —se asomó de nuevo por el umbral de la puerta, para ver a Felix girarse hacia otro lado. A los pocos segundos una alumna apareció junto a él, y el rubio sonrió amablemente y probablemente, enamorando todavía más a aquella adolescente que probablemente y como el resto de la clase, tenía un crush con su profesor de Historia. —Yo me piro, ahí te quedas. —sin pensárselo demasiado, salió corriendo del aula aprovechando que el rubio estaba distraído, dejando a su amigo a la merced del destino.

—¡Changbin, vuelve aquí! —exclamó, ahora asustado.

Tragó saliva y se encaminó hacia la puerta, casi chocándose con alguien al hacerlo.

—¿Hyunjin? ¿No es muy pronto para que estés aquí? —empezó a sudar entonces, alzando la mirada del suelo para toparse con los ojos marrones del rubio y una mirada un tanto desconfiada.

—Sí. —murmuró.

—¿A dónde ibas? —preguntó, ahora, sospechando. Y no era para menos, porque se había comido más de una jugarreta de su parte aunque no lo supiera.
Era cuestión de minutos que descubriera que el pelinegro estaba detrás de aquella broma, y como consecuencia, descubriría que de todas las demás.

El pájaro muerto en su mochila, el tirapedos en su asiento, el borrador sucio sobre el marco de la puerta, el charco de aceite en el suelo, la cáscara de plátano...
Sí, se había propuesto sacar a Felix de sus casillas.

¿El motivo?

Como el resto de la clase, tenía un crush.

Se negaba en rotundo a que le gustara un profesor, y menos, un hombre.
Pero todo en él le resultaba tan fascinante, tan perfecto... Su cabello, su cuerpo, su piel, las pecas en su rostro, aquella sonrisa que iluminaría estadios enteros... Y Felix no era una simple y preciosa apariencia, sino que era amable, gracioso, comprensivo, dulce...

Hyunlix | One Shots (Lixjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora