Hyunlix | One Shots (Lixjin)

One in a million

Autora: Sandra M.P.
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[SMUT] [+18]

—¡Hyunjin, aquí!

—¡Hyunjin!

—¡Hyunjin, cásate conmigo!

El pelinegro sonrió tímido mientras saludaba a los fans con la mano.

Felix suspiró sin dejar de mirar la pantalla.

—Míralo, Hannie. —suspiró, risueño.

—Sí, sí, precioso. —hizo un ademán con la mano, cansado de que su amigo no dejara de enseñarle vídeos de aquel hombre.

—¿Verdad? Dios, es tan... Tan perfecto. Mira sus hoyuelos cuando sonríe. Y el lunar bajo su ojo. Agh... Es adorable, y sexy, y...

—Ya, déjalo antes de que tenga que pasar una fregona por aquí abajo. —rodó los ojos.

—¿Es tanto pedir un amigo que me entienda? —bufó, exasperado.

—Confórmate con uno que te aguante. —puntualizó. —No te haces una idea de lo que es que tu amigo esté constantemente babeando por un famoso.

—Es Hwang Hyunjin, Hannie. —exclamó. —Es un Dios, un cantante icono de la moda y el baile.

—Sí, es perfecto.

—Lo es.

—No lo conoces.

—Y tú tampoco. —alzó la vista de su móvil donde se encontraba hablando por Instagram. —Podría ser un mal tipo.

—Por favor. —se rió sin gracia y le mostró su fondo de pantalla, donde aparecía una foto de Hyunjin sonriendo de forma adorable. —¿Este chico? —casi le pegó con el móvil en la cara. —¿De verdad? Sólo, míralo. Es un ángel.

—Divino. —empujó el móvil de su amigo lejos de su rostro.

—Y más real que tu novio virtual que probablemente sea un señor de cincuenta años haciéndose pasar por uno de veinticinco.

—Minho es real y es un chico de mi edad, tengo fotos. —exclamó.

—Ajá, ya me lo dirás cuando te lleve en su furgoneta blanca. —le voló una almohada a la cara y Felix removió la cabeza algo desorientado por el golpe. —¡Eh! —se quejó, sobándose la oreja.

—Bueno, al menos tengo una vida amorosa. Tú no vas más allá de tu romance imaginario con Hwang Hyunjin.

—No es mi culpa tener los estándares tan altos. Compréndeme, Jisung, es bastante difícil encontrar a alguien atractivo después de conocer su existencia.

—Ajá.

—Préstame atención cuando me estoy quejando. —exigió.

—Lo único que haces es quejarte.

—Eres mi amigo, deberías estar ofreciéndome consuelo, o como mínimo alimentar mis pensamientos delulus y decirme que algún día voy a casarme con él.

—Estás enfermo, Lixie.

El rubio suspiró, tumbándose sobre la cama mientras miraba al techo.

—En realidad, no. Sé perfectamente que está lejos de mi alcance, y que soy uno entre millones. —se encogió de hombros. —Pero soñar es gratis.

—Bueno, mientras no creas de verdad que eres el personaje principal de una especie de fanfic y que Hyunjin va a terminar enamorándose de ti cuando crucéis miradas el día que acudas a un concierto suyo por primera vez y caerá profundamente enamorado de ti, entonces supongo que está bien.