Verónica estaba aburrida, Jefferson había salido diciendo que tenia "asuntos que atender" así que la dejó a ella y a Graham en su casa, el cazador jugaba tiro al blanco y ella leía con una mueca en sus labios los cientos de mensajes que su padre le enviaba.No respondió a ninguno.
No quería confundirlo con magia así que esperaría a que otra opción mágica para liberarlo apareciera.
Iba a volver a apagar su móvil hasta que un nuevo mensaje llegó, era de Emma y en este le decía que necesitaba que fuera al hospital pues Henry se había puesto mal.
—Henry está en el hospital —Le dijo a Graham el cuál desenterró su navaja de la pared y la miró con el entrecejo fruncido.
—¿Ahora que pasó?
—No lo sé pero hay que ir —sonrió con los labios apretados por lo infeliz que estaba con los hechos y tomó su chaqueta del perchero.
No les tomó mucho llegar al hospital y al hacerlo se toparon de frente con Regina y Emma, las cuáles parecían ir de salida.
Graham miró desafiante a la reina, su temor hacia ella y la muerte se desvaneció ahora que necesitaba apoyar a Emma, así que con un ligero empujón de hombro rodeó a Regina para ir con la rubia.
—Ya les creo —Cuando esas palabras salieron de los labios de Emma Verónica sonrió triunfante, las probabilidades de que el hechizo se rompa ahora eran infinitas —Henry está bajo un hechizo que debía ser para mí, Regina y yo iremos con Rumplestiltskins para que nos dé una solución.
—Adivinaré, ¿Manzana envenenada? —Verónica alegó burla hacia la reina y a juzgar por el silencio estaba en lo cierto.
—No soporto a los de tu clase —Regina entrecerró los ojos, odiaba cuando alguien que no fuera ella tenía razón y detestaba que le hablaran como si fuera predecible.
—Vayan con Rumplestiltskins —Exclamó Graham —Nosotros nos quedaremos a cuidar a Henry.
La mirada afectuosa que Graham le dedicó a Emma no pasó desapercibida a los ojos de la castaña y una vez estuvieron solos en la habitación del hospital habló.
—No sabía que te gustaban rubias.—Y yo no sabia que te agradaban locos —Bromeo Graham con una pequeña sonrisa pero despues quiso preguntar —¿Que hay entre tu y Jefferson?
Verónica solo se limito a apretar sus labios en una linea recta y negar con la cabeza mientras levantaba los hombros sin saber exactamente que contestar pero la mirada curiosa, confusa y hasta algo juzgante de su amigo la hizo replantearse las cosas.
—¿Que?
—Nada —Soltó un suspiro y se cruzo de brazos para ver a Henry dormir en la cama del hospital —Es que cuando estábamos en el bosque encantado me dijiste que eras casada.
La expresión de sorpresa y confusión de la castaña pusieron dudas en el cazador.
—No recuerdo nada —Suspiro pasandose las manos por la cara —Lo intento pero cuando lo hago me da migraña.
—Eso es extraño —La fémina asintió dándole la razón y prefirió no continuar hablando del tema.
Una parte de ella se sentía terrible al no poder recordar a su supuesto de amor ya que estaba empezando a sentir consuelo por parte del sombrerero, se sentía cómoda en sus brazos y afecto que anhelaba su corazón pero... ¿Y si ese afecto que su corazón tanto necesita es porque estaba llamando a gritos a su supuesto esposo? Era frustrante.
Frustrante y molesto.
Sus instintos le decían que Rumple tenia algo que ver pero no podía interrogarlo ahora o al menos no hasta que el hechizo pueda romperse.
Después de unos minutos recibió una llamada de Emma en la cual les pedía reunirse con ellos en una dirección que les enviaría por mensaje, los dos estaban dispuesto a ayudarla en lo que sea necesario si con eso también conseguían hacer que el hechizo se rompa.
Al llegar a dicho punto de reunión ambos subieron el edificio hasta encontrarse con un departamento abierto, adentro Emma le pedía ayuda a un hombre que parecía convertirse en madera con el paso de los segundos.
—No puedo acabar con una bestia yo sola —La voz de Emma era frágil y hasta un poco desesperada por querer recuperar a su hijo.
—Pinocho —exclamó Verónica recargandose en el marco de la puerta mientras bajaba su arma y llamaba la atención de la rubia y el hombre de madera.
—Ellos pueden ayudarte —susurró August antes de perder la vida que le había sido concedida con magia.
—¿A que bestia necesitas cazar? —Pregunta Graham con una mirada confiada y segura a la rubia —Nosotros te ayudamos —Aseguró con una sonrisa
—Si, y por ser mi amiga no te cobraré por mis servicios —Agregó la castaña jugando con una flecha de su ballesta.
Emma les sonrió agradecida y les explicó lo que iba a hacer, pero Verónica no estaba del todo contenta con tener que confiar en Regina más no se opuso.
Si la salvadora decía algo la seguiría sin juzgar, además, confiaba en Emma y ella sabía lo que hacía.
Los tres fueron a local abandonado en donde esperaron a Regina unos cuantos minuto, la castaña analizaba su ballesta para asegurarse de que todo estuviera en orden para lo que sea que tengan que enfrentar.
—Trajiste ayuda —Dijo Regina caminando hacia ellos con una mirada indescriptible a Graham el cuál mantuvo su postura.
—¿Quién es esta amiga tuya? —Interrogó Emma portando la espada de su padre que Rumplestiltskins le había dado para la batalla.
—Sólo diré que ella llegó de manera distinta a este mundo —Contestó guiándolos a un ascensor que estaba oculto detrás de una estantería —Ustedes bajarán y yo me quedaré aquí.
—Es un chiste —Río Van Helsing dando un paso atrás —Iremos los cuatro su majestad.
—Alguien debe quedarse arriba para subir el elevador cuando obtengan la magia.
—Yo me quedaré —Las interrumpió el cazador dándole un apretón en el hombro a Emma —Bajen ustedes dos, yo me aseguraré de que vuelvan —Una mirada amenazante fué dedicada a Regina la cuál sonrió de lado y desafiante.
Verónica no estuvo muy confiada pero accedió y junto a Emma entró al elevador.
—Está amiga... De casualidad no se llama Maléfica ¿o sí? —Cuestionó mirando a la reina para saber si su intuición fallaba o no.
Para su desgracia su intuición jamás se equivoca.
—Cuando esto acabe terminaré con tu linaje —Amenazó la pelinegra al mismo tiempo en el que orpimio el botón que las llevaría al sótano del lugar.
—¡Dracula dijo lo mismo y ahora está en vasija! —Le gritó con arrogancia y un toque de burla.
—¿Drácula? —Preguntó Emma tratando de entablar una conversación y no perder la respiración de ansiedad por los nervios que tenía al no saber con exactitud a lo que se enfrentaría ahí abajo pero a juzgar por el nombre "Maléfica" sabía que no les esperaría nada bueno.
—Mi apellido es Van Helsing —Se presentó formalmente extendiendole la mano para darle un apretón amistoso acompañado de una sonrisa —Y será un honor pelear al lado de la salvadora y princesa de mí mundo.
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𝗛𝗨𝗡𝗧𝗘𝗥 ━━━━ OUAT
Ngẫu nhiênEl capitán de un barco que se enamoró de una cazadora del bosque. Su matrimonio marchaba bien hasta que varios obstáculos se presentaron en su camino obligándolos a tomar caminos separados y a la vez juntos. Mientras que.... Un sombrerero desesperad...