𝖠𝖢𝖳𝖮 𝖨𝖨

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❝I promise, I will find you❞

Su corazón latía con tanta fuerza que creía que podía salirse de su pecho.

Mantuvo su mirada al cielo azul con una mueca en sus labios pensando en cuanto extrañaba a su esposa, el mundo era cruel, la primer mujer de la que se enamoro le fue arrebata y despues, cuando recupero su felicidad con alguien mas la misma le fue quitada sin previo aviso.

Por la misma persona.

—No te alteres —La mano de la mujer de cabello cobrizo a su lado se poso en su hombro como falso intento de consuelo ya que mas bien era para motivarlo a seguir con su plan —Pronto obtendrás lo que buscas —Ella se inclino cerca de su oído —Venganza y amor.

Killian apretó sus labios y dirigió su mirada a Cora la cual le sonreía con cautela y malicia.

—Estoy seguro que asi va a ser su majestad —Respondió con seriedad.

Llevaba años buscando una manera de reencontrarse con Verónica y finalmente se sentía tan cerca de poder hacerlo.

El recuerdo del día de su boda llego a su mente, aquel día habia jurado amada, protegerla y estar a su lado hasta el fin del mundo.

Ahora estaba tan lejos de ella que la única forma de volver a verla era atravesar un portal a otro mundo, bajo la mirada al anillo de bodas que brillaba en su dedo para despues acercarlo a sus labios y dejando un suave beso sobre el.

[...]

—¿Me amarias si fuera un vampiro?

La pregunta de Killian había tomado por sorpresa a Verónica por lo que dejó de peinar su cabello unos segundos para mirarlo con el entrecejo fruncido y una ceja alzada.

—Estas dudando —Canturreo el pirata jugando con la punta de su garfio sin moverse de donde estaba.

Ella río bajo y continuó primando su oscuro cabello mientras él descansaba su cabeza en las piernas de su esposa.

—Sí —Respondió mirando hacia el mar.

La playa era bastante agradable, no era su tipo de ambiente favorito pero si se casaba con el capitán de un barco pirata ciertamente debía acostumbrarse a la arena y al mar profundo y azul.

Así como él se había acostumbrado al ambiente frío y tenebroso de algunos castillos, bosques oscuros y catacumbas.

—Pero tendrías que matarme —Alegó Killian buscando su mirada.

—Sí —Admitió con una sonrisa hacia abajo haciendo que un "hey" saliera de la boca de su esposo —Te mataría y conservaría tu corazón en una repisa de cristal rodeado de rosas con espinas para que nadie pudiera tocarlo —Agregó depositando un corto beso en sus labios.

—¿Te escuchas cuando hablas? Tus metáforas románticas me dan escalofrios —Fingió una mueca de miedo mientras regresaba su vista al cielo.

Verónica hizo un gesto ofendido llevandose una mano a su pecho.

—Yo no me quejo cuando tu haces lo mismo.

—¿Yo cuando he dicho algo tan raro como eso? —Interroga enderezandose para mirarla a los ojos.

—"¡Oh mi hermosa hermosa Veronica! Tú me haces sentir como un molusco nadando en un barril de ron" —Exclamó imitando exageradamente sus movimientos, expresiones.

Killian río rotundamente y se abalanzó sobre ella haciendo que él terminara encima de ella.

—Por lo menos yo no digo cosas como "conservaré tu corazón en cristal" o "Me arrancaría el corazón para entregártelo como obsequio" —Dijo el pirata pero en el fondo amaba las interpretaciones de su chica —Me casé con una rara.

—Y yo me casé con alguien que siempre apesta a Ron y bacalao —Se burló la castaña.

Él arrugó la nariz y atrapó sus rojos labios en un dulce beso que pronto se volvió apasionado.

No pensaba en otra cosas más que en ella, era el tesoro de su barco, la sirena que lo encantaba, la marea que lo llevaría el resto de su vida y la brújula que lo guiaría.

Y el sentimiento era muy recíproco.

Verónica mataría, moriría y viviría por él, no habia monstruo al que no se enfrentara por su esposo y no habia cosa que no hiciera por protegerlo.

Para ella, él era el sol en toda su oscuridad.

[...]

Killian soltó un suspiro y regresó su mirada al frente.

De verdad la amaba y la extrañaba pero también tenía el impulso y la necesidad de hacer pagar al espectro por todo lo que le ha hecho.

Bajó de la enorme roca en la que estaba parado y caminó por la arena para ir hacia Cora.

—La marea es buena pero el viento no tanto, debemos esperar unas horas antes de partir.

—De acuerdo —Cora apretó sus labios, ambos estaban motivados por diferentes cosas pero hacia un mismo destino y eso era suficiente para que se unieran en esta travesia.

—Lo prometo, te encontraré... —Murmuró al cielo pronunciando la misma promesa que hacía cada mañana al despertar y noche al dormir.





































𝗛𝗨𝗡𝗧𝗘𝗥 ━━━━ OUATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora