Cuatro

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- Eres muy idiota, demaciado para ser verdad y si quieres vivir, corre - La voz de minho sonaba cansada junto a una mezcla de burla mientras cargaba de un lado a su compañero inconsiente, lo habian picado

Antes de comenzar a caminar a otro lado, thomas se pego hasta los dos contrarios ayudado a minho con el cuerpo de ben, no paraban de caminar por los pasillos del laberinto en busca de algun escondite para pasar la noche escondidos o por lo menos dejar al otro chico asalvo, no era mentira el miedo qué sentian recorrer por todo su cuerpo, mucho menos el cansancio por parte del asiático qué parecía ya no poder más, por momentos paraban tomando aire pero la noche seguía avanzando y tarde o temprano estarian con su vida al borde de la muerte.

- En estas hiervas, podemos subirlos y engancharlo mientras encontramos otro lugar para nosotros, ayúdame - pidio el moreno comenzando amarrar unas sogas las cuales estaban compuestas con hiervas o plantas crecidas sobre la pared, amarraba cada parte del cuerpo del corredor hasta tener un último nudo bien hecho y comenzar a tirar hacia atrás con ayuda del contrario subiendo hasta una buena altura a ben - Carajo - emitio un quejido guardado silencio al instante al escuchar un gruñido alto a lo lejos

- Un penitente - le volteo a ver y encesgida comenzo a correr a otro lado sin antes soltar la cuerda dejandole todo el peso a thomas quien apenas pudo mantener el equilibrio de su propio cuerpo jalando

- Mierda, mierda, mierda -

Comenzo a sudar frio escuchando cada vez más cerca aquellos gruñidos por parte de los animales esos o más bien conocidos como penitentes por parte de todos dentro del area. Un primer zarpazo con la pata de fierro fue clavado en la pared dejando caer pedazos de piedras y plantas al suelo, no había nada más que eso sobre el pasillo, el pelinegro ahora se encontraba dentro de un hueco entre el piso y la pared tratando de no hacer ruido o soltar el cuerpo de ben aun en el aire gracias a las cuerdas

Un movimiento en falso y ambos estarian muertos

Cada segundo que pasaba y el penitente avansaba no era más que una maldita tortura para el moreno, sentia como sus dedos se quemaban o raspaban al jalar la cuerda, no paro de retenerla incluso después que el penitente se fuera - Minho, hijo de perra - gruño aventando el cuerpo al frente en donde se encontraba un espacio para poder amarrar la cuerda

Al terminar, solo se recargo por un instante en la pared, no tardo mucho en comenzar su marcha en busca de minho quien minutos atrás lo abandono sin pensarlo, no lo sabia pero el miedo lo ataco más rápido.

- Esto debe ser una broma - ambas manos le temblaban, giraba la cabeza lentamente hasta clavada justo de donde provenian los nuevos rugidos - Hola pequeñin - dijo con una sonrisa nerviosa despegando la mirada del penitente encima suyo y después de eso comenzar a correr como nunca.

Por su cabeza pasaban los pocos recuerdos qué tenia desde que llegó al area, no eran muchos y también tan importantes pero aun así no queria morir, tampoco se arrepentia de entrar al laberinto sin permiso alguno, ni después de ver aquellas maquinas mutantes en forma de ratas o algun tipo de animal deformado

Thomas no se detuvo, esa cosa corria detrás suyo sin parar, no importaba para que lado de los pasillos girara, lo volvia a encontrar, incluso cuando trato de mantenerce asalvo encima de las paredes, escalando las mismas hiervas con las que antes amarro a ben, para su sorpresa el penitente escalo volviendo atacarlo una y otra vez hasta llegar al borde de la última barda - Es ahora o nunca - grito dando un último salto al frente volando al aire plantando ambas manos sobre las sogas enganchandose y apresurarse a bajar

Un último final  [Newtmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora