002: El celo del Príncipe

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El príncipe NuNew apartó la mirada de sus guantes empapados, pues su asombro y consternación era tal que sentía que su corazón explotaría si seguía viendo eso

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El príncipe NuNew apartó la mirada de sus guantes empapados, pues su asombro y consternación era tal que sentía que su corazón explotaría si seguía viendo eso.

—Esto no es posible, yo no puedo...

La oración de NuNew no fue completada, pues de repente el aire se volvió demasiado denso como para poder respirarlo.

Él no debía estar lubricando, no, ¡él no podía estar lubricando! ¡Era un beta! ¡Lo había sido desde hace siete años, cuando a los trece la ausencia de un celo le indicó que su casta era la de un beta!

¿Cómo era posible que ahora, a los veinte años, estuviese lubricando por ahí?

La vergüenza y la desesperación lo consumieron al sentir cómo su parte trasera se humedecía más y más con cada segundo transcurrido, peor aún cuando cayó en cuenta de que todos sus malestares se debían nada más y nada menos que a un celo. Y no un celo alfa, no, la vida lo odiaba tanto que no solo debía permanecer secuestrado en el medio del mar con un grupo de piratas apestosos, sino que también le hacía experimentar por primera vez un celo de, de, de... ¡de omega!

El gran Príncipe de Ulsang, NuNew Chawarin, quería desaparecer de la faz de la tierra.

Sobretodo cuando notó que el aroma picante del Capitán Zee provocó que algo estallara en su interior, un deseo tan descarado que sintió su cara enrojecer de la vergüenza, pues su pudoroso corazón no podía asimilar los deseos impuros de su cuerpo. Porque se sentía vacío y caliente y de solo pensar en la única solución a su problema sentía que su trasero se humedecía más, pero al mismo tiempo su corazón se llenaba de una profunda vergüenza.

Un príncipe no debía tener esa clase de pensamientos, no si era alguien decente y con buena educación.

Pero, una vez más, no pudo concentrarse en sus acelerados y puritanos pensamientos, pues un olor dulzón y lleno de feromonas llegó a sus fosas nasales. Un olor que descubrió, segundos después, era suyo. Así que ahora no solo estaba adolorido y húmedo, sino que también apestaba a celo y pronto todo el maldito barco notaría su vergonzosa situación.

Fenomenal, simplemente fenomenal.

Con las lágrimas de desesperación a punto de caer por sus mejillas, NuNew se hizo bolita en el resbaloso suelo en un infantil intento por desaparecer. Se sentía mal, se sentía absolutamente asqueroso con toda la situación. No quería estar allí, no quería dejar de ser un beta y en definitiva no quería convertirse en un omega en celo completamente desesperado por cometer actos carnales con cualquiera. Era deshonroso, era demasiado inmoral que estuviese deseando ser tomado por detrás para aliviar el calor abrasador de su cuerpo, ¡su padre siempre le había dicho lo horrible que era!

«—Ser un omega es un problema, NuNew, ellos son seres promiscuos por naturaleza. Es un alivio que no lo seas, hijo»

Si su padre se enteraba de lo que estaba pasando con su cuerpo en ese momento, ¡iba a desheredarlo!

through the sea | zeenunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora