017: La vida de un pirata

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NuNew se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano, deteniendo su labor por un segundo para mirar al horizonte

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NuNew se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano, deteniendo su labor por un segundo para mirar al horizonte. El cielo estaba despejado, luciendo de un brillante azul y sin muchas nubes que impidieran que los rayos del sol dieran directamente contra la cubierta del Lady Domundi. El viento también era favorable, soplaba con la suficiente fuerza para impulsar las velas del barco y hacerlo avanzar a una velocidad aceptable, marcando la ruta de su viaje con lentitud.

Era un bonito día, aunque quizás NuNew lo sentía aún más bonito de lo usual por la emoción.

Y es que, aquel era su primer día incorporándose a las labores del Lady Domundi como un miembro normal de la tripulación, por lo que ya se le habían otorgado un par de tareas para todo el transcurso del día, recibiendo el mismo trato que cualquier otro pirata sobre ese barco recibiría.

Ya nadie le trataba como a un prisionero, pero tampoco lo trataban como a un superior. Era un simple pirata más, como ellos, aunque algunos todavía siguieran mirándole reacios.

Era emocionante, aunque quizás un poco agotador, pero emocionante al fin de cuentas.

Le dolían las manos, eso sí, porque había pasado toda la mañana limpiando la enorme cubierta del Lady Domundi con ayuda de Jimmy, sus dedos los sentía un poco entumecidos luego de horas fregando con fuerza la madera para dejarla brillante, se le habían quebrado un poco las uñas y se había clavado un par de astillas por lo mismo, pero no le dió demasiada importancia.

No estaba acostumbrado al trabajo duro y había tardado un poco en entender la manera correcta de limpiar, claro, después de todo había crecido como un príncipe que había tenido miles de sirvientes a su disposición para realizar todas las tareas pesadas por él, pero NuNew sentía una enorme satisfacción en su corazón al demostrar que era tan capaz como los demás, sin importar que no estuviese acostumbrado a trabajar, sin importar que era un omega.

Era difícil, si, pero no iba a rendirse ni a cambiar su decisión por nada, porque ahora era libre.

Ya no había una Corte juzgando sus decisiones, ya no había una corona pesando sobre su cabeza con los deberes de una dinastía entera, ya no había un Rey midiendo sus pasos.

Ahora solo era NuNew, un omega dedicado a la vida del mar, tan libre como la brisa fresca que corría esa mañana.

Sin embargo, le era imposible terminar de disfrutar de esa libertad sin sentir una opresión en el pecho, pues la culpa de haber conseguido ser libre a costa de renunciar a su deber como príncipe pesaba sobre su corazón, pues aunque sabía que no lo necesitaban, todavía no podía evitar que en el fondo, muy en el fondo, sintiese que le había dado la espalda a su pueblo, que estaba siendo egoísta al poner sus deseos por encima de su nación.

Si alguien (su pueblo, la Corte o sus padres) se enteraba de su decisión, ¿lo considerarían un traidor?

Su estómago se apretó dolorosamente ante la posibilidad.

through the sea | zeenunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora