La brisa salada le acariciaba el rostro y le alborotaba el cabello, dejándolo desordenado. Inhaló fuertemente, llenándose los pulmones de oxígeno que le supo a libertad, una libertad que nunca antes había experimentado en su vida.
Tan irónico como era, NuNew jamás se había sentido tan libre como en ese momento, en un barco donde era un prisionero. Desde que nació, el deber de una corona que algún día sería suya pesó sobre sus hombros, limitando cada paso que daba.
No podía equivocarse, porque debía proteger el honor de la familia real. Debía ser perfecto, porque debía ganarse la lealtad y el respeto de sus súbditos. No podía ser débil, porque los Reyes débiles nunca duraban demasiado tiempo sobre el trono. Debía ser fuerte, porque tenía la obligación de dirigir a su ejército a la victoria en cada batalla.
Pero allí, parado en un barco en medio del mar, no tenía ningún deber que cumplir ni una fachada que cuidar. Y NuNew había decidido que iba a disfrutarlo todo el tiempo que durara, porque deseaba probar la libertad aunque fuese falsa.
Una libertad falsa. Si, sabía que en algún momento el Capitán lo entregaría a la persona que le pagó para secuestrarlo. Claro que lo sabía, no era tonto, ni mucho menos sordo. Había escuchado las cosas que la tripulación murmuraba por lo bajo.
¿Tenía miedo? Si, tenía muchísimo miedo de lo que le deparaba el futuro, porque no tenía ni idea de quién había sido la persona que pagó por secuestrarlo, ni tampoco sabía a dónde lo llevaban ni qué harían con él cuando lo entregaran. Pero trataba de no pensar en eso, porque si lo hacía entraría en un estado de pánico tan grande que probablemente saltaría por la borda hasta ahogarse en el mar.
Lo mejor que podía hacer era fingir ignorancia, pretender que todo estaba bien.
Y se le estaba dando muy bien. Sobretodo ahora que, después de dos días durmiendo en los camarotes comunes, ya había construido lentamente una nueva rutina.
—¡Hey, Su Alteza! Le estaba buscando. —La voz de Nat llegó desde atrás, por lo que NuNew tuvo que girar para mirarlo.
—Ya te dije que puedes llamarme NuNew, aquí no soy un príncipe después de todo —suspiró con algo de cansancio, pues ya le había repetido eso varias veces.
Nat se encogió de hombros, sin darle importancia.
—Me gusta llamarte así, déjame ser.
NuNew rodó los ojos y negó, mientras una sonrisa involuntaria se pintaba en sus labios. Nat nunca terminaría de impresionarlo, era tan enérgico, siempre saltando a su alrededor con emoción.
Era difícil recordar que, de hecho, era un pirata.
—Da igual, ¿para qué me buscabas? —preguntó, mirándole con curiosidad.
—¡Ah, si! —Nat saltó, antes de mirarle con algo de malicia en sus pequeños ojos. NuNew tragó saliva fuertemente algo intimidado, pues Nat realmente tenía una fuerte presencia—. ¿Sabes luchar?
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through the sea | zeenunew
FanfictionEl Príncipe NuNew Chawarin estaba a meses de tomar el trono y convertirse en el rey legítimo de Ulsang. Pero primero necesitaba celebrar su anhelada mayoría de edad para que la coronación pudiese llevarse a cabo. Para su mala suerte, justo a mitad...