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PETER HALE

La sensación de ser depositado en algo suave y acolchonado fue relajante para esta cuerpo maltratado, no sabía que había pasado y mucho menos quien me había salvado, pero lo agradecía, aún tenía mucho por hacer y mis cachorros me necesitaban aún, yo los necesitaba.

— Creo que está despertando.

Escuché a la lejano forzandome a abrir los ojos, los sentia pesados y aún no estaba del todo bien.

— Traigan agua, quizás tenga sed.

El techo de madera me era desconocido al igual que algunos olores, pero otros me parecían extrañamente familiares.

— Deberíamos llamar a su manada.

Escuché una voz femenina, parecía algo asustada.

— Ahora nosotros somos su manada.

Mire el lugar hasta detenerme en la puerta que se mantenía entre abierta.

— Nathan tiene razón, Lori, ahora es nuestro Alpha, no por nada usamos sus garras para darle fin a Satomi.

Me levanté y me encamine al peinador, cambie mis ojos sin poder evitarlo.

Negué y retrocedí, ya había sido un Alpha antes y había sido horrible, no me interesaba en lo mas minimo ese rango, ya no más.

— Igual los llamaré, deben estar preocupados.

Respire profundo y me dispuse a ir a la puerta, la termine de abrir pudiendo ver a la bola de adolescentes y a uno que otro adulto.

— ¿Saben si encontraron a mi sobrino? –pregunte sin ánimos de saber más que no fuera eso.

— Si, está ahora en el hospital –me dijo una chica rubia, realmente no recordaba su nombre pero había ido en aquella ocasión con Satomi, la otra rubia y el hombre de cabello largo.

— Okay –dije y estaba dispuesto a irme, pero el chico que la otra vez había lastimado a Liam me tomo del brazo.

— ¿A dónde crees que vas?

Solo pude mirarlo incrédulo antes de bajar la mirada a su mano que sostenía mi brazo.

— Quítame la mano de encima o te arrepentirás –le dije entre dientes tratando de no sonar tan agresivo, lo menos que quería era que un montón de niños me temiera.

— No puedes dejarnos, eres ahora nuestro Alpha.

Rei con sorna mientras asentía.

— Escucha, niño, yo no tengo manada, solo familia y que me hallan ayudado no significa nada, si quieren un Alpha hablen con Scott, Corey o mi hijo, yo no soy una buena opción.

El chico me soltó lentamente, me gire para irme pero otra mano me detuvo.

— Pues te elegimos, ahora nos aguantas.

Suspire y me solté bruscamente de su agarre.

— Se arrepentirán –garantice pero a ellos no parecía importarles menos.

— ¿Entonces vamos al loft de tu sobrino? –me pregunto el hombre por lo cual solo le asentí.

THEO RAEKEN

La batalla contra los cazadores fue complicada por el simple hecho de que se protegían con cenizas de serbal, pero era más fácil para Corey, Malia y yo que podíamos implementar el lado que teníamos de quimeras para atravesar sus barreras.

Bajamos en busca de nuestros amigos pero solo encontramos sus cuerpos ya sin vida.

Josh tenía cuatro impactos de balas, Aiden solo dos y Kira uno, pero certero en la cabeza.

— ¡Tracy! –grite sintiendo como la garganta me quemaba, no podía escucharla y mucho menos verla, solo el rastro de sangre me giraba a un nada.

— ¡Tracy! –grite pero no había nadie ahí, golpe frustrado la pared pudiendo ver uno de esos elevadores pequeños donde transportan comida, lo abrí encontrándome con Tracy.

La saqué con cuidado pudiendo ver el camino de sangre que brotaba de su boca, su mano estaba llena de sangre y su blusa igual.

— Tracy –la llame, tome su dolor y la abrace con fuerza, los pasos tras de mi dejaron de importarme.

Pude ver a Corey aparecer segundos después, trague saliva al ver cómo intentaba quitarmela, pero no podía dejarla.

— Debemos quemar el aconito –me dijo pero ya era tarde, el corazón de Tracy latía muy despacio.

— Theo dámela –me ordenó por lo cual lo deje llevarsela, lo seguí segundos después, quemamos el aconito y curamos sus heridas.

— ¿Crees que sobreviva? –le pregunto Malia a Deaton que solo se dedicó a observar a nuestra amiga.

— ¿Deaton? –cuestiono algo desesperada.

— ¡No lo sé!, ¿De acuerdo? –grito exaltado, pude notar que unas cuantas lágrimas se le escaparon.

— Debemos llevarla al hospital, transferirle sangre, ponerle suero –dijo Melissa antes de sacar su celular para pedir una ambulancia.

— ¿Qué diremos?, esas personas harán preguntas y llamarán a la policía –dijo Vernon que ya había tomado a Tracy en brazos para bajarla a la planta baja.

— Intentaremos cubrir el lugar, Theo, Malia y yo.

Asentí en acuerdo, pero tampoco quería dejar a nuestra amiga, aunque sabía que Vernon la cuidaría bien,al igual que Deaton y Melissa.

— Nosotros iremos a traer los cuerpos de los chicos, habrá que crear una historia creíble –dijo Jackson sabiendo que las perdidas eran más significativas para unos que para otros pero que igual dolían y mucho.

— Hagamos esto –dijo Jordán palmeandole el hombro a Jackson antes de salir, solo quedamos Malia, Corey y yo que nos dirigimos a las paredes del lugar para concentrarnos en desaparecer cualquier cosa que no fuera el edificio sabiendo que todo lo que tocará el lugar sería invisible para los que vinieran por Tracy.

Minutos después recibimos un mensaje de Melissa que nos indicaba que ya iban de camino al hospital.

— Ayudemos a Jordán y Jackson a limpiar la sangre y a quemar los cuerpos de esos malditos –dijo Malia, se le notaban las inmensas ganas que tenía de llorar, todos queríamos llorar.

Continuará...

Espero les guste.

[18 de mayo de 2024]

CachorrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora