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NARRADORA

Habían pasado dos días desde que supieron que Lydia realmente nunca había sobrevivido a la mordida, dos días en que Malia y Theo desaparecieron y dos días desde que Peter se encontraba encerrado en su habitación acompañado de un Stiles muy preocupado ya que su pareja no quería ni probar bocado.

— Solo un poco Pet, por mi.

El ojiazul miro la fruta que su novio sostenía frente a él.

— ¿Porque me engañaron?, ¿Porque mi lobo los acepto?

Stiles dejo el plato con fruta junto al tenedor a un lado para luego tomar el rostro de su pareja entre sus mano y obligarlo a qué lo viera a los ojos.

— Lo único que importa ahora es encontrarlos, no se porque tú lobo los acepto pero estoy seguro que no se equivocó, tu lo escuchaste, esa cosa no era Lyds y bien pudo haber mentido y si son tus pequeños.

Peter asintío, se separó con cuidado de su pareja y se e dispuso a salir siendo seguido por Stiles.

Bajaron y viendo a cada uno de los presentes se dispuso a respirar profundo antes de hablar.

— Mi lobo los acepto por algo, hay que encontrar a esos chicos, no me importa si no son mis cachorros, ellos me devolvieron la alegría y no los voy a dejar a pesar de todo y Noah, se que la policía los está buscando pero al menos permíteme saber porque mintieron.

El sheriff asintío y después de armar los grupos de búsqueda se dispusieron a salir.

Por otro lado, bajo las calles del pueblo se podían escuchar los gritos de dolor de cierto chico que se encontraba siendo operado sin ningún tipo de anestésico mientras a su lado yacía una inconsciente Malia que se mantenía con un enorme oyó en el pecho.

— Esperemos por el bien de ella que al ser ya un sobrenatural no la afecte tanto, sería triste que ya no tuvieras a tu compañera de crimen junto a ti.

Theo rugió con todas sus fuerzas antes de ser inyectado con algo que lo dejo al instante inconsciente.

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— ¿Escucharon?

Pregunto Peter a los que iban con él.

— ¿Es Theo?

Le pregunto Masón a lo que Peter asintío.

— ¿Sabes de dónde vino?

Pregunto Chris viendo a todos lados.

— Se escuchó cercas pero a la vez lejano, como si estuviera aquí.

Dijo y Masón saco su celular en mando la ubicación a todos los que estaban fuera buscando en distintos puntos del pueblo.

— Los demás ya vienen.

Les informo a lo que los otros dos asintieron.

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— Cuídalos bien, en cuanto despierten vendremos.

CachorrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora