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THEO RAEKEN

Sabia que tenía que explicar muchas cosas pero realmente no necesitaba preguntar qué tanto sabían ya puesto que la desconfianza en sus miradas no pasaba desapercibida y la mirada que los Hale me daban era la más dura de todas.

— Te sacaré sangre para hacer la prueba.

Me dijo Melissa por lo cual asenti para luego ver a dónde Malia que comenzaba a removerse.

— ¿Mal?

Ella soltó un quejido por lo cual mire a Corey que rápido se le acercó y la ayudo a sentarse.

— Quiero ir al baño.

Dijo viendo a Corey, sabía perfecto que no miraba a nadie más porque no quería hablar.

— Yo te llevo.

Dijo Derek de una forma tan fría que logro que por fin Malia lo viera.

— Pensándolo bien, mejor me quedo, ¿Me ayudas a levantarme Cor?

Mi amigo la ayudo y mire de reojo a Peter que la miraba de arriba a bajo.

— Malia, Peter quiere una prueba de ADN.

Ella me vio y luego al hombre que creíamos y sentíamos cómo nuestro padre.

— Bien, total, tarde o temprano pasaría, solo quería engañarme pensando que era real.

Baje la mirada y pude ver cómo Liam aún permanecía a mi lado por lo cual cuando Melissa termino me dispuse a alejarlo un poco para levantarme.

— Fue lindo mientras duró.

Dije y note que jalaron el pantalón pijama que ahora llevaba puesto, baje la vista y Liam me miraba suplicante.

— ¿Que significa eso?

Desvíe la mirada a dónde mi amigo en busca de ayuda pero Malia se me adelantó.

— Nos iremos, claro, si es que la policía no nos detiene antes.

Mire a dónde los dos policías y luego la puerta fue abierta donde pude ver a un hombre alto que traía una placa consigo.

— Necesito tomar sus declaraciones y por favor que sean verdaderas, no querrán meterse en más problemas, ¿Verdad?

Respire profundo antes de caminar a dónde él.

— Tendrá mi declaración, pero solo la mía, Malia no tiene nada que ver.

Él asintío a lo que respire más tranquilo.

— ¡No te vas a culpar de todo!, No te vas a echar culpas que no son tuyas rata de laboratorio.

Me gire a verla y sabía que estaba molesta.

— Intento ayudar.

Le dije y ella rio sarcásticamente.

— No, tu lo que quieres es conseguir lo que siempre quisiste, ¡No lo voy a permitir!

Me encamine a ella.

CachorrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora