La guerra de dragones fuego y sangre Es una historia de fantasía guerrera amor y tristeza dónde los 6 reinos se deben en frentar a dragones y mounstro desconocido jamás vistos donde los guerreros darán todo por sus reinos y sus amores donde los más...
En la calma que siguió a la tormenta de la batalla, los tres jinetes del cielo se reunieron en la cima de una montaña antigua, donde las estrellas parecían estar al alcance de la mano. El dragón gigante y los tres más pequeños descansaban, sus cuerpos serpenteantes dibujando sombras en la roca milenaria.
"Debemos resolver el misterio de los Cristales de Drakor," dijo la princesa de los elfos oscuros, su voz un susurro que apenas perturbaba el silencio sagrado del lugar.
Atrehus, con la mirada fija en el horizonte, asintió. "Los cristales que controlan los elementos y que, según las leyendas, fueron esparcidos por los cuatro rincones del mundo."
Zirys, cuya curiosidad era tan vasta como su valentía, intervino: "Pero hay algo más, algo que no se menciona en las leyendas. Cada cristal está vinculado a un guardián, y esos guardianes... son dragones."
Un murmullo de asombro recorrió el grupo. La princesa continuó: "Exactamente. Y no cualquier dragón, sino aquellos que una vez fueron jinetes como nosotros, transformados por la magia de los cristales para protegerlos a través de las eras."
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"Entonces, ¿el dragón que nos atacó...?" Atrehus dejó la pregunta en el aire.
"Sí," confirmó la princesa. "Era uno de los guardianes. Pero algo lo corrompió, lo llevó a la locura. Debemos encontrar los cristales restantes y liberar a los guardianes de su tormento."
Los jinetes intercambiaron miradas, comprendiendo la magnitud de su nueva misión. No solo debían encontrar los Cristales de Drakor, sino también enfrentarse a la posibilidad de que sus propios destinos pudieran entrelazarse con la magia antigua, transformándolos para siempre.
Con la resolución forjada en el calor de la batalla y la sabiduría de los siglos, los jinetes del cielo emprendieron su búsqueda, sabiendo que cada respuesta traería consigo nuevos enigmas, y que cada enigma era una puerta hacia un destino aún más grande. '''