capítulo 34 el viaje

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Después que los tres montaron sus dragones así el reino de los elfos oscuro en plena celebración de su llegada los tres volaron sin marcha atrás pero no sabían que se los peligros que les esperaban en los cielos de vuelta al rey de los elfos oscuro una horas de vuelos tranquilo el caballero atrehus Sele iso extraño que no hubieran vista ni una abe en el cielo y de pronto el cielo se oscureció de repente los jinetes alzaron la mirada acia riba y vieron un gigante dragón que IVA tras ellos y un instante se formó.

Después que los tres montaron sus dragones así el reino de los elfos oscuro en plena celebración de su llegada los tres volaron sin marcha atrás pero no sabían que se los peligros que les esperaban en los cielos de vuelta al rey de los elfos oscur...

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La batalla en los cielos era un torbellino de furia y fuego. El dragón que los atacó era una bestia de leyenda, con garras como espadas y ojos que ardían con la promesa de destrucción. Atrehus, Zirys y la princesa de los elfos oscuros se encontraban en medio de una danza mortal, esquivando cada aliento incendiario y zarpazo devastador.

"Atrehus, ¡cuidado!" gritó Zirys, cuando un golpe del dragón casi alcanza al caballero. Con una agilidad sorprendente, Atrehus rodó por el suelo, evitando por poco la muerte.

La princesa de los elfos oscuros, herida pero aún poderosa, entonó un cántico antiguo. Sus palabras eran un susurro que se elevaba por encima del rugido del combate, y a medida que su magia fluía, las heridas que había sufrido comenzaron a cerrarse, su piel brillando con una luz tenue pero firme.

"¡Por Kins Landy y por los reinos libres!" Atrehus levantó su espada, que ahora brillaba con una luz propia, reflejando la luna llena. Con un grito de guerra, se lanzó hacia el dragón, su hoja encontrando su marca una y otra vez.

 Con un grito de guerra, se lanzó hacia el dragón, su hoja encontrando su marca una y otra vez

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Zirys, no siendo una guerrera, encontró su propia forma de luchar. Con cada palabra de aliento, con cada gesto de apoyo, fortalecía la resolución de Atrehus, su presencia era un faro de esperanza en la oscuridad de la batalla.

Finalmente, con un rugido que sacudió los cielos, el dragón cayó, derrotado por la valentía y el poder combinados de los tres compañeros. Exhaustos pero victoriosos, se posaron en una nube cercana, observando cómo el cuerpo del dragón se disolvía en una lluvia de chispas doradas.

"Gracias, Atrehus," susurró la princesa de los elfos oscuros, su voz débil pero llena de gratitud. "Tu valentía nos ha salvado a todos."

Atrehus asintió, pero fue Zirys quien respondió. "No solo su valentía," dijo, mirando a ambos. "Sino nuestra unidad. Juntos, somos más fuertes que cualquier enemigo."

Y mientras la luna seguía su curso, los tres héroes sabían que aunque la batalla había terminado, su aventura apenas comenzaba.

Continuara.......

La guerra de dragones fuego y sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora