La guerra de dragones fuego y sangre

capítulo 19 : amigos o enemigos

Narrador: La noticia de la llegada de un dragón con jinetes humanos se extendió como un susurro entre los árboles del bosque oscuro, llegando a oídos del rey Caranthir Black antes de que Atrehus y Sansi pudieran avistar las torres de obsidiana del castillo. Los guardias elfos, con sus capas tejidas con hilos de luna y ojos que reflejaban la profundidad de la noche, se apresuraron hacia su soberano.

Guardia Elfo: "Mi rey, criaturas del aire se aproximan, lideradas por un dragón negro como la noche más oscura."

Rey Caranthir Black: "¿Un dragón, dices? Interesante. Que se les permita entrar, pero mantened vuestras armas listas. No confío en las sorpresas que el viento trae desde tierras lejanas."

Narrador: Mientras tanto, en la entrada del reino, la princesa Kirat Black, conocida por su espíritu indomable y su curiosidad insaciable, aguardaba con impaciencia. Su cabello, tan negro como su apellido, ondeaba al viento, y sus ojos brillaban con la promesa de aventura.

Princesa Kirat Black: "Por fin algo de emoción en este reino silencioso. No puedo esperar para ver al dragón y conocer a aquellos que han domado a semejante bestia."

Narrador: Atrehus y Sansi, guiados por Estorme, descendieron en un claro cercano a la entrada. La princesa Kirat se adelantó, su presencia era tan imponente como la de cualquier guerrero elfo, y su mirada no mostraba miedo, sino una fascinación pura.

Caballero Atrehus: "Saludos, princesa Kirat. Venimos en busca de una alianza con su pueblo, y traemos mensajes de paz de la reina Senovia Gremoris de Kins Landy."

Princesa Kirat Black: "Una alianza, ¿eh? Mi padre será quien decida eso. Pero yo, por mi parte, os doy la bienvenida a nuestro reino. Venid, os guiaré ante el rey."

Narrador: Con la princesa Kirat liderando el camino, el grupo se adentró en el corazón del reino de los elfos oscuros. Los ojos de todos los habitantes estaban puestos en el dragón y sus jinetes, preguntándose si estos forasteros traerían cambio o conflicto a su mundo ancestral.

Narrador: La princesa Kirat, con una chispa de desafío en sus ojos, condujo a Atrehus y Sansi a través de los arcos entrelazados de raíces y piedra que marcaban la entrada al reino. La noticia de su llegada había despertado un murmullo de expectación entre los elfos oscuros, y muchos se reunieron para presenciar el encuentro.

Princesa Kirat Black: "Caballero Atrehus, en nuestro reino, valoramos la destreza en combate tanto como la diplomacia. Mi protegida, Kiara, conocida como la diosa de la muerte, nunca ha sido derrotada. Sería un honor para nosotros verla enfrentarse a un jinete de dragón en una justa amistosa."

Caballero Atrehus: "Será un honor cruzar armas con Kiara. Pero que sea solo un intercambio de habilidades, sin intención de herir."

Narrador: La arena de entrenamiento estaba rodeada de antiguas estatuas de guerreros elfos, y el suelo estaba cubierto de un musgo que amortiguaba los pasos. Kiara se presentó ante Atrehus, su armadura era ligera y sus movimientos gráciles. La espada que portaba tenía un brillo mortal.

Kiara: "Saludos, caballero Atrehus. Que nuestra lucha sea digna de las leyendas."

Narrador: El combate comenzó con el sonido de las espadas chocando. Kiara era rápida y precisa, cada ataque era un baile de muerte. Atrehus, por su parte, demostraba una fuerza y una técnica impecable, dignas de un jinete de dragón. La batalla era un espectáculo de habilidad y respeto mutuo.

Princesa Kirat Black: "¡Impresionante! Ambos son dignos de las canciones de los bardos."

Narrador: Al final, el combate terminó en un empate, con ambos combatientes sonriendo, reconociendo la valía del otro. La princesa Kirat aplaudió, satisfecha con la demostración.

Princesa Kirat Black: "Este ha sido un buen presagio para nuestra futura alianza. Caballero Atrehus, espero que pronto yo también pueda volar junto a ustedes en mi propio dragón."

Narrador: La jornada había comenzado con incertidumbre, pero ahora, con la promesa de nuevos lazos y el respeto ganado en la arena, el futuro parecía lleno de posibilidades.

Narrador: La presencia de Estorme, el majestuoso dragón negro, en el reino de los elfos oscuros era un evento sin precedentes. A medida que la bestia alada se posaba en el suelo del castillo, todos los ojos estaban puestos en el rey Caranthir Black, cuya expresión era difícil de descifrar.

Rey Caranthir Black: "Así que este es el famoso Estorme, un dragón que ha elegido a un humano como su jinete. Es un honor inusual que nos brindas con tu presencia."

Narrador: El rey Caranthir, con su porte regio y su mirada penetrante, se acercó a Estorme con cautela. A pesar de su inicial desconfianza, había un brillo de admiración en sus ojos. Los elfos oscuros, conocidos por su conexión con las criaturas mágicas, rara vez veían a un dragón tan de cerca.

Rey Caranthir Black: "Tu llegada marca un momento histórico, Atrehus. Un dragón no es solo una criatura de poder, sino también de sabiduría antigua. ¿Qué consejos te ha dado Estorme para nuestra reunión?"

Narrador: Atrehus compartió las palabras de Estorme, hablando de unidad y fuerza compartida, de cómo la alianza entre sus pueblos podría traer una era de prosperidad y paz. El rey Caranthir escuchó atentamente, y un asentimiento lento mostró su aprobación.

Rey Caranthir Black: "Veamos si las palabras se convierten en acciones. Por ahora, Estorme y tú sois bienvenidos aquí."

Narrador: Con estas palabras, el rey Caranthir demostró su disposición a abrir las puertas de su reino a nuevas posibilidades, y la tensión en el aire se disipó, reemplazada por un sentimiento de esperanza cautelosa.

Continuar...