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Jimin, había decidido tomarse un día de descanso, lastimosamente se paso tan rápido que en serio necesitaba uno más.

El debate que tenía con su alter ego lo irritaba, y no quería andar irritado y furioso con todas las personas que se crusen por su camino.

Molesto, se retira el enorme cobertor color café con líneas abstractas de distintos colores que lo decoran. Con sus ojos adormilados y realmente pequeños e hinchados, posa sus pies sobre el suelo, se coloca sus pantuflas y se queda sentado a la orilla de la cama.

—¿Qué esperas? muévete —le ordena su sombra.

Este será uno de esos días en los que te odiare —responde a la orden de su alter ego.

Se pone de pie y camina hasta donde la toalla se encuentra.

Voy a anotarlo en la lista de cosas que me dices y no me interesan —dice la sombra, haciendo reír al castaño.

Toma la toalla y mientras se dirige hacia el baño, escucha dos toques en la puerta, sabe quién es, así que se detiene.

—Buen día, Jimin —saluda la chica, con una enorme sonrisa que adorna su joven y bello rostro.

—Buen día, Emma —saluda de igual manera el castaño.

—Es bueno verte de nuevo —habla la chica mientras empieza a retirar el cobertor y la sábana de la cama de Jimin. —Tengo tu regalo de cumpleaños —dice emocionada.

El castaño la observa detenidamente y sonríe.

—Espera.

A pasos rápidos la chica abandona la habitación de su empleador.

Es desesperante, te he dicho muchas veces que la despidas —aparece esa voz, haciéndo que Jimin cierre sus ojos, para intentar calmarse.

—Listo —escucha el castaño.

Abre sus ojos y ve como la chica se acerca hacia él.

—Ten —le entrega una barra de chocolate, adornado con un chongo color rojo.

—Gracias, Emma —agradece Jimin.

—Chocolate oscuro y puro, como te gusta —dice Emma.

Se gira y prosigue con su trabajo.

—Claro.

El castaño deja su obsequio sobre el escritorio, y luego entra al baño.

Deja la toalla donde corresponde, se coloca frente al lavabo, alza su rostro y se mira en el espejo. Sus ojos brilla y sabe lo que viene.

Necesitamos la lista, Jiminie —le recuerda su sombra.

Visitaremos a Nam en la estación, le diré que se encargue de eso —dice Jimin.¿Feliz? —pregunta con sarcasmo el castaño.

No, aún no.

Se mira en el espejo sus lindos ojos color miel, brillosos.

Necesito sexo, Jiminie, puedes darme eso —dice insistente su alter ego.

Trabajaré en eso.

Sus ojos dejan de ser brillantes, camina hacia la ducha y toma un baño, se tarda lo necesario para no encontrarse con Emma en su habitación.

Sale del baño y camina hacia su armario, cuando él y su alter ego están de acuerdo con su apariencia, acomoda su cabello y Emma entra de nuevo.

—Correo —anuncia la chica de cabello rojizo, mientras agita la correspondencia, caminando hacia el escritorio.

Alias Black SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora