23

72 14 0
                                    

—Jungkook, ya te dije que no —dice molesto el castaño, mientras intenta abrir la puerta del auto.

—Cariño, solo por está vez —insiste Jeon, tratando de convencer a su pareja.

—Jeon —lo llama el chico, girando su rostro y cruzándose de brazos.

—Es solo una cena, mi amor —le recuerda nuevamente Jungkook, mirando fijamente los lindos ojos color miel de Park.

—Tengo algo importante que hacer —se excusa el castaño—. No sé si podré llegar a tiempo, si tan solo me hubieses dejado salir de mi casa en la mañana, no tendríamos esta discusión.

—Claro, la culpa es solo mía, lo acepto —se rinde el detective, para que el castaño ceda ante su petición.

—Sabes que sí, yo no insistí en tener sexo matutino como un animal desquiciado —lo señala enfadado, Jimin.

—Pero si eras tú el que me pedía que te penetrara más profundo —sonríe Jungkook. —¿Lo recuerdas? Sí, Jeon, más —imita el pelinegro los gemidos de su pareja, consiguiendo ponerlo nervioso—. Eras tú ¿verdad?

Jimin alza sus manos y las coloca sobre la boca de Jeon.

—Está bien ya entendí, es culpa de ambos —el castaño retira sus manos de la boca de Jungkook.

—Solo será Jackson, y unos cuantos amigos más con sus parejas —le explica el detective.

—Dime ¿Por qué insistes tanto? —pregunta Jimin, observando su celular.

—Porque quiero que todos mis compañeros conozcan al chico que me vuelve loco, al cual, amo demasiado y al que me derrite con sus bellos ojos.

El castaño, suelta un sonoro suspiro, haciendo que Jungkook lo mire como un estúpido, complacido con lo que ha logrado causar en su pareja.

—Jungkook, todos son detectives.

—Y algunos oficiales —agrega Jeon.

—No creo que sea correcto —se opone una vez más, Jimin.

—Jimin, mi amor —el pelinegro toma las manos del castaño, y deja pequeños besos sobre el dorso de ambas.

Si no cierra la Puta boca, haré que lo haga —escucha la voz en su interior Jimin.

—Intentaré llegar —se rinde el chico, para así evitar que su sombra lastime a Jeon.

—Puedo ir por ti —se ofrece Jungkook, a lo cual, el castaño niega repetidas veces.

—Voy a llegar, aunque sea tarde, pero lo haré —le asegura Jimin a Jeon.

—Está bien —dice con una enorme sonrisa el pelinegro, provocando que el corazón del castaño se acelere.

—Debo entrar, tengo que aprobar inmobiliaria nueva —Jimin toma su bolso negro mediano, Chanel, y observa a su pareja. —Deja de ser demasiado guapo, detective —dice el castaño, mientras se retira el cinturón.

—¿Te molesta? —interroga Jungkook al chico.

—No, pero me molesta saber que te ven y te desean —el castaño intenta abrir la puerta del auto, pero esta aún tiene el seguro.

—Puerta —suspira Jimin.

—Bueno, para tu tranquilidad, puedo asegurarte que nadie me desea y mira de la forma en la que tú lo haces, y eso me vuelve loco —el pelinegro retira el seguro y Jimin consigue abrir la puerta.

—Claro, nadie es capaz de mirarte con ganas de amarte y matarte al mismo tiempo —el castaño sale del auto del detective.

Cállate —se regaña a sí mismo Jimin, mientras rodea la parte delantera del auto.

Alias Black SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora